La despoblación es un problema cada vez mayor en nuestro país que se está tratando de solventar con deferentes medidas. Sin embargo, se teme que algunas de estas soluciones para luchar contra el despoblamiento ruralafecte a la actividad normal de algunas aldeas.
En este sentido, la plataforma Asturias Ganadera considera que la llegada de nuevos habitantes al mundo rural no beneficia al modo de vida de las aldeas, según indica El Comercio. Es por por lo que ha propuesto, entre otras muchas iniciativas, que, no solo las costumbres del mundo rural, sino también sus olores y sonidos, se protejan para que la llegada de nuevos habitantes a los pueblos asturianos permita mantener la vida en el campo tal y como se conocía hasta el momento.
"No puede ser que un ganadero se levante un día con una denuncia por tener a su perro atado, porque lo consideran maltrato, y por la tarde le llegue otra por tener al animal suelto", ejemplificaban desde la plataforma. A este punto se le suman otros, como la desconsideración hacia la propiedad privada (utilizando los prados ajenos o cogiendo fruta de los árboles), o la acusación de un manejo inadecuado de mascotas, con alusiones a los despeñamientos del ganado, animales mordidos o muertos, o conflictos con perros de trabajo.
Mejorar la convivencia
Con el objetivo de mejorar la convivencia, la plataforma ha presentado un documento en el que se recogen varias medidas correctoras que, opinan, podrían mejorar la situación.
"Tienen un gran respeto por el campo", explicaban haciendo alusión a Francia, donde ya se han llevado a cabo medidas de este estilo, "y tan solo les hizo falta dos meses para desarrollar una ley que protegiese todos estos aspectos". Además, desde Asturias Ganadera consideran que sería necesario la vinculación del turismo rural más cercano a lo que es la realidad de los pueblos, invirtiendo en material didáctico que ayude a los visitantes a conocer las normas de la vida en dicha zona.
Los ganaderos creen fundamental que se elaboren leyes, reglamentos y ordenanzas que regulen ciertos aspectos, como puede ser el manejo de los perros de trabajo o el de los animales de compañía, y que cualquier medida que se pretenda implantar en los pueblos debe contar con la aprobación de la población rural local que pueda verse afectada.
Desde la plataforma denuncian la "incapacidad" del gobierno regional por "proporcionar soluciones al despoblamiento rural", al repoblar los pueblos con gente de fuera "sin asegurar los mecanismos que blinden los derechos locales".
Esto no significa que no haya ejemplos de integración exitosa, aseguran desde la plataforma, pero también que hay que tener en cuenta a aquellas personas, sobre todo las que proceden de ambientes más urbanos, que generan muchos problemas de convivencia y ponen en peligro actividades y costumbres asumidas con naturalidad por la población local.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.