Inocencio "Chencho" Arias, nacido en Almería en 1940, cuenta con una de las carreras diplomáticas más extensas y destacadas de la historia reciente de este país. Ha desempeñado labores diplomáticas en varios continentes y ocupado puestos relevantes con diversos gobiernos de la democracia: secretario de Estado y subsecretario con el de Felipe González, embajador en la ONU con el de Aznar y portavoz de Exteriores, repetición insólita, con los de UCD, PSOE y PP. En la ONU fue presidente del Comité Mundial contra el terrorismo. Ha sido director general del Real Madrid. Colaborador en innumerables medios de prensa, radio y televisión como El Mundo, Cadena Cope, República.com, El Diario de Navarra, Las Provincias, El Norte de Castilla... Ha publicado Confesiones de un diplomático, Los tres mitos del Real Madrid, La trastienda de la diplomacia, Los presidentes y la diplomacia, Mis mundiales, Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones. Memorias y hace excasos días Con pajarita y sin tapujos: De la superioridad moral de la izquierda a las ocurrencias de Trump y el problema nacional .
PREGUNTA: ‘Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones’ fue el título de sus Memorias. ¿Lo sigue pensando?
RESPUESTA: Hace muchos años que no. De creerlo no habría entrado en esta profesión. Haberlos haylos como en los ingenieros, los notarios, los periodistas o los bomberos. Pero son una minoría pequeña. Lo que ocurre es que al representar nosotros a un país se nota más.
P.: Ahora acaba de publicar ‘Con pajarita y sin tapujos’ y titula uno de sus capítulos “La superioridad moral de la izquierda”. ¿Existe realmente esa superioridad?
R.: Ni de broma, es una patraña, caca de la vaca, una afirmación infantil propia para ser transmitida a seminaristas de izquierda. Si miramos la corrupción económica..., si miramos a las manifestaciones de los líderes, ¿es Sánchez menos mentiroso que Rajoy? para nada, es mucho más, si miramos a la historia española, en 1936 hubo un golpe de estado que acabó con la República pero en el 34 la izquierda dió otro similar que fracasó y del que no se habla. Pensemos en la época de la guerra fría. La izquierda vitupera a cualquier dictador de derechas, lo que me parece normal pero, ¿por qué pasa por alto que el canalla político mayor de la segunda mitad del siglo XX fue Stalin? Se cargó a millones del personas y muchos escritores de izquierda le dedicaron a su muerte unos poemas, Alberti, el francés Aragón, Neruda que te sonroja leerlos. Al ser de izquierdas sus canalladas son pasadas por alto o se las minimiza. Vergonzante.
P.: En su libro también habla del caso de los ERE. ¿Son igual de terribles los ERE y la Gürtel?
R.: Ciertamente no. Los ERE es la tropelía ética mayor de los últimos ochenta años. Dinero destinado a los parados que es desviado para otros fines. ¡En la zona con más parados de Europa! Lo de la Gurtel palidece al lado de este cambalache penoso. Que los condenados no se hayan llevado un euro, algo que puedo creer de algunos de ellos, no es una justificación de ningún tipo. En absoluto. Primero se los pudo llevar el cuñado, el amiguete o el compañero del partido. Y segundo, se lo llevara quien se lo llevara, ¿cómo los altos cargos podían estar ciegos? ¿no leyeron ninguna de las advertencias del Interventor del estado? Todos los que hemos estado en la Administración hemos detenido cualquier utilización de fondos cuando llegaba una queja de la Intervención.
P.: Habla de la reforma constitucional con un tono irónico que, por cierto, recorre todo el libro...
R.: Sí, en la época que vivimos si no utilizas la ironía te dan ganas de llorar al escribir un libro sobre la situación actual. La Constitución es reformable, por supuesto. Pensemos por ejemplo, en la postergación de la mujer en la accesión al trono, en el papel del Senado... Ahora bien, pretender que hay que cargársela porque mucha gente actual no la ha votado es un argumento ridículo. Menos gente ha votado la francesa, la alemana, la italiana, la portuguesa, ninguna la de Estados Unidos... y muy pocos en esos países quieren hacer tabla rasa con ella. Todas esas denuncias encubren el deseo de acabar con el régimen actual y llevarnos a un terreno peligroso. Trato el tema con ironía, hablo de escraches buenos y malos, de que cualquier partido que gana las elecciones tiene que alumbrar una nueva Ley de educación, cargo las tintas en los juramentos floreados que se permiten en las Cortes y que chocan con la Constitución ante la mirada complaciente de la Presidente de la Cámara, abordo con idéntica ironía las cosas que puede hacer y que no puede hacer la policía, sobre el himno nacional, etc.. Es un capítulo bastante en clave de humor.
P.: En uno de los capítulos sale en defensa de Don Juan Carlos y su legado. ¿No le parece que su reinado ha tenido grandes luces pero también algunas sombras?
R.: Algunas sombras, sí, pero pocas y en temas de no excesiva trascendencia. Su legado, la defensa de la Constitucion el dia del golpe de estado hace años, su acierto al elegir a Suarez, su escrupuloso respeto al papel del gobierno, claramente más importante que el suyo, cómo nos ha representado fuera, con mano izquierda y elegancia... Son cosas de mucho más peso.
P.: También le da tiempo para hablar de fútbol en el libro, como gran aficionado que es, ¿Qué opina de la bronca entre Roberto Moreno y Luis Enrique?
R.: No la he seguido en detalle pero me cuentan que en las encuestas se le da más la razón a Moreno y se cree menos al que fue su jefe.
P.: Cambiando de tercio, ¿el asunto catalán se enquista, se descalabra, se replantea?
R.: Sigue ahí como el dinosaurio de Monterroso. El souflé no se ha desinflado. Sólo un pelín. Y Sánchez no lo va a solucionar. Nos oculta constantemente cosas y tiene demasiado apego al poder. Aparte de que en ese asunto tiene algo de voluntarismo infantil, de mesianismo como Zapatero.
P.: ¿Son victimistas los separatistas?
R.: Son la esencia del victimismo. Pero el problema no está en los dirigentes que se inventan lo de que España nos roba. ¿Cómo les robamos, comprando sin cesar productos catalanes el mismo dia que nos insultan y dicen que van a repetir el golpe de estado? o que España los asfixia culturalmente. ¿Cómo? ¿Se prohibe su lengua, sus periódicos o libros en catalán, se ha cerrado la televisión aunque difunda mensajes supremacistas divisorios y en ocasiones de odio a España? ¿Se han censurado los libros de texto catalanes donde su cuenta una historia que nunca existió, la idiotez de la guerra de secesión por ejemplo que no fue tal sino de sucesión?. Los catalanes, en la historia verdadera de ese momento, querían seguir siendo españoles pero con otro Rey. Nada de eso. Con todo, que se propalen esas fantasías con un fin político no es lo más serio. Lo grave, lo gravísimo para España y la convivencia, es que esas patrañas, difundidas durante dos o tres décadas, son creídas por un porcentaje no despreciable de la gente de Cataluña. Un lavado de cerebro eficaz y al que nuestros gobiernos ha cerrado los ojos. Ahí está el problema dramático.
P.: ¿Vería bien que Pedro Sánchez fuera presidente gracias a la abstención de ERC?
R.: Lo vería mal, fatal, pero es casi inevitable. Sánchez va a firmar varias letras a los separatistas, unas que conoceremos, otras que serán confusas pero que conducirán inevitablemente al agrietamiento de España. Pasito a pasito el traje se va a deshilachar. Lo preocupante es que el votante del PSOE está aletargado, hipnotizado con la obsesión de que la derecha no toque bola, vemos el lenguaje corporal de Sánchez y prefiere charlar con los que quieren romper España antes que con Casado o Arrimadas. E igualmente preocupante es que las grandes figuras del PSOE, que es sabido que se están mesando los cabellos, sólo protestan con la boca chica ante esta barbaridad contra natura.
P.: Vox y Unidas Podemos, ¿cuál es mejor o peor de los dos?
R.: En el libro digo que me rompe los esquemas oir sin cesar que Vox es un partido fascista y que huele mal y que Podemos es democrático y huele aceptablemente. ¿No era Podemos el que nació con el slogan de que la soberanía no estaba en las Cortes sino en la Puerta del Sol, en la manifestación? ¿No es eso fascismo de izquierdas? ¿No decían sus líderes que bienaventurados los que vivían en la Venezuela de Chaves dando a entender que aquello era un paraíso político y España un régimen poco deseable, tortuoso? ¿Cabe mayor inmadurez tendenciosa?
P.: ¿Sigue teniendo peso el franquismo en España?
R.: Hay gente que añora el franquismo, no tan poca pero no muy abultada. Con todo, peso, peso...es muy escaso
P.: A sus 79 años, ¿cree que en España sufrimos la lacra del edadismo, de la discriminación por razón de edad?
R.: En un momento en que se vive mucho más, tenemos una larga longevidad, se ha archivado a los mayores de 65 o 70 años. Eso no está bien. Esa marginación generalizada tiene algo de despilfarro.
P.: Usted es un claro ejemplo de envejecimiento activo, ¿Qué recomienda a los mayores para que continúen siendo activos y participen en la sociedad?
R.: Que no se conviertan en un haragán de sofa. Dosificadamente hay que seguir leyendo, andando, participando en actividades de voluntariado. En este aspecto es clave escoger una que verdaderamente le interese a uno. Inclinarse por una cualquiera, con la primera que te digan con tal de hacer algo puede aburrirte y ya dejarlo estar para siempre.
P.: ¿Le preocupa el tema de la revalorización de las pensiones según el IPC real y su blindaje por Ley?¿No es suficiente blindaje el artículo 50 de la Constitución?.
R.: No tengo una postura clara. El mantenimiento del poder adquisitivo es importante, pero claro si el pensionista medio gana, ganamos, algo más que uno que acaba de conseguir un empleo y quiere crear una familia, ahí empezamos a tener problemas
P.: De los 9,2 millones de españoles mayores de 65 años, el 19% de la población, más de uno de cada 5, cerca de dos millones viven en situación de soledad no deseada ¿Qué solución podríamos dar a este problema?
R.: Creo que hay asociaciones ligadas a la Iglesia que están mentalizadas sobre esto y actúan. Desde luego, aparte de la acción estatal es un buen campo para el voluntariado. Se pueden idear cosas que alivien parcialmente esa soledad
P.: ¿Y al problema de las listas de espera para aplicar la Ley de Dependencia?
R.: La Ley, bien intencionada, nació sin financiación y creó demasiadas expectativas. Los recursos para ello son importantes pero, como siempre, el gobernante tiene que optar, priorizar: más becas, más ayuda para preservar la naturaleza, más para la dependencia, retocar las pensiones más bajas, la lucha contra el cáncer que parece recibe menos ayuda que la lucha contra el maltrato... la lista es larga y los políticos, no pocas veces, engañan con promesas vastas e irrealistas.
P.: ¿Cuales son sus proyectos más inminentes? ¿Para cuándo el próximo libro?
R.: Promocionar este que, en un par de semanas, ha entrado en la segunda edición. No se si escribiré otro pero ya me ocurrió hace un par de años cuando accedí a hacer este. Era reacio a embarcarme... pero la editorial insistió y ahí está. Espero que el que lo lea lo encuentre ameno. En eso es en lo que más me he esforzado.