La relación de esta pareja de nonagenarios es una de esas historias que hacen creer en el amor. Carmen tiene 90 años y, hace tres, ingresó en una residencia por sufrir un ictus y Alzheimer avanzado. Desde entonces, Xavier, de 92, ha ido todos los días a visitarla. Ahora, debido a la pandemia, solo pueden verse físicamente una vez por semana, pero no es suficiente. Por ello, el hombre continúa sin fallar a su cita y, cada día, se sienta delante de la ventana de Carmen para estar juntos, aunque sea a través de un cristal.
En este vídeo, con imágenes de TV3 y traducido por la cuenta de instagram 'Estimula adultos', Xavier explica lo importante que es para él acudir, taburete en mano, a visitar a su mujer mediante una ventana.
El principal objetivo de Xavier es hacerla feliz: “Le hago tonterías, le muevo los ojos, las orejas la nariz… Ella a veces se ríe y, bueno, pues ya me siento satisfecho”, dice el hombre al medio catalán.
Xavier y Carmen llevan juntos desde hace 66 años: él era músico de orquesta y a ella le encantaba bailar. Ahí comenzó su historia de amor que dura hasta hoy.
Pero la vida se lo puso difícil cuando Carmen enfermó y tuvo que ingresar en una residencia. El hombre asegura que “lo más doloroso y desesperante fue el día que la dejé y me fui. Fue una pena... Lloré como un tonto toda la noche”.
Aún así, su amor permanece tan fuerte como el primer día y Xavier lo tiene claro: “Mientras tenga fuerzas y ella esté aquí, seguiré luchando”. El nonagenario afirma rotundamente que seguirá al lado de su mujer pase lo que pase ya que “no la cambio por nada”, añade.