La insuficiencia cardíaca es una patología que se caracteriza por la incapacidad del corazón de bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de manera eficiente, y esto repercute a todo el organismo.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina, lo normal es que aparezca a raíz de una afección prolongada, pero también hay casos en los que puede aparecer de forma inesperada y repentina.
Esta enfermedad es la primera causa de hospitalidad en los mayores de 65 años, y afecta al 9% de los mayores de 80 años en España, tal y como aseguraron los profesionales médicos en la XXIV Reunión del Grupo de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad de la Medicina Interna (SEMI), celebrada en 2022.
Durante esta reunión, los profesionales aseguraron que "el ingreso hospitalario por insuficiencia cardíaca empeora significativamente el pronóstico vital de los pacientes y que este es un periodo de máxima vulnerabilidad para el paciente". Y han destacado que "el ingreso hospitalario se ha convertido en una oportunidad única para optimizar el tratamiento farmacológico del paciente", ya que hay evidencia de que los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen tasas de prescripción de fármacos recomendados para esta patología por debajo de lo deseable.
Además, la mortalidad de la insuficiencia cardíaca (IC) en España no ha conseguido reducir sus elevadas tasas en los últimos años (en torno al 10 por ciento). Además, los fallecimientos por esta causa muestran diferencias muy significativas entre comunidades autónomas, según un análisis de todas las altas hospitalarias por insuficiencia cardíaca registradas en el Sistema Nacional de Salud entre 2003 y 2015, llevado a cabo por investigadores de varios centros hospitalarios españoles. En ese periodo, se registraron un total de 4.946.702 ingresos por enfermedades cardiovasculares, de los que 1.363.022 correspondían a insuficiencia cardíaca.
Causas
Las causas que pueden propiciar esta enfermedad son el infarto de miocardio, la hipertensión arterial, las miocardiopatías, las enfermedades valvulares, algunas cardiopatías congénitas y, menos común, las enfermedades del pericardio, apunta la Clínica Universidad de Navarra.
Además, algunos de los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar esta enfermedad son el consumo de algunos medicamentos para la diabetes, consumir alcohol y tabaco, la apnea del sueño o la obesidad.
Síntomas
Como comentábamos anteriormente, lo normal es que la patología no aparezca de manera repentina, sino que empiece a prolongar de manera progresiva, y sin que nos demos cuenta.
Los más comunes son, según la Biblioteca Nacional de Medicina:
Tos
Fatiga, debilidad, desmayos
Pérdida de apetito (inapetencia)
Necesidad de orinar en la noche
Pulso irregular o rápido, o una sensación de percibir los latidos cardíacos (palpitaciones)
Dificultad para respirar cuando está activo o después de acostarse
Hígado o abdomen inflamado (agrandado)
Hinchazón de pies y tobillos
Despertarse después de un par de horas debido a la dificultad para respirar
Aumento de peso
Los expertos explican que es que estos síntomas aparezcan cuando las personas son activas, de ahí que no le demos importancia, pero luego pueden aparecer cuando no estamos cansados.
Tratamiento
Acudir al médico cuando empecemos a sentir alguno de estos síntomas es muy importante para que el profesional pueda realizarnos un seguimiento, y darnos el tratamiento adecuado.
Pero antes del tratamiento, los médicos realizarán un ecocardiograma para asegurarse que se trata de insuficiencia cardíaca. También pueden pedir un análisis de sangre y de orina, y un TAC y RM.
Una vez, los profesionales hayan confirmado que se trata de insuficiencia cardíaca, lo habitual es que el tratamiento se base en medidas médico-farmacológicas que se combinan con la rehabilitación.
Y algo muy importante: se realizarán controles cada tres o seis meses, donde se realizarán exámenes para revisar el correcto funcionamiento del corazón.
Pronóstico
Los medicamentos no es lo único que ayudará a los pacientes con insuficiencia cardiaca a tener la patología controlada. También será necesario cambiar el estilo de vida, y evitar fumar y consumir alcohol, tener un ritmo activo caminando o haciendo los ejercicios que el médico recomiende. Mantener el colesterol a raya y descansar lo suficiente, es muy importante.
Aún así, es importante saber que la enfermedad puede empeorar por:
Falta de irrigación al miocardio (isquemia)
Comer alimentos muy salados
Ataque cardíaco
Infecciones u otras enfermedades
No tomar los medicamentos correctamente
Ritmos cardíacos nuevos y anormales
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.