Las redes sociales se han convertido en un espacio de denuncia, donde se generan debates, y también donde se crean tendencias y vídeos virales que muchos usuarios quieren replicar.
Una de las bromas más divertidas es la de 'la beca' que hacen los nietos y nietas a sus abuelas. Lo único que tienen que hacer los mayores es ponerse delante de la cámara y escuchar como sus nietos graban un vídeo para solicitar una beca, y para que se la den, tienen que mentir, y decir coas como que su abuela está embarazada.
Son muchos los nietos que no han dudado en hacer esto con sus abuelas para pasar un buen rato con ellas, y ver las caras de incredulidad de los mayores al escuchar todo lo que sus nietos se inventan.
La última usuaria en compartir esta broma se llama Rosa, y su protagonista es, ni más ni menos que su abuela que está a punto de cumplir 103 años.
Colocadas una frente a la otra, Rosa comienza a explicarle a su abuela lo que tienen que hacer: "Nos hemos enterado de que el Gobierno está dando unas ayudas a las familias que tienen familiares de más 95 años, y como tú ya tienes 102", comienza explicándole su nieta a la mujer.
"No es muy fácil porque tienes que estar pasando mucha necesidad para que te lo den, pero dicen que mandando un vídeo explicando la situación es más fácil que te den la ayuda", continúa contando la mujer, mientras su abuela asiente.
"Entonces vamos a grabar un vídeo explicando la situación en la que nos encontramos, y entonces tenemos que engañar, pero tampoco mentir mucho", le comenta su nieta.
Al oír estas palabras, la mujer de 102 años le dice a su nieta que a ella le "daría mucha vergüenza que me cojan", es decir, que se den cuenta de que está mintiendo. Pero su nieta le asegura que el vídeo lo verán muy pocas personas.
Antes de aceptar la propuesta, la centenaria quiere cerciorarse de que lo único que tendrá que hacer será grabar el vídeo, y que no recibirá la visita de nadie para corroborar su historia.
"Yo lo voy a decir todo, tú no tienes que decir nada. Tú solo tienes que mirar a la cámara, y con eso ya vale.", le asegura su nieta.
"Mi abuela trabajaba en un circo"
Las dos se colocan delante de la cámara, y la broma comienza: "Hola, muy buenas, me llamo Rosa Esteban, tengo 52 años, un hijo de 27 años, y una abuela de 102".
"102 y pico", le corrige su abuela. "Vamos a explicar un poco la situación en la que nos encontramos para ver si podemos acceder a la ayuda. Yo ahora mismo me encuentro sin trabajo, y mi hijo también", dice muy convencida, mientras su abuela tuerce el gesto y mira a su nieta porque sabe que lo que está diciendo no es verdad.
Rosa le hace un gesto a su abuela para decirle que la historia continua: "Yo me dedico a recoger cartones por la calle, y mi hijo también", dice la mujer, y su abuela, no puede evitarlo y responde: "¿Qué dices?".
La centenaria no puede creerse lo que está oyendo, y sus gestos hablan por si solos: mira a su nieta con incredulidad y se lleva la mano a la boca, pero Rosa continua.
"Mi abuela también está en una situación complicada, porque ella de joven trabajó en el circo y fue domadora de leones". Al oír lo que su nieta está diciendo, la mujer no puede evitar reírse y se lo contagia a su nieta, que tiene que hacer una pausa y parar porque no puede hablar.
"Cuando trabajaba en el circo le iba muy bien, pero ahora está también sin trabajo, porque antes los circos iban mejor que ahora", asegura su nieta. La centenaria ya no puede evitarlo y se lleva la mano a la boca para intentar ocular su risa, mientras Rosa la mira con dificultades para hablar sin reírse.
"Está buscando trabajo de lo que sea. Ella sabe hacer de todo, y también quiero deciros que cuando trabajó en el circo también fue trapecista, y se cayó, y desde que se cayó no puede caminar porque no puede mover las piernas, y desde entonces está muy deprimida, aunque ahora no se le nota", explica Rosa, mientras su abuela se ríe sin parar.
"Lo está pasando muy mal, y además, después de lo que le pasó, del susto, se quedó muda y no puede hablar", comenta su nieta.
Aunque parece que la broma ha acabado, a Rosa aún le quedaba una última mentira por decir: "Hace unos meses conoció a un chico y se ha quedado embarazada, y está de cinco meses. Son gemelos y va a ser muy difícil traerlos al mundo. Está dispuesta a trabajar de lo que sea, le da igual porque dice que para alimentar a sus hijos haría lo que fuese", asegura la mujer.
Finalmente, Rosa decide decirle a su abuela la verdad: "Todo esto que estamos hablando es todo una broma. Es todo mentira abuela", y la mujer sigue riendo sin parar ante el ingenio de su nieta.