Manolo Pereira, un hombre de 93 años, se ha convertido en toda una celebridad en Barro, un pueblo situado en Pontevedra, por construir su propio papamóvil. Quería buscar una forma de proteger a su moto adaptada de la lluvia y, aunque la estructura no supere los 8 Km por hora, es suficiente para ir al bar cercano a su casa y tomar el café cada mañana.
Todos los vecinos de su pueblo coinciden en que el inventor del Manolomóvil es una persona muy activa que no puede permanecer en casa ni un solo día. Además, al tener muchas dificultades para caminar, no quiere depender de nadie, por lo que se pasea por Barro en su moto adaptada. El problema surgía cuando la lluvia le obligaba a quedarse encerrado, según contó el hombre a Antena3 Noticias.
Sin embargo, el nonagenario, que fue el primer alcalde de la democracia en el Ayuntamiento de Barro y transportista, sabe bien lo que es trabajar duro, así que no iba a dejar que el clima le arruinara su vida diaria y encontró la solución: diseñó esta estructura infalibe para escudarse del mal tiempo.
Para fabricar el papamóvil, Manolo compró algunas piezas en la ferretería de Barro pero, las que no podía conseguirlas en la tienda física, las compró en Amazon. No solo tiene una tremenda imaginación, sino que maneja internet a la perfección.
Igualmente, el exalcalde informó a esta cadena que la tarea le hubiera llevado unas dos semanas, pero tardó dos meses en construirlo porque fue poco a poco. Además, calcula que en total se habrá gastado en torno a 400 euros.
La estructura está compuesta por unas barras de aluminio, cinta de persiana, plástico, un retrovisor, una cesta para llevar sus pertenencias y un colgador para los bastones “por si tengo que dar algún paso, 4 o 5 que más ya no soy capaz”, señaló. El Manolomóvil no necesita nada más, con cumplir su función es suficiente.
El 2 de noviembre de 1927 nació Manolo Pereira, un hombre que, como él mismo reconoció a La Voz de Galicia, "siempre estoy ideando cosas, pensando que puedo hacer", algo que también comentan los habitantes de Barro, quienes lo definen como "un artista que no para".
El nonagenario también comentó que, debido a su edad, "ya me queda poco", pero sus compañeros del bar no están de acuerdo: "¡Qué te va a quedar a ti poco, hombre!", exclamaron.
Tal y como informa el diario gallego, Manolo se vacunó en abril del coronavirus y ahora solo desea poder quitarse la mascarilla, la cual lleva hasta en su moto: "No sé si aquí dentro tengo que llevarla, así que ante la duda, me la pongo. Espero que ya podamos quitárnosla pronto", confesó.
