El hotel Gran Western se encuentra en la ciudad galesa de Abergavenny, al oeste del Reino Unido. Allí ha trabajado Julie Miles, una empleada de 69 años, durante casi cuatro años, desde 2014 hasta 2018. Se le exigía que limpiara sola casi todo el interior del edificio y los inodoros del bar, además de hacer las camas, limpiar los suelos y planchar las sábanas. De media trabajaba unas 60 horas semanales, según informa RT en Español, por lo que cobraba entre 116 y 137 dólares.
Ahora, el propietario del hotel, Gary Hesp, ha sido setenciado a pagarle 76.351 dólares (unos 64.327 euros)en compensaciones por haber trabajado durante esos cuatro años 60 horas semanales por un salario de 1,97 dólares (1,66 euros) la hora. Este sueldo tan bajo se debía a que el dueño le deducía cada semana 110 dólares (92,68 euros) por el alojamiento, que durante más de un año consistió en un sillón en el sótano del hotel, donde ni siquiera había calefacción.
Hotel Gran Western
Miles tampoco tenía vacaciones. "No podemos prescindir de usted. El año pasado trabajó sin tener un día libre, así que puede hacerlo de nuevo", fueron las palabras de Hesp a Miles, según esta última declaró en la corte en abril. Y a todo esto, se suma el acoso sexual que sufría Miles por parte de Hesp.
"La Sra. Miles se percibía a sí misma como una mujer mayor en una situación vulnerable y, como tal, se sentía degradada por la conducta no deseada de naturaleza sexual del Sr. Hesp. Se sentía atrapada en una situación difícil porque no había nadie a quien quejarse, ya que sus jefes eran el señor Hesp y su esposa y creía que si se quejaba sería expulsada del hotel y no tendría dónde vivir", indicó la jueza de Miles en la sentencia.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.