La carabela portuguesa se suele confundir con la medusa, además de por su apariencia muy similar, por su aparición en la costa mediterránea, pero no son lo mismo. La medusa es un organismo individual acuático que se desplaza por el agua impulsada por las corrientes, mientras que la carabela portuguesa es un organismo colonial cuyos tres seres vivos que conviven dentro del mismo ser se especializan para mantener viva la colonia y que se mueve sobre la superficie gracias a un flotador relleno de gas que parece una vela de barco, de ahí su nombre. La picadura de esta última se caracteriza por ser muy dolorosa e, incluso, se han registrado casos de muerte, aunque no suele ser letal.
A pesar de que la carabelas portuguesa es un hidrozoo que suele habitar en regiones tropicales y subtropicales del océano Pacífico, el océano Índico y parte del Atlántico, lo cierto es que los últimos años su presencia ha aumentado en las playas españolas, llegando a las costas de Mediterráneo, Galicia o Canarias. Varias personas han sufrido la picadura de esta 'falsa medusa' y ahora es una de las especies más temidas del verano. De hecho, en junio de 2019, el Ayuntamiento de Benidorm (Alicante) activó durante dos horas el protocolo por carabela portuguesa tras detectar dos ejemplares en aguas de sus playas y asistir a siete personas por picaduras leves.
Por ello, la Guardia Civil (@guardiacivil) ha recordado por Twitter qué debemos hacer si nos pica una carabela portuguesa.
Las recomendaciones del cuerpo de seguridad son las siguientes:
- Lo primero que debemos hacer es acudir al puesto de socorristas para ser atendido.
- Aplicar una solución tópica de bicarbonato de sodio.
- Y, en el caso de que el dolor sea muy intenso o el estado de la persona empeora, acudir a un centro médico.
Consejos de los servicios de emergencia
Igualmente, los servicios de emergencias publican regularmente las recomendaciones sobre cómo debemos actuar ante la picadura de este organismo:
- Retirar los tentáculos adheridos a la piel con ayuda de unas pinzas o algún elemento rígido, como un carné o tarjeta. Nunca con la mano.
- Examinar si han quedado restos de lamentos adheridos al bañador, ya que pueden permanecer activos durante días.
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Limpiar la zona afectada con abundante agua salada -nunca agua dulce- y ponerse hielo dentro de una bolsa, evitando el contacto con la piel, ya que el frío ayuda a reducir la inamación y mitigar el dolor.
- Por último, señalan que es fundamental tranquilizar a la persona que ha sufrido la picadura y hacerle entender que su vida no corre peligro.
Además, los servicios de emergencia advierten lo que NO debemos hacer:
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Nunca frotar con las manos la zona afectada ni usar toallas, arena o barro.
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No se debe aplicar vinagre, amoníaco reducido, alcohol u orina, porque podrían aumentar el riesgo de infección.
- Además, hay que evitar la exposición al sol.