Iñaxi Lasa, la centenaria que empezó en el gimnasio a los 93 años: "Antes no podía andar"

Con 93 años, Iñaxi Lasa comenzó a entrenar en el gimnasio. Ahora tiene 100 años recién cumplidos y sigue haciéndolo, a pesar de sus problemas de vista, que le impiden ayudar a su hijo o caminar sola. De hecho, fue a raíz de su pérdida de visión cuando comenzó a ir al gimnasio, según ha contado esta centenaria en una entrevista a 65YMÁS. 

"Fue por una casualidad, porque una chica que estuvo cuidándola se apuntó al fútbol, se lesionó y le dieron unos bonos para entrenar en el gimnasio, así que fuimos con ella y ahí se quedaron", explica junto a ella su hijo, Iñaki, de 62 años, con quien vive en Beasain, un pueblo de Guipúzcoa (País Vasco). Él es quien le ayuda con sus ejercicios en el gimnasio y graba sus vídeos, que más tarde comparte en las redes sociales (@ninaiz55), donde ha conquistado a miles de personas.  

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Toda una inspiración

Lo hizo, en un primer momento, para "autogestionar el ocio y, al fin y al cabo, es una forma de empoderamiento. Conoces a gente, das a conocer lo que haces, que puede ser útil también para los demás. Y a ella también le gusta mucho. Es muy sociable", asegura.

Iñaxi ya acumula más de 120.000 seguidores en TikTok e Instagram, donde comparte los diferentes ejercicios que realiza en su rutina diaria en el gimnasio. Su buen humor y fortaleza es lo que ha conquistado a tantas personas en las redes, donde trata de inspirar a otras personas como ella, demostrando que la edad no tiene por qué ser un impedimento. 

"El ejercicio me ha ayudado mucho. Antes no podía andar, y ahora ando mejor, muy ligera", asegura esta mujer. Pero no solo le ha ayudado a nivel físico, "también con el empoderamiento", ya que "el sentir que puede hacer cosas ayuda bastante, tanto a nivel psicológico como físico", explican. 

Iñaxi va todos los días al gimnasio, no falta ni un día, ni siquiera los fines de semana. Comienza su rutina temprano por la mañana, acude dos horas al gimnasio junto a su hijo, y después come antes de salir a pasear otras dos horas. Y, si puede, disfruta del sol, que es "un bien escaso aquí". Se atreve con todo, bicicleta, mancuernas, sentadillas, abdominales, cinta..., pero lo que más le gusta, afirma, es "el remo". 

"Es una chica muy física, siempre ha sido muy activa, así que ir al gimnasio no le supuso ningún esfuerzo", explica su hijo, que destaca que durante toda su vida ha trabajado, en el campo, el caserío, la huerta. "El deporte se limitaba a trabajar, trabajar y trabajar", recuerda. "El deporte como tal, aplicado al ocio, es relativamente nuevo, cuando la gente dejó de hacer esfuerzo físico y se volvió sedentario, entonces adquirió una dimensión diferente". 

Su buen humor y su determinación, así como su fuerza de voluntad después de superar un cáncer de mama, dos fracturas de cadera, una infección por covid y lidiar con la artrosis que sufre, la ha convertido en toda una inspiración, algo que la deja sin palabras. "No sé qué decir", comenta al respecto, mostrándose "alagada y muy contenta". 

"No hay que dejar de cuidarse aunque tengas mucha edad"

La esperanza de vida es cada vez más elevada, aunque esto no quita que llegar a los 100 años siga siendo algo remarcable, teniendo en cuenta que en España hay 18.312 personas centenarias en 2024, lo que podría aumentar para 2072 a 226.932 personas, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de Iñaxi, asegura que "no he hecho nada" para lograr llegar hasta esta edad. "Se ha llegado y ya está". 

Aunque su hijo aclara que una vida activa ha tenido mucho que ver. "La verdad es que nosotros nos hemos cuidado bastante con la alimentación, y además siempre me ha gustado leer temas de salud", explica. "Pero nada te garantiza que con hacer esto y esto llegarás a los 100, depende de muchos factores, también la suerte". 

Iñaxi nunca ha sido de dar consejos, pero no duda en recomendar el gimnasio. "Es bueno y me hace bien", afirma esta centenaria, que junto a su hijo quieren también "actuar contra el edadismo" con sus vídeos. 

"Junto al racismo y el machismo, el edadismo es la tríada a la que hay que combatir", añade Iñaki, que lamenta los casos en que las personas mayores dejan de poder tomar decisiones por sí mismas para que otras las tomen por ellas. "Hay que luchar contra eso, porque llegas a una edad y parece como si te volvieras invisible. No tienes ningún derecho. Y después está la infantilización... Las personas mayores tienen derechos, tienen nombres y apellidos, y hay que respetarlo hasta el último día", añade, resaltando el mensaje que quieren transmitir con sus vídeos: "No hay que dejar de cuidarse aunque tengas mucha edad". 

Los vídeos que publican son una forma también de combatir esta discriminación por edad que sufren muchas personas mayores en su día a día, mostrando lo diferentes que puede ser este colectivo. "Hay que visibilizar lo que se hace y lo que la gente es capaz de hacer. Algunos no podrán ir al gimnasio, pero podrán desarrollar otras actividades más intelectuales o artísticas. Y algunas simplemente no podrán porque no tienen a nadie que les ayude, por lo que quedan invisibilizadas. Quizás no ven o no oyen, pero todo eso hay que gestionarlo y darles herramientas para que esos problemas queden relegados y que lo que prime sea su faceta positiva, física, intelectual, artística o lo que sea", concluyen.