Los desafíos demográficos, sociales y económicos que rodean el envejecimiento han vuelto a pasar desapercibidos de la Cumbre de Jefes de Estado del G20 celebrada estos días en Río de Janeiro (Brasil). Todo ello pese a que las personas mayores de 65 años ya conforman el 20% de la población de la mitad de los países miembro (Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía) y en 2040, todos estos países (excepto cuatro) serán clasificados como “superenvejecidos. Un asunto que para algunos expertos podría elevarse a "urgencia planetaria".
La esperanza para esta Cumbre que tenía como lema "Construir un mundo justo y un planeta sostenible", estaba puesta en que la anterior cumbre de Osaka en 2019 los líderes del G20 reconocieron la importancia de promover políticas de envejecimiento activo, tal como destacó la plataforma internacional en defensa de los mayores Helpage (@HelpAgeEspana), "que podrían ser solo palabras, pero ponían el tema sobre la mesa", opinan los expertos consultados. En esta ocasión tan solo hemos encontrado ligeras menciones a temas genéricos como la "lucha contra la desigualdad" o combatir la "discriminación por sexo, edad o raza".
La cita de este año, marcada por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y los conflictos en Oriente Próximo y Ucrania, ha culminado mostrando las numerosas discrepancias entre las principales economías mundiales, terminando con un tímido acuerdo pidiendo el alto el fuego en Gaza y Líbano y la defensa de una “una paz justa y duradera” en Ucrania, así como un "tributación progresiva" para los multimillonarios. El foco ha estado además en el acuerdo para lanzar una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la gran apuesta del presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, y la urgencia para actuar contra el cambio climático, que se ha desplazado no obstante a la Cumbre del Clima (COP29) que se celebra estos días en Azerbaiyán.
El martes (19), durante la Cumbre de Líderes del G20, el Presidente Lula hizo un llamamiento a los países del G20 para combatir las emergencias climáticas. «La COP30 será nuestra última oportunidad para evitar una ruptura irreversible del sistema climático». + pic.twitter.com/apWKgq0Uw7
Ni el discurso de apertura, ni el de clausura han tenido un hueco para abordar específicamente los retos del envejecimiento, limitándose si acaso a hablar de "desigualdades" entre la población por razón de sexo, edad o raza. Aunque el discurso de apertura del presidente brasileño Lula da Silva prometía poner a los "invisibles" en el centro de la agenda internacional", esta interpelación ha ido más bien dirigida a promocionar la Alianza global contra el hambre y la pobreza que ya ha sido ratificada por más de 80 países, incluida España, la gran apuesta de Brasil en el G20.
Tampoco en el discurso de la declaración final de la Declaración de los líderes del G20 en Río de Janeiro hemos encontrado guiños a las personas mayores. Habría que irse hasta el documento de más de 20 páginas con el acuerdo de la Declaración de líderes del G20, para encontrar un punto – el 24 – que reconoce que "las desigualdades tienen un impacto intergeneracional", ya que "las oportunidades y los resultados de una generación influyen directamente en los de la siguiente", así como el recordatorio de acceso a servicios y oportunidades de manera igualitaria.
Pero sin comprometerse a ninguna meta concreta. Tan una llamada a "sistemas de salud resilientes e inclusivos", reforzados con compromisos como el del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ha participado como país invitado permanente de incrementar en hasta 60 millones de euros su aportación a la Ronda de Inversiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar los "retos futuros".
Afrontar el reto del envejecimiento, una "urgencia planetaria"
Los expertos consultados critican la "complacencia general" y la falta de compromisos específicos respecto a los desafíos del envejecimiento en la Cumbre del G20 preocupados por que quizás, cuando se quiera actuar, ya será tarde. "Yo me siento como con el cuento del lobo. Nadie te hace caso cuando les dices lo que se viene y algún día se acordarán y se preguntarán, ¿por qué no pusimos los esfuerzos en prepararnos para esto? Nadie se da cuenta de que el sistema sanitario, de cuidados, e incluso de pensiones están tensionados y corren el riesgo de reventar en España pero también en otros muchos países por la evolución demográfica", opina Juan Carlos Alcaide (@AlcaideJC), experto en Economía de la Longevidad y CEO de la consultora The Silver Economy Company, quien lamenta la ausencia del tema en la agenda del G20 a pesar de que se trata de una "urgencia planetaria".
Alcaide compara la situación de España con la de Latinoamérica, donde la presión demográfica es menor. Sin embargo, observa que según su propia experiencia, países como Chile están tomando en serio el envejecimiento con interesantes iniciativas, y que en Brasil, "hay una sensibilidad hacia los temas de las personas mayores" que no se ve en España. Uno de los aspectos más preocupantes sobre la mesa, según Alcaide, es la soledad no deseada, que describe como una "epidemia planetaria" con un "coste enorme" para los sistemas de salud.
El edadismo y la gestión de la longevidad, los grandes ausentes de la cumbre
"Me he revisado a fondo los contenidos del G20 de Brasil yno he encontrado ni una sola referencia al invierno demográfico, ni al edadismo ni a la gestión de la longevidad... Tan solo la declaración "hueca" sobre las desigualdades intergeneracionales. Muchas palabras para no decir nada en concreto ¡Una pena!" asegura Laura Rosillo (@laurarosillo), una de las mayores expertas del Age Managment o Gestión de la Edad en España, quien nos confiesa que no le extraña. "Dudaba mucho que estos temas fuesen a incluirse en la declaración final".
Por su parte, Javier Lorenzo (@javilor) politólogo y profesor de la Carlos III de Madrid (@uc3m), quien ha estado siguiendo la cumbre diplomática día a día, también mostraba su desconfianza a que este asunto fuese central en el debate de los Jefe de Estado. "Los temas de mayores suelen ser los grandes ignorados, pese a tener un gran peso electoral. Por eso, dudaba mucho que éste fuese a ser un tema capital en el G20 de Brasil a pesar de la importancia que puede tener para el futuro mundial".
The big day has arrived for the Social G20! This Saturday, the 3rd and final day of the Summit features the delivery of a document filled with contributions from civil society to President Lula, to be reviewed by heads of state at the G20 Leaders' Summit next Monday and Tuesday. pic.twitter.com/GHC4sEVh4w
Ni siquiera la declaración del G20 Social se centra en los mayores
Ni siquiera la Declaración de la Cumbre Social de Río de Janeiro, a la que han acudido organizaciones de la sociedad civil, incluye el compromiso de adoptar medidas específicas dirigidas a las personas mayores. Acordada el pasado 16 de noviembre en una cumbre paralela, este documento hace un llamamiento a asumir la "responsabilidad de liderar una transformación profunda y duradera", centrado en temas como la lucha contra el hambre y la pobreza en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, la lucha por la sostenibilidad y contra el cambio climático o la reforma de la gobernanza global, no se menciona explícitamente a las personas mayores como un grupo objetivo concreto de estas políticas.
Aún así, destacan algunos puntos de la declaración que podrían tener un impacto indirecto en las personas mayores como son inclusión social y financiera, la lucha contra la desigualdad y la discriminación, el trabajo decente y protección social o la reforma de la gobernanza global que promueva la democracia y la participación de la sociedad civil. Un sistema de gobernanza más inclusivo podría brindar a las personas mayores mayores oportunidades para participar en la toma de decisiones y expresar sus necesidades. También aparecen las "personas mayores" como participantes junto a otra decena de colectivos como jóvenes, personas con discapacidad o migrantes.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.