A muchos nos puede costar imaginar que una residencia llegue a concebirse por todos los familiares y residentes como un hogar para las personas mayores. Pues bien, en las 15 residencias repartidas por España (13) y Portugal (2) de CleceVitam (@clecevitam), la filial de Clece que ofrece un nuevo concepto de residencias, es un hecho que se hace posible gracias al modelo de Atención Integral Centrado en la Persona (AICP). Aquí el residente es el eje central: todo el equipo de profesionales trabaja conjuntamente para conocer en profundidad a cada uno de los mayores, sus necesidades y preferencias, para saber cómo quiere ser atendido y contribuir así en la mejora de su calidad de vida. De esta manera, logran que el usuario se sienta en familia desde el día que ingresa, a partir del cual, llegará a crear vínculos afectivos con otros residentes y, a su vez, con los profesionales que trabajan cada día a su lado.
El plan de atención personalizada se construye en base a una herramienta muy específica: 'la historia de vida', una biografía que da a conocer lo propio, lo único y lo significativo de cada uno de los residentes.
"La vida no se estanca cuando llegas a una residencia como la nuestra"
Dos profesionales del centro CleceVitam San Pedro Poveda (Burgos) nos han desvelado qué función cumple ‘la historia de vida' en la residencia: Maha Jahouh, terapeuta ocupacional y Silvia Ballesteros, trabajadora social.
Maha Johouh resume así la iniciativa de CleceVitam: "Contamos con un modelo de atención y cuidados que promueve la calidad de vida, a través de un plan de atención personalizada. Dentro de ese plan, 'la historia de vida' es la biografía de cada residente y, con ella, se pretende conocer sus vivencias pasadas, costumbres, valores y todo lo acontecido en su vida para saber qué es lo que quiere hacer en su estancia en el centro y cómo debe ser atendido", explica.
Esta especie de guía comienza a construirse desde que se confirma un nuevo ingreso. Silvia Ballesteros cuenta que, nada más acceder al centro, "se hace una entrevista en profundidad a la familia y al residente para que puedan ir detallando aspectos más concretos de la vida de la persona: que profesión ha tenido, sus gustos, datos sobre su familia, su relación con ellos, relaciones de pareja, amistades…". A continuación, esta información personal se traslada al equipo de CleceVitam, para que todos los profesionales conozcan al residente, "pero, por supuesto, lo más importante es el día a día", matiza, debido a que "una vez que van conociendo a la persona, se van estableciendo unos objetivos en función de las capacidades que tiene el residente y acordes a sus necesidades, gustos y preferencias".
Un profesional en concreto es el encargado de seguir constantemente trabajando y actualizando el proyecto de vida: la persona de referencia, quien acompaña al residente durante su estancia y genera ese vínculo de relación más estrecho.
Jahouh destaca que, aunque es cierto que la persona de referencia tiene más relación con el residente, todas las áreas profesionales del centro intervienen en esa historia de vida: "Se trata de un trabajo multidisciplinar que, además, tiene en cuenta constantemente a la familia". De esta manera, "cuando la persona llega al centro, se hace un plan de atención individualizada y esto significa que, desde diferentes áreas de trabajo, se establecen los objetivos y metas", indica.
Silvia Ballesterospone un ejemplo: "El fisioterapeuta marca los objetivos para que la persona siga teniendo las capacidades que tiene y en los posibles casos mejorarlas. Lo mismo con la terapeuta ocupacional y la animadora sociocultural que fijan los suyos. Siempre todo en base a una valoración inicial que se hace previa al ingreso".
A su vez, la trabajadora social del centro de San Pedro Poveda menciona los diferentes perfiles que integran el equipo multidisciplinar CleceVitam: dirección, trabajador social, terapeuta ocupacional, médico, diplomado en enfermería, fisioterapeuta, gobernante, auxiliar de referencia de cada unidad de convivencia y, por supuesto, las familias.
La participación conjunta de todos en el plan de atención individualizada es muy importante para construir relaciones asistenciales basadas en la confianza y en el respeto. Como observamos, las familias también forman parte de este modelo, adquiriendo un rol de participación en la organización de actividades, en la toma de decisiones en cuanto al cuidado del familiar y aportando información sobre su biografía y proyecto vital dentro de la residencia.
Pero, cabe destacar otro factor diferenciador de CleceVitam: en los centros se trabaja en los cuidados y la atención, pero siempre respetando la autonomía y capacidad de decisión de las personas mayores, fomentando que mantengan el control sobre su vida cotidiana: "El hecho de ingresar en un centro no significa que la vida se estanca, sino que continúa", subraya Silvia Ballesteros.
"‘La historia de vida’ es lo que nos define como persona"
Natividad Torres es la directora de CleceVitam Pardo Bazán (Vigo). La profesional se incorporó recientemente al centro y, tras una larga trayectoria profesional trabajando en varias residencias y empresas, destaca lo beneficioso que es para las personas mayores este modelo personalizado en comparación con otros centros.
Torres considera que "'la historia de vida’ es lo que nos define. Al final, es nuestro pasado: nuestros errores, aciertos, relaciones de pareja, familiares, amistades… Todo eso nos va definiendo como persona". Es lo que nos ha ido creando hasta llegar a lo que somos ahora mismo. Por eso es tan importante conocerla.
"Un aspecto muy positivo de este relato biográfico", continúa, "es que, gracias a él, los profesionales pueden identificar las actividades específicas para cada residente, tanto las que necesita como las que le hacen disfrutar. Esto permite que cada uno sea atendido de manera diferente, ofreciéndole lo mejor para él. Y le hace estar al 100%. Cuanto más disfruta la persona, más participa, más aprende y más involucrada está en las actividades de la residencia".
En CleceVitam promueven el envejecimiento activo, un proceso que permite optimizar las oportunidades en salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida. Por ello, los residentes realizan actividades sociales y culturales, ejercicio físico y talleres para el mantenimiento y mejora de sus capacidades.
Al mismo tiempo, con este programa se extraen los proyectos de vida, los cuales también muestran a los trabajadores cómo quiere ser atendida la persona: "'La historia de vida' es su pasado y el proyecto de vida es su vida aquí, en la residencia", aclara Torres.
¿Qué es exactamente un proyecto de vida dentro de la residencia? Pues, "por ejemplo, si una persona es más tímida y solitaria, vamos a intentar que se involucre más", señala la directora, "o las duchas. A la gente mayor muchas veces le cuesta la ducha diaria. En eso es importante saber cómo fue su vida. A lo mejor su familia era muy pobre y no tenían agua, se duchaban los domingos… Entonces esa persona, en lugar de ducharse, es más de asearse…Gracias a eso ya no siente que está en conflicto y tú sabes cómo debes atenderle", agrega.
Además, la profesional coincide con Maha Jahouh y Silvia Ballesteros en que una de las claves es que los trabajadores del centro conozcan tan bien a los residentes: "Que las auxiliares conozcan ‘la historia de vida’ es muy importante para, por ejemplo, si un día alguno está enfadado, saber qué conversación sacarle o qué música ponerle porque, además, conocen el tipo de música que le gusta. Como le pongas a su cantante favorito, despierta esa persona. Es increíble lo que se puede hacer por ellos cuando los conoces de verdad", enfatiza Natividad Torres.
Preguntada por cómo reacciona la familia al respeto de la autonomía de los mayores en CleceVitam, la directora del centro Pardo Bazán responde: "Esto a veces choca con la familia, ya que muchas veces los hijos creemos que sabemos lo que es mejor para nuestro ser querido, sin contemplar la posibilidad de que lo sepa él".
Torres incide en que, a pesar de que la residencia siempre fomenta la realización de las actividades, "sobre todo al principio, cuando involucramos mucho a la persona para que conozca a los residentes y a las otras auxiliares", dice, también respetan que "si la persona no tiene deterioro cognitivo, puede decidir si quiere ir o no. Al final, todos tenemos días malos. Si no le apetece ir a alguna actividad y prefiere quedarse en la habitación o desayunar más tarde porque ha dormido fatal, que lo haga. Está en su casa. Faltaría más que con 80 años y la cabeza bien no pudieras decidir lo que quieres hacer", defiende.
Aun así, la directora del centro sostiene que los familiares juegan un papel fundamental en CleceVitam: "Tenemos mucha comunicación con ellos. Siempre decimos queel proceso de adaptación es nuestro, del residente y de la familia", incluso, "al principio vamos a darles mucho la lata, porque necesitamos preguntarles muchas cosas: ‘Nos ha pasado esto, ¿sabéis por qué puede ser?’… Ellos nos pueden contar la historia del residente en caso de que sufra deterioro cognitivo, por eso son principales aquí".
Sobre el autor:
Marta Vicente
Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.