El reciclaje de productos tecnológicos es esencial para frenar el cambio climático

¿Eres capaz de imaginar la isla de Manhattan en Nueva York llena de réplicas de la Torre Eiffel? ¿Resulta complicado, verdad? Pues es más o menos lo que ocuparían los 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan al año en todo el mundo, es decir, un peso superior a todos los aviones comerciales que se han fabricado hasta la fecha.

Esta cifra dada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha sido refrendada por la ONU (@ONU_es) y pone de manifiesto la importancia que tiene y va a tener el reciclaje de los millones de dispositivos electrónicos que se dejan de utilizar cada año, pues de lo contrario, supondrán un importante hándicap para frenar el cambio climático y evitar el constante deterioro del medio ambiente.

Solo has de imaginar la cantidad de dispositivos que en estos momentos tienes y los muchos que ya has utilizado. Toda esa basura tecnológica debe ser reciclada porque contiene componentes contaminantes (“que entrañan riesgos notables para el medioambiente y la salud”, según la UIT) y porque la producción de nuevos materiales conlleva la consiguiente contaminación.

Mucho por hacer en España

En España la situación no es precisamente halagüeña si tenemos en cuenta el informe Global E-waste Monitor, que sitúa a nuestro país como el quinto de la Unión Europea que más basura electrónica genera: unas 930.000 toneladas anualmente. Sin embargo, el principal problema se halla en que solo reciclamos el 21% de los desechos electrónicos y que el 60% termina en paradero desconocido.

Oportunidad de beneficios

El reciclaje de aparatos electrónicos, que cada uno de nosotros debemos llevar a cabo en los diferentes puntos limpios que hay en nuestras ciudades, no solo mejorará la calidad del medio ambiente –o al menos no la empeorará–, sino que también traerá consigo otros beneficios. Y es que la Unión Internacional de Telecomunicaciones considera que “si reciben el tratamiento oportuno a través de cadenas y métodos de reciclaje apropiados pueden generar oportunidades cuyo valor supera los 62.500 millones de dólares anuales y crear millones de nuevos puestos de trabajo decentes a nivel global”.

En este sentido, tanto esta organización como las Naciones Unidas se han marcado como meta “incrementar el porcentaje global de reciclado al 30% y aumentar al 50% el porcentaje de países con legislación sobre residuos electrónicos. En la actualidad solo se recicla formalmente el 20% de esos desperdicios”.