Desde finales de agosto, y ante el aumento de casos a principios de la segunda ola, el Gobierno Central puso a disposición de las Comunidades Autónomas cerca de 2.000 rastreadores militares para reforzar sus equipos de Salud Pública. Unos efectivos que cuentan, según aseguran desde el Ministerio de Defensa, con un curso online de especialización que sigue el modelo de la Universidad Johns Hopkins.
Por aquel entonces, las autonomías recibieron la noticia con buenos ojos y cada una solicitó decenas de estos profesionales que se incorporaron a mediados de septiembre. Así, en total, a fecha del 19 de octubre, trabajaban en las distintas regiones 1.724 militares rastreadores.
No obstante, desde agosto hasta octubre, según aseguró el propio presidente Pedro Sánchez en sede parlamentaria, se ha llegado a contar con un número de "5.686 rastreadores" militares disponibles para realizar estas funciones, aunque sólo se han incorporado los 1.724, con lo que son 3.962 los rastreadores del ejército que estarían inoperativos.
Y es que, los criterios elegidos por el Gobierno para que estos profesionales, en su mayoría sanitarios, pasen o no a trabajar para las regiones depende, según el Ministerio de Sanidad, de "la demanda que presentan las CCAA". Y pocas autonomías han vuelto a solicitar esta ayuda desde el verano. Es más, el propio presidente recordó en el Congreso recientemente que, desde el Gobierno, seguían poniendo a disposición de las autonomías estos profesionales.
La última en pedirlos ha sido, este jueves, la Comunidad Valenciana que, tras anunciar un confinamiento perimetral de su región, adelantó que pediría cerca de 150 nuevos profesionales del rastreo al Ministerio de Defensa.
Otras, como la Comunidad de Madrid, no se plantean, por el momento, recurrir de nuevo a estos militares. "Hemos alcanzado los 1.500 con las últimas incorporaciones. Si hicieran falta más militares, los solicitaríamos", comentaban a este periódico este viernes desde la Consejería de Sanidad. Los rastreadores de la CAM provienen de los Centros de Atención Personalizada (500), Atención Primaria (507), Militares (150) y Salud Pública (más de 400), según sostienen.
Por contra, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha señalado este viernes que Madrid debería pedir más rastreadores militares. "Nadie debe regatear en los medios necesarios para salvar vidas", ha afirmado.
Comunidad |
Rastreadores militares |
Andalucía |
120 |
Aragón |
88 |
Asturias |
60 |
Baleares |
105 |
Canarias |
112 |
Cantabria |
64 |
CLM |
149 |
CyL |
240 |
Extremadura |
60 |
Galicia |
190 |
La Rioja |
30 |
Madrid |
150 |
Murcia |
110 |
Navarra |
32 |
C. Valenciana |
162 |
Ceuta |
36 |
Melilla |
16 |
Datos de rastreadores aportados por el Ministerio de Defensa a día 19 de octubre.
Necesidad de profesionales
Ante este panorama, cabe preguntarse si en una situación de emergencia como la actual –con un Estado de Alarma decretado para los próximos seis meses– no deberían destinarse todos los recursos disponibles a la detección de casos, vigilancia de cuarentenas y apoyo a los pacientes. Sobre todo, cuando, según denuncian recurrentemente sindicatos médicos, la atención primaria se encuentra saturada en buena parte de España y los servicios de Salud Pública no tienen capacidad suficiente para trazar la mayoría de los contactos en buena parte de las regiones.
De igual manera, es de destacar que, en momentos de transmisión comunitaria como el actual, igual que se hizo en la primera ola, los rastreadores, según recuerdan profesionales de la medicina preventiva a 65Ymás, también sirvieron para atender telefónicamente a los contagiados de coronavirus y para hacerles un seguimiento de su evolución.
"Desconocemos el motivo y cuál de las dos administraciones, autonómica o del Estado, tienen la culpa de que no haya rastreadores suficientes. En general, falta personal en la Sanidad. Desde CSIF hemos calculado que faltan unos 62.000 profesionales para hacer frente a esta segunda ola con mayores garantías", reconocen desde el sindicato de funcionarios CSIF (@CSIFnacional).
"Llegan tarde"
Y es que, según representantes de los trabajadores de la Sanidad y epidemiólogos consultados por este diario en los últimos meses, el rastreo ha sido la gran asignatura pendiente del Sistema Nacional de Salud, si bien algunas administraciones lo han hecho mejor que otras, matizan. "Nunca ha habido suficientes rastreadores", denuncian desde la Federación de Sanidad de CCOO (@fssccoo).
Además, añaden, en este momento "no tienen tanto sentido" esta labor, "aunque siempre hacen falta rastreadores". "Llegan tarde", critican desde el sindicato, ya que, "cuando son más útiles" es cuando hay poca transmisión, puesto que, en ese momento, el rastreo es un arma eficaz para prevenir buena parte de los contagios.
Con todo, en este contexto de transmisión comunitaria hay elementos que juegan en favor y en contra del rastreo. Por una parte, actualmente, las interacciones sociales entre personas son mucho menores debido a las restricciones –bares cerrados o con aforos reducidos, limitación de reuniones y confinamientos perimetrales–, por lo que resulta más sencillo trazar contactos. Pero, por otro, existe un problema con el elevado número de casos que dificulta esta tarea por la cifra limitada de profesionales.
Por ello, parecería importante seguir apostando por ampliar el número de rastreadores para reducir la transmisión, mientras se aplican otras medidas restrictivas. Incluso, la propia ministra de Defensa ha recordado este viernes la importancia de estos profesionales, "esenciales" en estos momentos, según ha asegurado.
Sin embargo, según señalan en CCOO, lo óptimo sería que se hubiesen contratado antes a más trabajadores que sólo se hubiesen dedicado a esas labores. "Para eso, la Comunidad Valenciana fue ejemplar, puesto que contrató a 300 rastreadores sólo para esas labores y eso puede tener que ver con sus buenos datos", aseguran.
Este diario ha preguntado al Ministerio de Sanidad la cifra global de rastreadores en todo el país pero no han querido dar el dato y se remiten a la información que debería aportar cada comunidad autónoma. Según un recuento realizado por el diario El País, existen en España cerca de 8.500 en activo, frente a los más de 3.000 que había en julio.