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En el marco de la IX edición del Global Youth Leadership Forum (GYLF), se llevó a cabo la ponencia titulada Tecnología y salud: Nuevo paradigma de seguridad nacional, donde Juan Yermo, director general de Farmaindustria, expuso la creciente importancia de la salud y la tecnología en la protección y desarrollo de las naciones.
Durante su intervención, Juan Yermo destacó el rol fundamental que juegan la educación y la salud en el crecimiento económico de las naciones. “Nos enfrentamos a dos grandes retos desde el punto de vista del desarrollo: la educación y la salud. Si observamos los modelos de desarrollo que han tenido éxito, incluyendo el caso más reciente de China, vemos que ambos sectores han sido claves”, afirmó Yermo.
Expuso, además, las tres macrotendencias imperantes en el momento actual. La primera, el envejecimiento de la población mundial debido al aumento de la esperanza de vida con las consecuencias que acarrea a los sistemas sanitarios (cronicidad y aumento de las patologías) y, en segundo lugar, la revolución tecnológica con la aplicación de la inteligencia artificial en todos los ámbitos (investigación, tratamientos e historiales clínicos) que tiene, entre otras ventajas, una importante reducción de tiempos y costes.
«Nos enfrentamos a dos grandes retos desde el punto de vista del desarrollo: la educación y la salud», D. Juan Yermo. Director General de @Farmaindustria .#GYLFORUM pic.twitter.com/fpUMVepjtM
— Global Youth Leadership Forum® (@gylforum) October 21, 2024
Por último, la tercera macrotendencia que mencionó Yermo fue el cambio climático y su gran impacto en la salud. Según el director general de Farmaindustria y antiguo director del Gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el aumento de las temperaturas está provocando una mayor concentración y la expansión de patógenos a nivel mundial, lo que representa una nueva amenaza para los sistemas sanitarios globales. En este contexto, subrayó la importancia de la prevención, señalando que actualmente solo el 3% del presupuesto de la Unión Europea se destina a este ámbito.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de las causas de mortalidad en el mundo son debidas a factores externos: genética, medioambiente, accidentes, y el 60% restante a nuestra forma de vida, factores como el sueño, alimentación, sedentarismo y ahora el estrés son determinantes en nuestra salud.
“La salud, junto a la educación, es la mejor inversión que puede hacer un gobierno para asegurar el crecimiento económico”, insistió Yermo. Además, alertó sobre una de las grandes preocupaciones que tienen, tanto la industria como los gobiernos y las administraciones sanitarias, es el riesgo a una pandemia silenciosa, que implica una resistencia microbiana a los antibióticos como consecuencia del abuso y la incorrecta prescripción. Por ello, destacó la necesidad de seguir invirtiendo en prevención, diagnóstico y tratamiento para garantizar la protección de la salud pública, y en el caso concreto de los antibióticos apostó por la innovación farmacológica.
Otro de los puntos abordados fue la creciente relevancia de la industria farmacéutica como un sector estratégico para la seguridad nacional, especialmente tras la pandemia del Covid-19 y el aumento de las tensiones geopolíticas. “La industria farmacéutica del medicamento se ha convertido en un bien de seguridad nacional. La autonomía estratégica abierta, en España no se trata ni de soberanismo ni proteccionismo, nos invita a reducir la dependencia de suministradores externos ante posibles barreras comerciales o tensiones geopolíticas y así no depender exclusivamente de un distribuidor o productor”, explicó Yermo.
El director general de la patronal de la industria farmacéutica en nuestro país subrayó que “estamos ante una bio-revolución con el empleo de las nuevas tecnologías aplicadas a los procesos de investigación y ensayos clínicos, pero en realidad estos nuevos medicamentos están tardando años en llegar a los pacientes que lo necesitan, ya que cada vez más se van personalizando y, como consecuencia, el coste por paciente de ese tratamiento va en aumento, por lo que rentabilidad de la inversión resulta más complicada”.
La ponencia concluyó recalcando la importancia de seguir invirtiendo en salud como motor de desarrollo y seguridad nacional y a fortalecer los sistemas sanitarios ante los desafíos globales que se avecinan.