Los mayores: "Hay miedo al coronavirus, pero tenemos que reactivar la vida"
Jueves 1 de octubre de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 1 de octubre de 2020 a las 8:24 H
8 minutos
Los mayores enfrentan su otoño más incierto entre el temor al contagio y la necesidad de socializar
Jueves 1 de octubre de 2020
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Una sensación de que la vida se ha interrumpido de repente, justo cuando disponían por fin del tiempo para disfrutarla. Es lo que se respira al escuchar testimonios del heterogéneo grupo de los mayores del 65 años que abordan un otoño incierto entre el miedo al contagio y la necesidad de no aislarse socialmente. "Todo lo que llenaba mi vida y había estado esperando toda la vida tras la jubilación, como las reuniones sociales con amigos, los cursos, los viajes... se ha acabado de un hachazo", cuenta Marisa de 72 años, quien siente que ahora "vive limitada" y no oculta su preocupación por la Covid. "No lo llevo bien, tengo una enfermedad bronquial y sé que si cojo el coronavirus me mata. Los que ya han superado el virus llaman a disfrutar de la vida día a día "porque todo puede cambiar rápidamente", mientras nos explican cómo todavía se recuperan de las secuelas.
"Ahora que llega el invierno a ver qué hacemos sin poder ir a las cafeterías o estar al aire libre", se plantea Carmen Mari, quien centra su consternación sobre los encuentros con la familia. "Tenemos miedo a contagiar a los nietos o que ellos nos puedan contagiar a nosotros", señala, mientras reflexiona que el coronavirus, aparte de haber trastocado su vida como la del resto, ha impactado en aspectos tan básicos como la alimentación. "Ya no quemamos calorías, porque no salimos a andar como antes, ni vamos al gimnasio..." denuncia. Su amiga señala que ella ve a la gente demasiado tranquila y considera que "parece que las autoridades intentan dejar a los mayores a un lado" cuando la preguntamos sobre si cree que ha habido discriminación hacia el colectivo durante esta crisis. Según ella, esta nueva normalidad "va para largo", así que llama a ser pacientes.
"Las cosas llegan y hay que afrontarlas", opina Paco, quien señala que más que miedo a que nos confinen tiene miedo a que volvamos a caer como en la pasada primavera. "Pero estamos en manos de Dios, será con la pandemia o con lo que seá pero yo ya tengo muchos años", opina. Y hace un diagnóstico sobre la gestión de la crisis. "Ha habido mucha improvisación. No al principio porque era desconocido, pero en esta segunda ola se podría haber previsto, haber dotado de más médicos en los hospitales, de más atención... En las residencias, tendrían que estar protegidas si es que el el sitio más peligroso, y los colegios se han abierto también deprisa y corriendo. Más que nada, yo creo que el fallo ha sido la improvisación", declara.
Melchor (70 años) y Carmen (89 años), del Covid-19 se puede salir
Melchor Solaya –profesor de Filosofía recién jubilado de 70 años– y Carmen, –ama de casa jubilada de 89 años– se contagiaron del coronavirus durante el pico más alto de la pandemia la pasada primavera. La buena noticia es que lo han superado. Con dos enfoques diferentes, Melchor asegura que pese a las secuelas, seguirá saliendo a la calle y viajando mientras se pueda, pero con la misma precaución que marzo o abril. "La situación es grave". Mientras, Carmen, es partidaria de quedarse en casa. "Estoy acostumbrada a no salir demasiado, salvo para ir al médico, la farmacia o dar un paseo", asegura; lo cual es una ventaja ya que vive en una de las zonas restringidas de Getafe, cuya movilidad está limitada por la Comunidad de Madrid desde el pasado 21 de septiembre. Ambos conservan aún así la ilusión por vivir.
No obstante, Melchor reconoce que a finales de marzo, tras casi un mes en el hospital y con toda España confinada, tenía miedo a salir. "Mi mujer y yo vimos la saturación de los hospitales en primera persona y mandar a la gente a casa con solo seguimiento telefónico no era suficiente para lo que estábamos viviendo", opina. Por suerte relata que según la situación fue mejorando los vecinos les traían comida y les ayudaban con las compras del supermercado. Carmen, que vive sola y tiene problemas de movilidad contó con la ayuda de sus familiares, quienes la apoyaron en los desplazamientos y en los recados que necesitaba. "El coronavirus me ha dejado tocada, con muchos dolores y como aplanada. A ver qué pasa ahora que uno de mis hijos vive en otro área", cuenta preocupada. Pero reconoce que para vencer la soledad cuenta con "mucho teléfono", aunque echa de menos ir a centro de mayores a juntarse con los amigos.
Las lecciones de los supervivientes
Pese a que relatan que lo que han vivido ha sido muy duro y que recordarlo ha sido en parte "traumático", ambos sostienen la importancia de mantener un espíritu de alegría para salir adelante del Covid. "Hay que vivir la vida al día. Cosas a las que antes daba importancia, ahora me parecen una tontería", señala Melchor, quien apuesta por mantener la socialización con responsabilidad ya que el aislamiento puede tener consecuencias físicas e intelectuales muy peligrosas. "Hay que seguir haciendo vida". "Los que lo hemos pasado sabemos que hay que cuidarse, evitar contactos y aprender a apreciar la naturaleza y la vida", opina Carmen, quien considera que personas como ella,están acostumbrados a la tranqulidad, mientras muestra que ella es feliz con las uvas que acaba de recibir de su pueblo.
A los jóvenes, esta mujer de 82 años con mucha cabeza les diría que "no todo es juerga", y augura que vienen tiempos de cambio. "Esto pasará y vendrá algo distinto. Está claro que supondrá un cambio, un aviso que ha dado la naturaleza o quien sea para que sepamos apreciar la vida". Cree que los mayores están más preparados para este cambio de paradigma "hemos pasado por muchas cosas, como una Guerra Civil, estamos hechos de otra pasta, sobre todo los que somos de pueblo como yo". Por eso teme porque los jóvenes no estén preparados para estos cambios, "han crecido en un contexto en el que no les ha faltado de nada y esto va a ser duro, pero yo les digo a mi nietos que no se acobarden, que aguanten".
Las asociaciones de mayores piden que se respeten sus derechos
El balance del Covid, deja en muy mal lugar a las administraciones en cuanto al respeto de sus derechos, según opina el presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), Juan Manuel Martínez. "Una vez dicho esto, como mayor y como médico, creo que hay que reactivar otra vez la vida con las medidas de protección adecuadas. Hay miedo, pero tenemos que meternos en la cabeza que tenemos que aprender a convivir con la Covid-19 hasta que haya un tratamiento o una vacuna". Asegura en que los mayores son conscientes de esta situación. Por eso defiende que no hay que confinarse en los lugares donde la situación epidemiológica lo permita, pero sobre todo exige que no se tomen medidas como meter a los mayores en una burbuja que planteó en su día Fernando Simón, ya que sería como un "gerontocidio psicológico".
"La crisis provocada por la pandemia de covid-19, que ha tenido un impacto desproporcionado sobre las personas mayores, ha puesto también de manifiesto una profunda crisis estructural en el sistema de cuidados de larga duración, así como la falta de respuesta del estado del bienestar a las necesidades y derechos que todas las personas tenemos en todas las etapas de la vida" opina la presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas (@MayoresUDP), Paca Tricio. "Las personas mayores reivindicamos respeto, consideración y derecho a participar socialmente, a que nuestra voz se escuche por nosotros mismos, a que nadie hable por nosotros".