El mismo año que Venecia celebra los 1600 años desde su fundación, la ciudad consigue que se escuche una petición que lleva años reclamando al Gobierno de Italia. El Ejecutivo de Mario Draghi ha aprobado un decreto que prohíbe a las grandes embarcaciones que superen las 40.000 toneladas atravesar la laguna. La decisión ha sido tomada con el objetivo de proteger el patrimonio cultural, artístico y medioambiental de la ciudad de los canales. Por ello, durante los próximos dos meses, se convocará un concurso para recopilar ideas que den con una solución definitiva.
Las impresionantes imágenes del crucero MSC Opera estrellándose contra una pequeña embarcación turística amarrada en el muelle de San Basilio dieron la vuelta al mundo en 2019. Venecia, la ciudad surgida en una laguna del Mar Adriático, destaca por ser un lugar especial que ha conllevado a la aparición de un turismo de masas en forma de autobuses y cruceros mastodónticos que se acercan a ella. La gravedad de ambos problemas lleva mucho tiempo siendo aún mayor que las inundaciones provocadas por las mareas altas, conocidas como 'acqua alta'.
Muchas iniciativas ciudadanas, como la plataforma Venessia, llevan tiempo intentando frenar los efectos de este turismo masivo, junto a las numerosas reclamaciones de organizaciones ecologistas y de la propia UNESCO (@UNESCO), que amenazó en 2012 con retirarla de la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad si no buscaba alternativas al tráfico marítimo. Estos grupos denuncian que los buques que atraviesan la histórica Plaza de San Marcos mediante el canal de la Giudecca erosionan el lecho marino y generan daños paisajísticos y medioambientales.
Finalmente, el Consejo de Ministros ha aprobado un decreto-ley con el objetivo de "resolver estructuralmente el problema del tránsito de grandes barcos en Venecia, proporcionando puntos de atraque fuera de la laguna. El Gobierno ha establecido una primera fase de solución temporal, en la que las enormes embarcaciones deberán atracar en el puerto industrial de la Marghera –localidad situada al oeste de Venecia– con el fin de comenzar a alejarlas progresivamente de la laguna.
El ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, celebró esa iniciativa en Twitter: “Una decisión justa que se esperaba desde hace años: el Consejo de Ministros aprueba un decreto ley que establece que el desembarco definitivo de los grandes barcos en Venecia debe diseñarse y construirse fuera de la laguna, como ya solicitó la UNESCO”.