La inteligencia artificial juega un papel pionero tanto en la optimización médica como en el acompañamiento de mayores. El último avance se ha producido en la Universidad de Boston, donde han logrado crear un modelo computacional capaz de captar en la voz de los pacientes la presencia de enfermedades cognitivas como la demencia o el alzhéimer.
Una ayuda extra en la detección
Hasta ahora no existía un diagnóstico automatizado de estas demencias, sino que el paciente debía pasar por una serie de escáneres neuronales acompañados de test cognitivos. Frente a esta metodología, la nueva inteligencia artificial ha recopilado más de 1.000 grabaciones de entrevistas a pacientes y ha logrado desarrollar un detector precoz de la enfermedad. De ser integrada en los hospitales, esta herramienta permitiría a los doctores hacer un diagnóstico con mayor antelación.
El algoritmo se basa en una fórmula que se va perfeccionando cuantos más casos recibe. En un primer momento, el equipo de la Universidad de Boston tomó como entrenamiento del algoritmo las más de 1.000 grabaciones que recogió en otro de sus proyectos, el Framingham Heart Study.
Posteriormente, elaboró un diseño de reconocimiento por voz al que integró un algoritmo capaz de aprender automáticamente el lenguaje y convertirlo en textos codificados. Posteriormente, a base de prueba y error, el programa fue elaborando un patrón de detección de la demencia y el alzhéimer basándose, además de en estos datos, en diagnósticos neuronales y sus datos demográficos.
Logros de la IA
Actualmente, este programa es capaz de detectar tanto la presencia de deterioro cognitivo como el nivel de gravedad. De hecho, el programa era capaz de predecir la posibilidad de desarrollar demencia o alzhéimer incluso antes de que aparecieran los primeros síntomas clínicos.
Al dividir las transcripciones por secciones, también determinaba en qué áreas se iba a experimentar este deterioro, lo que facilitaría a los médicos un tratamiento más especializado para cada paciente.
En los estudios científicos sobre la enfermedad de Alzheimer es conocido que uno de los campos cerebrales sobre los que puede afectar la neuroinflamación es el lenguaje. Lo sorprendente es que esta máquina detectó que no se basa tanto en la forma como en el contenido. Es decir, no sería tan importante la dificultad para hablar como la coherencia interna del discurso.
Beneficios para la ciencia y la medicina
Como indicaba el coautor del artículo en una nota de prensa, Ionannis Paschalidis, “este enfoque nos acerca un paso más a la intervención temprana. Una detección más rápida y temprana de la demencia y el alzhéimer podría impulsar ensayos clínicos más grandes que se enfoquen en individuos en etapas prematuras de la enfermedad y potencialmente permitir intervenciones clínicas que desaceleren el deterioro cognitivo.
En este sentido, ya se estudia la posibilidad de integrarla como una herramienta en línea, lo que tendría dos beneficios enormes. Por una parte, se podrían subir aún más grabaciones y seguir perfeccionando el algoritmo. Además, esta inteligencia artificial podría ponerse al servicio de otras investigaciones que aportarán un enfoque más complejo o que desvelaran formas de detección precoz e incluso un tratamiento.
