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La paciente y tesorera de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), y el jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Universitario de Santiago y miembro del Comité Científico de la Plataforma para la prevención de Fracturas por Osteoporosis, José Ramón Caeiro Rey, han presentado en el Senado un informe para, entre otras medidas, mejorar la asistencia de las fracturas osteoporóticas.
Se trata del documento 'Fracturas por fragilidad. Reto político, social y sanitario para un envejecimiento saludable', elaborado por la Plataforma para la Prevención de Fracturas por Osteoporosis en el que se destaca la necesidad de mejorar la coordinación entre los niveles asistenciales y el fomento de las Unidades de Coordinación de Fracturas. Las fracturas por fragilidad podrían aumentar un 30% en el año 2034 en España y alcanzar los 370.000 casos, por lo que reclaman compromiso político para minimizar este impacto por el envejecimiento de la población.
"El seguimiento del circuito asistencial de un paciente que ha sufrido una fractura osteoporótica evidencia el infradiagnóstico y la ausencia de acciones que garanticen la adherencia al tratamiento. Existen puntos críticos en la prevención secundaria de las fracturas por fragilidad, que hacen necesario impulsar acciones que beneficien al paciente, al Sistema Nacional de Salud y a la sociedad, en general", señalan los expertos.
Otras peticiones pasan por la creación en los registros sanitarios de un código de fractura por fragilidad en mayores de 50 años, así como incentivar la adhesión a los registros de fracturas y crear guías de práctica clínica. "Urge implementar guías de práctica clínica que recojan las pautas de actuación clínica (indicadores y actuaciones) que permitan diagnosticar, tratar y realizar un seguimiento adecuado de aquellos pacientes que hayan sufrido una primera fractura", recalca el informe.
Del mismo modo, en el trabajo presentado en la Cámara Alta se destaca la necesidad de impuslar una campaña de sensibilización social para incrementar el conocimiento sobre las fracturas osteoporóticas y, a su vez, las medidas más eficaces para reducir el riesgo de padecer una fractura.
"A la vista de que en los últimos años no se ha podido observar un impulso significativo de políticas públicas que prioricen las fracturas osteoporóticas como un problema de primer orden en España, urge desarrollar acciones específicas que permitan un mejor abordaje y cuidado de los pacientes, con el objetivo de evitar fracturas por fragilidad y, en consecuencia, reducir el uso de recursos y el impacto en la mortalidad asociada, así como mejorar la calidad de vida de los pacientes", han zanjado los expertos.