Encontrar un buen sitio en la playa es el objetivo de todos los turistas y vecinos de las costas e islas españolas, pero no siempre lo tienen fácil, especialmente en las playas más populares y multitudinarias.
Por eso, son muchos los que utilizan el famoso truco de la sombrilla. Como su propio nombre indica, se utiliza este objeto que nos permite resguardarnos del calor para coger sitio de cara al día siguiente. Es decir, que por la noche, los interesados se desplazan a la playa para asegurarse de que nadie les quitará el lugar donde quieren pasar el día siguiente tomando el sol, leyendo, comiendo y bañándose.
Lo mismo ocurre conlas tumbonas de los hoteles, donde los clientes dejan sus toallas puestas para no quedarse sin ella.
Esta carrera contrarreloj ha traspasado fronteras y ha llegado a oídas del periódico británico Daily Mail, que ha dedicado todo un reportaje a explicar la 'guerra' entre británicos y españoles para conseguir un hueco en la arena de las playas españolas: “Los bañistas desesperados por conseguir un lugar han estado colocando sus mantas la noche anterior”, asegura.
Según el medio, mientras en las playas son los vecinos locales los que intentan privar a sus compatriotas de un buen sitio en la playa, en las piscinas ocurre todo lo contrario: “Los jefes del consejo de Benidorm dicen que se pondrán duros con los infractores reincidentes acusados de intentar llevar a los turistas británicos a las tumbonas”, comenta el medio británico.
Una práctica sancionada por los ayuntamientos
La repercusión que han tenido estas afirmaciones han llevado al Ayuntamiento de Benidorm, una de las localidades mencionadas en el reportaje, a desmentir que se trate de una guerra de nacionalidades, y aseguran que todo es una cuestión de ambición y afán por hacerse con el mejor sitio. Algo, que por cierto, está prohibido, y la Policía Local podría retirarlo sin problema, y llevar los objetos a las casetas de los socorristas. En caso de reincidencia, también pueden multar, y estas sanciones pueden oscilar entre los 300 y los 3.000 euros, dependiendo de la localidad.
Esta 'guerra' también ocurre en Torrox y Vélez-Málaga, que recientemente han decidido tomar medidas económicas, y sancionar a todo aquel que quiera coger sitio antes de tiempo: "Queda prohibida la reserva de espacio físico en las playas, a cualquier hora del día o de la noche, mediante la colocación en la arena de cualquier tipo de objeto o enseres (sillas, sombrillas, mesas, toldillos, etc) sin la presencia física de una persona propietaria", comunicó el ayuntamiento.
De esta manera, antes de llevar dichos objetos a la comisaría, los fotografía y los precintan. Para recuperarlos tendrán que pagar una fianza de 50 euros.
La decisión de multar la reserva de sitios no es nueva, y hay que remontarse al año 2015, cuando Algarrobo, otro municipio malagueño, decidió prohibirlo en el artículo 14 de la ordenanza municipal: "Queda prohibida la permanencia de sombrillas, parasoles, jaimas, veladores y demás enseres sin la presencia de su propietaria, con la finalidad de reservar el espacio físico de la playa". Aunque aquí, la sanción es más baja, y hay que pagar 30 euros para recuperar las pertenencias requisadas durante los 14 días siguientes.
Calpe, Altea, Torrevieja y Denia, en Alicante, o Peñíscola y Oropesa del Mar, en Castellón, son otras localidades donde tampoco puede hacerse. Igual ocurre en San Javier (Murcia) o en las playas andaluzas de Nerja, Tarifa, Almuécar, Torrenueva Costa, Motril, Níjar y Adra.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.