Los jubilados franceses echan un pulso al Gobierno galo "para impedir la bajada de las pensiones"
Francia, paralizada: Las claves de la huelga contra la reforma de las pensiones de Macron
El primer ministro francés, Edouard Philippe, número dos del Ejecutivo de Emmanuel Macron, ha comparecido hoy para explicar en qué consistirá la reforma de las pensiones. Tras un largo discurso explicatorio, Philippe no ha aportado grandes novedades sobre este nuevo "sistema universal de pensiones", fiel, según él, al instaurado por "el Consejo Nacional de la Resistencia después de la Segunda Guerra Mundial" y que "se adaptará a las nuevas vidas laborales y tendrá en cuenta la precariedad".
El Gobierno galo no cede ante las presiones de los sindicatos: mantiene la prometida supresión de los 42 regímenes existentes (entre los cuáles hay algunos especiales para ciertas profesiones) y pretende implantar el llamado "sistema por puntos sueco" que, según denunciaba el sindicato CGT a este diario, devaluará las pensiones al variar "según la coyuntura económica".
Sin embargo, el primer ministro también ha puntualizado que para ciertos trabajos se aplicarán medidas compensatorias y que los trabajadores con empleos penosos o duros se podrán jubilar antes. Asimismo, este sistema "beneficiará a las mujeres", según el representante del Gobierno, porque se contabilizarán las bajas por maternidad y habrá beneficios para las familias que tengan hijos. También ha señalado que todos estos cambios sólo afectarán a "los nacidos después de 1975".
Manifestación del pasado jueves contra la reforma. Foto: CGT.
Se mantiene la subida de la edad de jubilación
Philippe tampoco ha retirado la propuesta de retrasar la edad de jubilación a los 64 años (actualmente los franceses lo hacen con 62). No obstante, el primer ministro ha matizado que se hará progresivamente y que será a partir de 2027 cuando se comience a aplicar.
Por otra parte, en su discurso, Philippe ha prometido que subirán "las pensiones mínimas", que rondan los 800 euros, según CGT, "hasta los 1.000 euros, para los que hayan cobrado el salario mínimo interprofesional durante toda la vida laboral".
Aun así, cabe destacar que todo lo avanzado por el dirigente francés no es más que un esbozo de la propuesta y que aún deberá concretarse más y pasar por el Parlamento, a principios de 2020, para que introduzca modificaciones.
Sindicatos y partidos políticos reaccionan
Las declaraciones del primer ministro francés no han sentado bien a las fuerzas sindicales que llevan desde el jueves pasado en huelga indefinida, paralizando las principales comunicaciones ferroviarias y el metro de París entre otros servicios públicos. "El Gobierno se ríe de la gente", han señalado desde la CGT, uno de los sindicatos que más apoya estos paros. Por su lado, el máximo representante de la segunda organización sindical de Francia, el secretario general de la CFDT, Laurent Berger, que no se mostraba tan partidario de la huelga hasta ahora, ha afirmado que "se ha cruzado una linea roja" al querer instaurar, de facto, que "se trabaje más tiempo". En cuanto a la patronal francesa, el MEDEF (equivalente a la CEOE española), han apuntado que piensan que "se trata de un buen sistema para equilibrar este régimen de pensiones".
Finalmente, salvo el partido del presidente de la República, Emmanuel Macron y otras formaciones de centro, el resto de fuerzas políticas se han mostrado desfavorables al cambio propuesto por el Gobierno. "Macron acaba de instaurar la edad de jubilación a los 64 años", ha escrito en su cuenta de Twitter el líder de la formación de izquierdas Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. Tampoco gusta esta reforma a la extrema derecha de Marine Le Pen. "La reforma no es aceptable, los franceses salen perdiendo", han señalado desde Reagrupación Nacional, el partido de Le Pen. Por último, desde el partido de centro derecha, Los Republicanos (herederos de la antigua UMP de Nicolás Sarkosy), han denunciado que con esta reforma las pensiones "van a bajar".