El caso del hotel de Roquetas de Mar (Almería) recogido por 65YMÁS en el que un grupo de jubilados del Imserso se quejaba de la escasa variedad en los buffets y del abuso de productos de gama inferior ha suscitado las siguientes incógnitas: ¿está afectando la inflación a la calidad del servicio prestado en los viajes del Imserso?, ¿cómo logran los hoteles responder a las necesidades de los usuarios si las tarifas no han aumentado?
Y es que, en base a estimaciones que hacen las patronales del sector, lo que se paga esta temporada, unos 22 o 24 euros la noche, cubre a duras penas los costes que tienen muchos hoteles, más teniendo en cuenta el aumento exponencial de los precios de la energía y de la cesta de la compra.
Ahora bien, según comentan varias de las asociaciones de mayores más representativas del país, aunque en lo que llevamos de temporada han recibido más quejas que otros años –sobre todo, respecto a la comida–, una gran mayoría de los usuarios se estarían mostrando razonablemente satisfechos.
La razón: según el sector hotelero, muchas empresas estarían manteniendo la calidad "a pérdidas".Por ello, avisan, es urgente que el Imserso, organismo dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que dirige Ione Belarra, revise la tarifas para que este programa, creado a finales del siglo XX para fomentar el envejecimiento activo y, de paso, para revitalizar el sector turístico en temporada baja, siga siendo viable.
Además, en opinión de las asociaciones de mayores consultadas, no sólo se deberían modificar las tarifas, sino también replantear la oferta que, a su parecer, no se adapta ya a las necesidades y preferencias de las nuevas generaciones de usuarios. Cabe recordar que, según la Encuesta de 65YMÁS sobre el perfil del viajero Sénior, en la que participaron 8.340 personas, el 58% de los mayores de 60 años aseguraba que no participaba en este programa de turismo social.
Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030.
"Más quejas que en otros años"
"Es injusto generalizar, pero lo cierto es que este año estamos teniendo muchas más quejas, aunque la temporada pasada ya había varios hoteles que, según los usuarios, habían bajado, sobre todo, la calidad de las comidas", explica a este diario el secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT (@UJP_UGT), Anatolio Díez.
Eso sí, matiza, hay que destacar que no todos los hoteles están recibiendo la misma suma de dinero por los viajes. "Aunque siempre hablan de 22 euros, los hay que están recibiendo 27 o 28 euros. No sé si es suficiente, seguramente no, y por eso propusimos crear una mesa donde estuviéramos todas las partes implicadas –hoteles, agencias, empresas concesionarias, el Imserso y por supuesto los usuarios–, para tratar de llegar a algún acuerdo que suponga normalizar de una vez por todas el programa de Turismo Social", comenta.
Por su parte, el gerente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), Javier García Pérez, entiende que, "para lo que pagan", "la mayoría de los mayores piensa que lo que les dan es correcto".
Con todo, apostilla, muchos convienen en que "se tiende a abusar de comidas de calidad media y de fritos o procesados". “Pero en general están contentos. No han notado un cambio, a pesar de lo que ha subido la vida”, reconoce.
Aun así, puntualiza, sí que existe una queja que se repite constantemente entre sus asociados: "No les gusta que el modelo lleve sin cambiar desde hace años". "El programa nació bien, pero hoy en día los nuevos mayores tienen otras expectativas y a muchos no les importaría pagar algo más por ello", asegura.
Una opinión que comparten desde la Federació d'Associacions de Gent Gran de Catalunya (@Fatec). "Hay menos interés en contratar los viajes. Nuestros asociados nos comentan que hay alternativas buenas en agencias de viajes privadas, con mejores garantías", sostiene su presidente, Josep Carné, que critica: "Los que han viajado, nos comentan que ha disminuido la calidad del servicio en general y, en especial, la de las comidas". "También explican que las excursiones optativas durante su estancia se han encarecido en exceso", apostilla.
Un diagnóstico que comparte Marcelo Cornellá, presidente de ACUMAFU, una asociación de mayores de Fuenlabrada (Madrid) que organizó viajes para jubilados cuando se suspendió el programa del Imserso por la pandemia. “La calidad no es mala, pero es insuficiente. No tiene nada que ver con lo que se daba antes. Lo dijimos en su momento. Ahora mismo, los que son afortunados son los que viajan a la Comunidad Valenciana, porque han subvencionado a cada persona y hay dinero para buena comida y para contratar”, afirma. “Si esto no cambia, el Imserso va a tener tendencia a desaparecer y nos parece injusto, porque es vital para socializar”, señala.
Los hoteleros piden mayor financiación
Finalmente, desde el sector hotelero, la secretaria general de la patronal valenciana Hosbec (@HOSBEConline), Nuria Montes, reconoce que, por "22 euros" al día, es "inviable" dar el servicio –"habitación doble con limpieza, sábanas, pensión completa, vino y agua, animación, wifi..."–, sobre todo, con la inflación actual.
“Se generan cuantiosas pérdidas. Hemos calculado que el coste mínimo estaría en 34 euros y habría que sumarle un aumento del 6% en mano de obra", estima.
“El Gobierno ha llevado a la ruina al sector hotelero. Este desajuste lo está asumiendo la empresa de su propio bolsillo. Obviamente, se intentará dar todo sin bajar la calidad pero, aun así, los viajeros que vengan ahora, frente a los que lo hacían hace años, van a ver servicios devaluados por la política del Ministerio de Derechos Sociales”, augura.
Eso sí, advierte, las empresas del sector no pueden arriesgarse a devaluar su producto. “Es una industria con una alta satisfacción. Un hotel de cuatro estrellas no se puede permitir tener comentarios negativos. Necesitamos un programa sostenible”, reclama. “Están haciendo aumentos para otras licitaciones. No entendemos por qué el Ministerio mantiene el mismo esquema que antes”, critica. “El Estado además gana dinero con cada euro que invierte –cotizaciones, impuestos, menos paro...–", se lamenta.
Con todo, reconoce, aunque el Ejecutivo no ha tenido a bien responder a sus demandas, en su caso concreto, están recibiendo ayuda de la Comunidad Valenciana. “Hubo un plante de los hoteleros y la autonomía nos dotó de una financiación adicional para amortiguar todo. Fue una salvación in extremis. Además, nos parece desproporcionado que sean las autonomías las que salgan al rescate", concluye.
Este diario se ha puesto en contacto con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, responsable del Imserso, pero no ha recibido aún una respuesta.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.