¿Sabes qué pasaría si desapareciesen las abejas del planeta?

Nada, contestaría muchos. Sin embargo, es más serio de lo que parece, ya que la desaparición paulatina que, en los últimos años, viene padeciendo esta especie de insecto podría afectar a los ecosistemas y a nuestra alimentación.

Dicho de otro modo, sin las abejas perdemos el papel tan importante que tienen estos bichos polinizadores y que está muy relacionado con nuestra propia supervivencia aunque no lo creamos. 

¿Cuál es la función esencial de las abejas?

Es un hecho, las abejas están en peligro de extinción. A efectos prácticos, su desaparición acabaría con la polinización que realizan y que permite que las flores sean fecundadas y obtengamos frutos y semillas.

Es decir, nuestra alimentación está en juego. Según la FAO (@FAOenEspanol) de un centenar de especies de cultivos salen el 90% de los alimentos en todo el mundo. ¿Y dónde entran las abejas en todo esto? Unas 70 de esas especies necesitan de las abejas. Más claro no se puede decir. 

Pero este grave problema no solo nos afectaría a nosotros los seres humanos, sino que estos insectos sirven para que otros mamíferos se alimenten. Y estos, a su vez, sirven de alimento para otras especies. La cadena de la alimentación, en definitiva. O lo que es lo mismo, una crisis alimentaria a nivel mundial de consecuencias previsiblemente muy negativas. 

¿Cómo podemos evitarlo? 

Son varias las causas que se esconden tras la gradual desaparición de las abejas y el hecho de que no se reproduzcan para continuar la especie. Entre ellas la contaminación del aire, el cambio climático o el uso de pesticidas y otros productos tóxicos que se emplean en campos de cultivo.

Precisamente en este último punto, los países de la Unión Europea se han puesto manos a la obra para adoptar medidas que acaben con el empleo de ciertos pesticidas que resultan dañinos para estas colonias de abejas. Una medida que se une a las prácticas más ecológicas y menos industriales que ya se empiezan a llevar a cabo en muchas explotaciones agrarias de todo el mundo. 

Además de estas causas, la presencia de especies invasoras, así como ciertos parásitos que enferman a estas abejas también están en el origen de su extinción. En este caso, las soluciones pasan por una mayor investigación para emplear técnicas que acaben con esos ácaros pero que no sean tan invasivas de poner en riesgo la vida de las tan necesarias abejas. 

Si nada de esto funciona y seguimos tratando así al planeta, asistiremos a la degradación de nuestra alimentación y de los ecosistemas.