Las personas que se infectaron en residencias de mayores y que, posteriormente, recibieron la doble pauta de la vacuna podrían haber generado anticuerpos menos adaptados frente a las variantes de los que tenían antes, según un estudio que está realizando el CSIC con muestras de residentes del País Vasco que se habían inoculado Pfizer y que, previamente, habían pasado la enfermedad.
Y es que, por lo que parece, la segunda dosis –más que la primera– generaría una mayor especialización de los anticuerpos anticovid contra la variante de Wuhanyreconocerían peor otras mutaciones del virus, como la británica –actualmente, estarían intentando comprobar si esta misma constatación ocurre con delta (india), ya que las muestras se tomaron en primavera de 2021–.
“Los mayores previamente infectados tenían, en su mayoría, títulos de anticuerpos que reconocían la variante de Wuhan y la británica. Eso sí, cuando se inmunizaron con la segunda dosis, resulta que, aunque ganaron títulos –nivel de anticuerpos–, perdían, en parte, la capacidad de reconocer la variante británica. Es decir, parece que, cuanto más usas la misma vacuna orientada a la misma mutación del virus, haces que los anticuerpos sean mejores contra ella, pero que pierda capacidad de reconocer las otras”, explica Balbino Alarcón, profesor investigador del Centro de Biología Molecular Servero Ochoa del CSIC y uno de los promotores del estudio.
"Las vacunas protegen"
Con todo, matiza, esto no significa que "las vacunas no protejan". "Si se compara la mortalidad frente al número de casos en las distintas oleadas, se ha reducido mucho", sostiene.
Sin embargo, continúa, "ahora, las personas, a pesar de estar con la pauta completa, se infectan –la mayoría, con síntomas leves–. ¿A qué se debe eso? Hay dos posibilidades. Puede ser, porque las vacunas no han aportado un nivel suficiente de inmunización, pero también, porque esa respuesta no esté protegiendo totalmente frente a las nuevas variantes".
Por ello, el científico del CSIC entiende que se debería ser cauto a la hora de administrar una tercera dosis exactamente idéntica a las otras dos. “Creemos que no debería darse de forma indiscriminada. Actualmente, estamos viendo si, para la variante delta, ocurre lo mismo, pero yo esperaría que sea así. Por eso, insistir con la misma va a hacer que se pierda la capacidad relativa de reconocimiento de nuevas variantes”, apunta.
¿Tercera dosis en residencias?
Y tampoco sería recomendable un refuerzo para todos los usuarios de residencias de mayores. "Diría de hacerlo, en todo caso, con personas cuya respuesta, medible, sea baja”, propone.
Es más, en el futuro, argumenta, las personas que vayan perdiendo la protección se deberían vacunar “contra las nuevas variantes y no frente a la de Wuhan".
Además, estos cambios en las dosis de RNAm (como las de Pfizer o Moderna) se pueden hacer de forma "rápida", aunque, apostilla, es cierto que "las autorizaciones y pruebas pueden llevar su tiempo".
Nuevas vacunas
Así, la estrategia que propone seguir Alarcón podría tener ciertas similitudes con la de “la gripe". "Se suele hacer cada año. Se prepara contra la cepa dominante en ese momento, se crece el virus en embriones de pollo y se usa para vacunar contra la forma estacional. El desarrollo es rápido, pero utilizan virus atenuado. En el caso del coronavirus, no se usa esa técnica todavía, recurrimos al RNAm. Y me imagino que el tema sería demostrar que, con la nueva formulación, clínicamente, protege, y no tiene efectos secundarios”, señala el experto del CSIC.
Eso sí, aunque se logren crear dosis adaptadas a las variantes que vayan surgiendo, eso no significa que se vayan a poder inocular inmediatamente surjan estas mutaciones preocupantes. “Siempre estaríamos por detrás del virus, pero es mejor ir lo menos detrás posible”, opina.
Aun así, puntualiza, hasta que surjan otro tipo de vacunas basadas en otras tecnologías que generen una inmunidad más completa, podría haber otra solución complementaria que ralentizaría la aparición de estas variantes del virus. "Convendría extender la vacunación a todo el tercer mundo. Al replicarse menos el virus, puede dar lugar a un número inferior de variantes", comenta.
Otras conclusiones del estudio
Por último, cabe apuntar que el estudio también analizó la respuesta inmunitaria de la población en su conjunto –se utilizaron 700 sueros humanos– y se sacaron conclusiones similares que las que se extrajeron de la muestra de las residencias de mayores.
“Al principio, lo que queríamos era comprobar –utilizando nuestro sistema, que es muy fiable y robusto para medir anticuerpos que se unen a la proteína S del virus– qué tal funcionan las vacunas que se han puesto en España, ver qué títulos se producen con la primera dosis y la segunda y analizar los anticuerpos por infección en 2020 y en 2021, para compararlos. Pero, posteriormente, aprovechamos el método para medir la respuesta con el virus de Wuhan y, simultáneamente, frente a otras variantes emergentes”, recuerda Alarcón.
“Hemos reclutado muestras de personas inmunizadas con AstraZeneca, Moderna, Pfizer y Janssen. Hay vacunas que generan más títulos que otras. Con solo una dosis, claramente la de AZ y Janssen son inferiores a las otras de RNAm. Luego, con la segunda de AZ aumenta el título y se pone más cerca del que se consigue con Pfizer y Moderna. Así que la segunda inyección es claramente beneficiosa en cuanto a conseguir niveles mejores”, prosigue.
“Ahora, si miramos su reactividad con la variante de Wuhan y la Británica de estos anticuerpos, resulta que, comparativamente, la segunda dosis mejora el reconocimiento de la variante de Wuhan, pero empeora el reconocimiento de la británica. Es decir, que la administración de una segunda dosis, hace que los anticuerpos sean mejores contra la proteína que se está utilizando para la vacuna del año pasado de Wuhan, pero hace que se reconozca peor la variante británica”, finaliza.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.