Las principales agencias de cuidadores, Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia,no han parado de crecer en la última década en España, rentabilizando las carencias de un sistema público de Dependencia que no llega a todos los potenciales usuarios ni responde correctamente a sus necesidades –listas de espera interminables, prestaciones escasas, burocracia, etc.–.
En concreto, estas agencias se encargan de buscar cuidadores compatibles con las necesidades de sus clientes, ayudándoles con los trámites legales para contratarles y darles de alta. Y, por todo ello, cobran, de media, entre unos 225 y algo más de 300 euros y una cuota mensual de unos 60 a 100 euros, según fuentes del sector. Aparte, iría el sueldo del empleado, que lo determina la agencia y suele rondar el Salario Mínimo Interprofesional.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Adrià Buzón, CEO de Cuideo; Claudia Gómez, CEO de Senniors; Daniel Ibiza, CEO de Aiudo; Francisco José Rodríguez, CEO de VitalServit; Jorge Cantero, CEO de Cuidum; Oriol Fuertes, CEO de Qida; David González, CEO de Depencare y Álex Lamarca, CEO de Wayalia.
Ahora bien, según aseguran a 65YMÁS varios expertos en el sector, no todos lo cuidadores que trabajan a través de estas empresas tendrían una titulación específica para cuidar –realizan tareas como higiene, soporte emocional, supervisión de las actividades diarias, control de medicación, preparación de comidas, paseos y recados o limpieza–. Y es que, legalmente, estas agencias no tienen la obligación de preseleccionar a personal con formación previa, como pasa en otros sectores como el de las residencias de mayores o en el Servicio de la Ayuda a Domicilio (SAD). La razón: al ser el usuario o la familia los que contratan directamente, exigir o no un certificado profesional pasa a ser algo opcional –el cuidador trabaja dado de alta como empleado doméstico para el cliente y la agencia hace meramente de intermediaria entre ambos–.
65YMÁS ha podido comprobar en páginas de búsqueda de empleo cómo varias de las principales agencias del sector no piden siempre, como requisito obligatorio, tener un título específico en todas sus ofertas de cuidadores –ver capturas–. Eso sí, se exige tener experiencia, contar con recomendaciones y tener los papeles en regla.
Captura de pantalla de oferta de empleo de Senniors en la que no se menciona la formación para un puesto de cuidador externo. Fuente: Indeed.
Captura de pantalla de anuncio en el portal Glassdoor de la empresa Wayalia en el que no se menciona la formación para un puesto de cuidador externo. Fuente: Wayalia.
Captura de pantalla de ofertas de trabajo de cuidador externo con Cuideo en la que se valora "formación sociosanitaria", pero no se exige. El perfil de la persona atendida es una persona con movilidad reducida y varias patologías. Fuente: Indeed.
Profesionalizar el sector
Pilar Rodríguez, presidenta de Fundación Pilares, una organización que defiende aplicar un nuevo modelo de cuidados centrados en las necesidades y preferencias de los usuarios, entiende que todos los profesionales que trabajan con estas agencias deberían ser personas con algún tipo de certificado de profesionalidad, sobre todo, los que traten con personas mayores dependientes.
"Lo que importa es que las empresas que hacen de intermediarias entre las familias y las personas trabajadoras garanticen criterios de calidad y transparencia y que asuman su responsabilidad ante eventualidades adversas. Hoy en día se produce una competencia desleal y un agravio comparativo entre compañías o entidades que garantizan la profesionalidad de las personas cuidadoras, pagan los salarios correspondientes y cumplen con sus obligaciones legales como empresas del sector, frente a otras que aprovechan la situación de necesidad y urgencia por resolverlo de muchas familias ofreciendo servicios de mala calidad", opina.
"Sin duda, cuidar a una persona con necesidad de apoyos generalizados o con enfermedades o discapacidades graves no se puede hacer sin formación. Se corre el riesgo de producir daños graves a la persona", advierte.
Es más, matiza, incluso para trabajar con personas con un grado menor de dependencia es importante tener una formación básica. "Acompañar a las personas en su domicilio es algo que realizan de manera natural las familias y también muchos voluntarios, que no son profesionales del cuidado. Pero todas las personas que están en los movimientos de voluntariado tienen formación sobre aspectos esenciales de la comunicación con personas mayores: escucha activa, empatía, derechos, comunicación verbal y no verbal, saber observar a personas con deterioro cognitivo, detectar riesgos...", ejemplifica.
Con todo, apostilla, además de ser exigentes con estas agencias, es importante tener en cuenta también la realidad de muchas familias que no cuentan con los recursos suficientes para costearse un servicio cualificado. "Pagar a profesionales formados, por ejemplo, con certificado de profesionalidad, es algo que muy pocas pueden asumir a sus expensas, mientras que los servicios públicos no suelen cubrir todas las horas necesarias", reconoce.
Por ello, propone, la sociedad debería plantearse de qué manera responder a esta problemática. "Hay que dejar de mirar hacia otro sitio", asegura. "¿Cómo garantizar cuidados de calidad a las personas que viven en su hogar a un coste asequible? ¿Acaso lo más adecuado sería prestar unas horas de cuidado profesional –levantar o acostar, duchar, vestir, ayudar a comer, estimular...– y compatibilizarlo con otras horas de trabajadoras con experiencia y una formación básica –inferiores a las que se piden en los certificados–? ¿O también se podría optar por contratar asistentes personales?", reflexiona Rodríguez.
Las agencias se defienden
Principales agencias de cuidadores en España: Cuidum, Senniors, Cuideo, Depencare, Aiudo, Wayalia, Vital Servit y Qida.
65YMÁS se ha puesto en contacto con las principales agencias del sector de los cuidados, Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia. Sólo Cuidum, Cuideo, Aiudo, Depencare y Qida han respondido a las preguntas de este diario.
Desde Cuidum, Cuideo, Aiudo y Qida han reconocido que la profesionalización es un reto del sector. Es más, desde Aiudo han señalado que son conscientes de que, en ciertas ocasiones, otras compañías podrían haber destinado a personal sin formación para atender a dependientes que necesitarían de otro tipo de apoyos –en sus empresas, afirman, preseleccionan trabajadores con certificado de profesionalidad para personas con necesidades especiales (dependencias, enfermedades, etc.)–.
Ahora bien, aseguran a este diario desde Cuidum, Cuideo, Aiudo y Qida, en ciertos casos, cuando el trabajador realiza sólo tareas de acompañamiento, la formación no tiene por qué ser un requisito obligatorio y sería suficiente con tener experiencia, al ser una extensión de lo que antes hacía la familia.
Aun así, matizan, en paralelo, trabajan en la profesionalización de estos trabajadores, ofreciéndoles material didáctico en sus webs abierto al público –por ley, no pueden impartir directamente formación a los cuidadores, según afirman desde Qida–.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.