Después de un año escuchando las graves consecuencias de la soledad, nos extraña ver que hay países que ven este aislamiento como algo positivo. La soledad dañina es aquella que no elegimos, la conocida como soledad no deseada. Pero, el aislamiento voluntario, puede verse como 'un arte'. Esto último lo explica ‘Honjok’, un movimiento que surgió hace años en Corea del Sur que reivindica la soledad.
'Hon' significa 'solo' y 'jok' es 'tribu'. Honjok un estilo de vida que crearon jóvenes surcoreanos para reivindicar la soledad. Practicar honjok significa hacer ciertas actividades cotidianas en soledad como, por ejemplo, comer, ir al cine, ir de compras, ir al karaoke, ir a un bar… Esta filosofía está implantada, sobre todo, en la juventud y ha impulsado la aparición de una nueva economía individualizada basada en ofrecer servicios para una persona: departamentos, viajes, restaurantes, etc.
Estos jóvenes crearon el movimiento para desafiar las normas impuestas por la sociedad de tener que vivir en colectividad: casarse y formar una familia. De esta forma, ellos deciden la libertad de tener una vida solitaria.
En una entrevista para BBC Mundo, la escritora y psicoterapeuta Francie Healey afirma que "El honjok es una invitación a reflexionar sobre quiénes somos realmente, más allá de las normas sociales y culturales establecidas, y a disfrutar de la soledad".
Tras un año de crisis del coronavirus, hemos visto como la soledad puede desencadenar problemas físicos y psicológicos como la depresión, ansiedad, cardiopatías, pérdidas de memoria e, incluso, puede llegar a atacar la salud mental hasta acabar en suicidio. Esto también ocurrió con Corea del Sur. El país superó a Japón en la tasa de suicidios más alta –país que recientemente ha creado el Ministerio de la Soledad, precisamente, para combatir esta lacra– y fue el país de Asia con mayor número de suicidios.
Sin embargo, la escritora matiza que “no es lo mismo estar solo que sentirse solo”. Además, Francie Healey continúa tratando el lado positivo de la soledad como un medio para conocerse a uno mismo y afirma que “yo creo que debemos enseñar a la gente a hacer un trabajo interior más profundo para encontrarse a sí mismos”.
También la escritora habla sobre cómo se puede aplicar honjok a nuestra vida cotidiana “empezando con unos pocos minutos cada día, a cosas tan sencillas como prestar atención a la respiración, cultivar la creatividad, buscar las maneras de activar otras partes del cerebro” y añade otros ejemplos como “escribir un diario o dejar nuestros pensamientos por escrito, porque nos ayuda a la autoconciencia, sobre todo cuando sufrimos estrés o ansiedad”.
Los individuos que fueron entrevistados descubrieron, gracias a este estilo de vida, que eran más fuertes y bondadosos de lo que creían y otros que tenían habilidades artísticas y creativas que desconocían.
Healey señala que cree que las personas tienen miedo a la soledad porque “nos asusta que no nos guste lo que podamos descubrir”, por ello, considera que “es valiente estar con nosotros mismos y con nuestra verdadera identidad”.
A los mayores, por el contrario, parece que la soledad no les agrada tanto como a los jóvenes. En el año 2018, el país abría en su capital, Seúl, discotecas para mayores de 65 años para combatir la soledad y fue un éxito. Estas discotecas se llenaban de gente dispuesta a disfrutar de la compañía de otros, hartos de llevar una vida solitaria.