Un hombre de 82 años cumple su sueño 'de película' gracias a la Ambulancia del Deseo

Andrés tiene 82 años y vive en la residencia murciana de San Basilio. Hace unos días la fundación Ambulancia del Deseo cumplió su sueño: visitar el Oasis Mini Hollywood de Tabernas (Almería). Su hijo José David fue quién contactó con la fundación para que le ayudaran a cumplir el deseo de su padre, que es un fanático de las películas del oeste. Al hijo de Andrés  se le ocurrió la idea de pedir este deseo para su padre mientras grababa un documental sobre la importancia de los recuerdos.

La Fundación cumplió con el sueño de película de Andrés, y hasta el parque temático se desplazaron padre e hijo en ambulancia, junto con dos voluntarios de la fundación. Allí el hombre pudo disfrutar de un día entero recorriendo todos los rincones del parque temático inspirado en la estética 'western'. 

Andrés 82 años, con una enfermedad crónica avanzada que vivía en la Residencia San Basilio.
Su hijo nos pidió que le ayudáramos a llevar a su padre a Mini Hollywood en Tabernas.
Su padre siempre fue un fanático de las películas del oeste. Un deseo de película
#EnergíaSolidaria. pic.twitter.com/6HrXStsUxK

— Fundación Ambulancia del Deseo (@AmbuDeseo) November 23, 2021

Fundación El Deseo

La Ambulancia del Deseo lleva concediendo deseos desde 2018, cuando un grupo de murcianos decidieron ayudar a cumplir los sueños de las personas más mayores de su comunidad. 

José Manuel Salas, uno de los fundadores contó a 65YMÁS cómo se les ocurrió esta idea, que está inspirada en una iniciativa holandesa: "Se creó a raíz de algo casual", comenta Salas. Y explica que el fundador, Kees Veldboer, un conductor de ambulancia holandés, tenía que hacer un traslado de un paciente con una enfermedad en estado terminal pero, a mitad de camino, le comunicaron que debían esperar cuatro horas hasta que se liberase una habitación en el hospital.

Al no saber qué hacer durante ese lapso de tiempo, decidió preguntar a su pasajero que a dónde le apetecía ir y éste respondió que "a ver el puerto" (le traía recuerdos de su pasado como marinero). Así, fueron y, al ver la "cara de felicidad" del paciente, se dio cuenta de con qué poco había conseguido hacer más placenteros los últimos momentos de aquel hombre. Por ello, decidió crear esta fundación que ya ha ayudado a cumplir los últimos deseos de más de 12.000 personas, sólo en Holanda.