La gestión digital de los viajes sigue suponiendo una barrera para muchos sénior –incluso para aquellos que utilizan internet con cierta frecuencia–.
Y es que la mayoría de personas de más de 50 años reconoce tener dificultades a la hora de planificar sus viajes a través de la web, según la encuesta realizada por 65YMÁS sobre las necesidades del turista de más de 50 años –en la que han participado 8.340 personas–. En concreto,el 57,8% de los miembros del colectivo sénior así lo entiende.
Y el porcentaje aumenta a medida que se cumplen años. En la franja de encuestados de más de 75 años, el 65,9% asegura que estas gestiones le resultan problemáticas. Además, el número podría ser superior, puesto que la encuesta se hizo de forma online y existe un porcentaje considerable de sénior más mayores que siguen sin usar internet –el 40% de las personas de más de 55 años, según datos de Google–.
Formación y atención telefónica
"Las competencias digitales disminuyen a medida que aumenta la edad. Es así. Es evidente que las generaciones que ahora tienen 60 años son más hábiles respecto a quienes tienen 70 u 85. Y en algunos de esos casos, si se sigue dejando de lado, será difícil recuperarse", afirma el presidente de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (@Secot_), Inocente Gómez.
Por ello, para revertir esta tendencia y no excluir a los sénior, es muy importante que no se deje de prestar servicios telefónicos que sean intuitivos y útiles, añade. Y en paralelo, se deberían simplificar los procedimientos web, "para adecuarse a todos los públicos" e invertir en formación continua, para reducir la brecha digital, puesto que es necesario "un aprendizaje permanente".
"El problema es que tenemos que captar a las personas mayores y alguien de 70 años que no tenga grandes competencias digitales no se va a apuntar a un curso online. Se apaña en su día a día como puede y le ayudan sus hijos. Por eso, para mí, el principal problema es la captación", indica.
"Todos estos procedimientos están pensados para personas que viajan con frecuencia. El problema está en quienes no tienen ese hábito: acaban dependiendo de agencias o de familiares", apunta por su parte el presidente de la Federació d'Associacions de Gent gran de Catalunya (@Fatec), Josep Carné.
"Debe haber una buena atención –presencial o telefónica– y un correcto acompañamiento. Es decir, que si tienes que ir a una máquina a sacar una tarjeta de embarque, te orienten", pide.
Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), Juan Manuel Martínez, entiende que "la mayor dificultad son los fallos que generan las webs".
"Además, otra complicación es que muchos portales sólo permiten pagos con tarjeta, y el espacio de tiempo entre la compra y la verificación suele ser eterno, generando en ocasiones fallos, lo que supone volver a empezar toda la operación", ejemplifica. "Quizá sería interesante que se facilitasen otras opciones, como pagos con Bizum, Pay Pal, entre otros", propone.
Por otra parte, pese a que el perfil del turista sénior ha cambiado (es más independiente, puede adaptar sus fechas, viaja en pareja más que en grupos grandes, etc.), el idioma sigue siendo una barrera importante cuando viaja, según la encuesta online realizada por 65YMÁS.
El 76,9% de los sénior reconoce tener dificultades para manejarse en lenguas extranjeras. En concreto, para un 21,3% el idioma es un gran obstáculo cuando viaja.
El otro 55,6% se divide entre quienes opinan que la lengua constituye una barrera'bastante' importante(27,8%) cuando hacen turismo y quienes señalan que es 'algo' problemático (27,3%).
Por contra, sólo el 15,5% piensa que el idioma no es un gran obstáculo y el 8,1%, que ninguno.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.