Investigadores relacionan el estrés con un envejecimiento acelerado

Las responsabilidades, las preocupaciones, el trabajo, la jubilación, el dinero, la salud... Todas estas situación, y muchas otras más, pueden hacer que nuestro nivel de estrés aumente. En la actualidad, y teniendo en cuenta el momento en el que nos encontramos caracterizado por la crisis que ha provocado y sigue provocando la pandemia del coronavirus, nuestros niveles de estrés pueden ser mayores, y esto a su vez tiene efectos físicos y mentales negativos para la salud. 

En este sentido, investigadores de la Escuela de Medicina de Yale (New Haven, Connecticut) han analizado cómo el estrés crónico está relacionado con consecuencias negativas para la salud a largo plazo, lo cual aumentaría la posibilidad de que el estrés estuviese relacionado con el envejecimiento acelerado. 

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista científica Translational Psychiatry. Para llegar a ellos, han examinado si los factores de resiliencia afectan la aceleración de la edad biológica asociada al estrés. En este sentido, los "relojes epigenéticos", desarrollados recientemente, como GrimAge (un modelo capaz de medir el impacto del estrés en la aceleración del envejecimiento biológico en las personas sanas de entre 18 y 50 años), han demostrado su utilidad para predecir la edad biológica y la mortalidad. 

La regulación de las emociones modera la asociación entre el estrés y el envejecimiento

En el estudio, los investigadores han evaluado el impacto del estrés acumulativo, la fisiología del estrés y la resiliencia sobre el envejecimiento acelerado en una muestra comunitaria de 444 individuos reclutados entre 2008 y 2012, de los cuales se excluyó a aquellos que tomaban medicamentos recetados, padecían enfermedades mentales actuales, incluido el trastorno depresivo mayor o el trastorno de ansiedad generalizada, y se incluía a personas con obesidad, así como a una pequeña cantidad de personas con niveles de riesgo de consumo de alcohol. De ahí se concluyó que el estrés acumulado se asociaba con un envejecimiento biológico acelerado, según lo medido por GrimAge.

De igual forma, la regulación de las emociones moderaba la asociación entre el estrés y el envejecimiento, es decir, que una peor regulación de las emociones provocaba una mayor aceleración de la edad relacionada con el estrés, mientras que una mayor regulación de las emociones evitaba efectos significativos del estrés en GrimAge.

"Estos resultados demuestran que el estrés acumulativo está asociado con el envejecimiento epigenético en una población sana, y estas asociaciones se modifican por factores de resiliencia bioconductual", explican los investigadores en el estudio. 

Por otra parte, otros aspectos como el sexo, la raza, el IMC, el tabaquismo, el consumo de alcohol, los ingresos, el estado civil y la educación, aceleran también el envejecimiento biológico. "En general, estos hallazgos apuntan a múltiples objetivos de intervención bioconductuales potencialmente modificables que pueden reducir o prevenir los efectos nocivos del estrés sobre el envejecimiento y los resultados de salud a largo plazo", añadían.

Este estudio es el primero en identificar una relación clara entre el estrés acumulativo y la aceleración de GrimAge en una población sana, según concluyen los investigadores, lo que sugiere que el estrés puede desempeñar un papel en el envejecimiento acelerado incluso antes de la aparición de enfermedades crónicas.