Investigadores de la Universidad Pablo Olavide (@pablodeolavide), en Sevilla, han determinado en un estudio cómo los niveles de coenzima Q10 en el plasma sanguíneo están fuertemente relacionados con la capacidad cognitiva y ejecutiva en personas mayores. La investigación, publicada en la revista The Journals of Gerontology, se ha llevado a cabo gracias a la colaboración de mayores de centros de participación activa de Sevilla y a la financiación de un proyecto FEDER-UPO.
En concreto, han participado investigadores de los departamentos de Antropología, Psicología y Salud Pública, Fisiología, Anatomía y Biología Celular, del Centro de Investigación en Rendimiento Físico y Deportivo y del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo de la Universidad Pablo de Olavide. El estudio, llevado a cabo por Cristina Fernández Portero, Josué García Amián, Rocío de la Bella Garzón, Guillermo López-Lluch y David Alarcón Rubio, se realizó a principios de 2019 gracias a la colaboración de personas mayores usuarias de tres centros de participación activa (CPA) de Sevilla: Cerro del Águila, Triana y Heliópolis y la residencia de mayores de Heliópolis, anexa al CPA del mismo nombre, y a la financiación de un proyecto de la Universidad Pablo de Olavide dentro del Programa Operativo FEDER 2014-2020 y de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía.
Durante la investigación, los participantes se sometieron a varios cuestionarios para determinar su calidad de vida, su capacidad cognitiva y su salud, al tiempo que se les tomaban muestras sanguíneas en busca de parámetros que pudieran relacionarse con su salud y capacidad mental.
Nuevas líneas de investigación
El estudio se centró en la Coenzima Q10 (CoQ10), una molécula esencial para múltiples funciones en el organismo. Su deficiencia extrema provoca graves enfermedades que pueden llegar a provocar la muerte en el paciente; mientras que menores descensos se relacionan con enfermedades cardiovasculares, como diabetes, pérdida de músculo o enfermedades neurodegenerativas.
“Los estudios científicos están constatando cada vez más que el descenso de CoQ10 en los órganos durante el envejecimiento tiene mucho que ver con el agravamiento de todas estas enfermedades asociadas con la edad y probablemente con los problemas que observamos en el sistema inmunitario”, indica el profesor Guillermo López Lluch, en una nota recogida por la Universidad.
“Cuando comenzamos a cruzar los datos obtenidos en las diferentes determinaciones comprobamos que la relación entre los niveles de CoQ10 en sangre y las habilidades cognitivas y la capacidad de tomar decisiones o capacidad ejecutiva eran mucho más potentes que cualquier otra relación con otros parámetros. Por alguna razón, mantener niveles altos de CoQ10 en plasma ayuda a mantener la capacidad cognitiva y ejecutiva en personas mayores”, señala a su vez el profesor Alarcón Rubio.
La profesora Fernández Portero, primera firmante del estudio, explicaba que la complejidad en los estudios con seres humanos "hace obligatoria la necesidad de encontrar factores biológicos y sociales que nos permitan establecer relaciones estrechas que permitan adelantarnos a los procesos degenerativos que se asocian a la edad”. Y añadía: “Si podemos establecer protocolos de detección precoz del déficit cognitivo y los relacionamos con parámetros bioquímicos que puedan estar acelerando este déficit podríamos intentar aplicar terapias que, al menos, ralenticen la degeneración cognitiva y ejecutiva y mantenga durante más tiempo la calidad de vida en las personas mayores”.
Igualmente, el profesor López-Lluch considera que "sin un conocimiento preciso de los factores biológicos y fisiológicos que se encuentran directamente relacionados con los diferentes problemas que se van produciendo durante la edad, no podemos establecer terapias efectivas que intenten, en lo posible, mantener la salud durante el mayor tiempo posible. No se trata de añadir más años a nuestra vida, pero sí de añadir más calidad de vida durante los últimos años de ésta”.
Con este estudio se ha abierto la posibilidad de nuevas líneas de investigación que relacionen el CoQ10 con los factores que se han relacionado con la pérdida de capacidad cognitiva. “De nuevo, el conocimiento básico se vuelve esencial a la hora de buscar aplicaciones que mejoren la salud”, concluían los investigadores.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.