Así funcionan los radares medusa, el nuevo sistema para multar

Una de las principales molestias de la ciudad moderna se encuentra en la ingente cantidad de ruido que producen los automóviles. Pitan, dan frenazos, arrancan estrepitosamente y, de cuando en cuando, hacen saltar su alarma que se oye a manzanas de distancia. Los hay incluso que modifican el sistema de su vehículo para que produzca incluso más sonido al circular. Es por ello que el último grito en radares no se ocupará de determinar la velocidad de los coches y motos, sino en detectar si están sobrepasando el límite de ruido impuesto. 

Y no es solamente la molestia. No todo el mundo sabe que la contaminación de los vehículos no tiene su origen únicamente en los gases de efecto invernadero y en el dióxido de carbono que emiten, sino que buena parte de su impacto medioambiental viene dado por el ruido que generan. Y, si sumamos todas estas máquinas funcionando al mismo tiempo, podemos hacernos una idea del dañino efecto que puede ocasionar. 

Por todo ello, estos nuevos radares, conocidos como radares medusa, poseen el dispositivo necesario para determinar si el vehículo pasante supera los decibelios estipulados por ley. Su implantación en las ciudades europeas está convirtiéndose en una verdadera moda entre las autoridades locales. Lógicamente, a este radar son inmunes los coches eléctricos, que, entre sus muchas características, cuentan con un motor completamente silencioso. 

Y, ¿cómo funcionan estos radares medusa? Lo cierto es que su funcionamiento reviste bastante interés para las autoridades de tráfico, tanto para la DGT como para las instancias locales, ya que puede ayudar a mejorar la convivencia de la ciudad al tiempo que reduciría la huella medioambiental del transporte. En primer lugar, el dispositivo cuenta con una serie de micrófonos que detectan el sonido de los coches. Después, una cámara de 360 grados que permite identificar al responsable del ruido, tal y como informa el portal UrbanTecno.

En Francia, donde el sistema viene aplicándose en 14 localidades durante los últimos meses, están configurados para detectar los coches o motocicletas que superen los 15 decibelios. El importe de la multa asciende, allí, hasta los 135 euros, una cantidad que, según el baremo español, se correspondería con las infracciones graves. Sin embargo, hay que decir que controlar el ruido constituye una medida altamente recomendada por parte de organismos como la OMS.