El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no ha logrado pactar con las comunidades autónomas el nuevo acuerdo para la Acreditación y Calidad de Centros y Servicios del SAAD en el Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema de Atención a la Dependencia celebrado este miércoles.
En concreto, el Ejecutivo asegura que "confía en poder tener un acuerdo a lo largo del próximo mes", aunque no han detallado una fecha concreta.
Por ahora, solo ha trascendido la oposición pública al texto de una comunidad, Castilla-La Mancha, cuyo presidente, Emiliano García-Page, ha criticado la propuesta del Gobierno desde el punto de vista financiero. "La ingenuidad ya se ha acabado. O hay dinero, o hay trigo, o predicar queda en humo", ha afirmado.
El documento remitido por el Gobierno a las regiones, al que ha tenido acceso 65YMÁS, incluía cambios en las residencias de mayores tales como la creación de unidades de 15 personas en los centros con ambiente hogareño –no podían tener más de 120 plazas y el 65% de la habitaciones debían ser individuales–; el aumento de las ratios de personal; la participación de las familias en la toma de decisiones; la coordinación con los servicios de salud y la eliminación de las sujeciones, entre otras medidas.
Estas eran las principales novedades del borrador presentado por el Gobierno:
Ambiente "hogareño"
Un punto clave de esta reforma era la transformación de los centros en hogares. Y para ello, el documento aseguraba que, la vida de las residencias se iba a organizar en pequeñas unidades, con un máximo de 15 personas, sala de estar, comedor, un espacio para la preparación de comidas y conexión y dispositivos para el acceso a Internet.
Intimidad
En segundo lugar, en esa misma línea, también se iban a modificar las habitaciones, primando la intimidad, puesto que el acuerdo establecía un 65% de habitaciones de uso individual en las plazas públicas de los centros de nueva construcción y, además, todas las habitaciones tendrían acceso a baño adaptado. Además, las personas y sus familias serían invitadas a participar en la personalización de las habitaciones, promoviendo al máximo la incorporación de mobiliario y enseres personales.
Participación
Otro punto clave en el nuevo modelo era la participación de las familias en los apoyos y cuidados: se establecían canales de comunicación permanentes, que formarían parte de la cartera de servicios del centro, y se celebrarían reuniones periódicas para intercambio de información.
Situación geográfica
El nuevo modelo daba igualmente importancia a dónde se situarían las residencias de nueva construcción. En concreto, deberían estar, con carácter general, en suelo urbano con acceso a espacios próximos de actividad social y comunitaria. Además, no debían tener más de 75 plazas en zonas rurales, 90, en localidades de densidad intermedia y 120, cuando estén ubicadas en ciudades densamente pobladas.
Atención a domicilio mejorada
La finalidad principal del acuerdo era lograr que las personas dependientes puedan estar en su domicilio el mayor tiempo posible y posponer su entrada en una residencia. Por esta razón, el trabajo en la ayuda a domicilio se organizaba preferentemente en pequeños equipos de profesionales de proximidad que atendían a las personas de una misma área territorial, minimizando los tiempos de desplazamiento; trabajando con una lógica y enfoque comunitario; compartiendo la información relevante y promoviendo un enfoque de intervención centrado en la persona.
Ratios de personal
Otro de los objetivos del texto del nuevo acuerdo era profesionalizar la atención. Para ello: se aumentarían las ratios de personal de residencias, quepasarían del 0,39 al 0,51 en 2029; se fijaría un 5% de la jornada de las auxiliares de la Ayuda a Domicilio para labores de coordinación con trabajadores sociales, familias o profesionales de la salud; los cuidadores autónomos quedarían encuadrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y no en el sistema especial y se exigiríauna cualificación profesional que acredite competencias al personal de atención directa.
Coordinación entre Salud y Servicios Sociales
El texto entregado por el Gobierno también daba importancia a la coordinación socio-sanitaria, clave para el control de la salud de los dependientes, e incluía el establecimiento de instrumentos permanentes de coordinación para que todos pudiesen tener información sobre el paciente.
Cero sujeciones
Asimismo, el documento daba un plazo de tres años para implementar completamente los planes de atención libre de sujeciones y coerciones en los centros de día y residenciales.
Atención personalizada
En penúltimo lugar, el texto del acuerdo presentado por el Gobierno a las comunidades aseguraba que cada persona tendría un plan personal de atención y de apoyos que recogiese sus preferencias y voluntad respecto a cómo quiere vivir, a las cuestiones que son significativas para ella de forma que se respeten por parte de quienes participen en su sistema de cuidados y apoyos.
Evaluación
Y finalmente, el acuerdo introducía un sistema común para la evaluación de la calidad de los servicios, para verificar que el nuevo sistema se implantase correctamente y sostenía que todos los cambios iban a contar con los fondos suficientes para poder llevarse a cabo y que deberían estar aplicados en 2029, como tarde.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.