El consumo de tabaco calentado, un producto que se comercializa desde hace algo menos de una década como la "alternativa" a los cigarrillos tradicionales, puede entrañar riesgos importantes para la salud.
En España las dos marcas de tabaco calentado que se comercializan son Iqos, de Philip Morris, y Glo, deBritish American Tobacco.
Estos productos se calientan a unos 300 grados mediante un aparato eléctrico recargable. Si bien es cierto, según explican los expertos consultados por 65YMÁS, que a esta temperatura no se produciría combustión y, por tanto, no se generarían, en principio, muchas de las sustancias tóxicas para el organismo que se han relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, EPOC, bronquitis crónica, etc.; estas mismas fuentes también advierten que este tipo de tabaco es peligroso para la salud.
Organizaciones como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU alertan de que liberaría nicotina, cuyo consumo es extremadamente adictivo y se vincula con un mayor riesgo depadecer problemas cardiovasculares.
Faltan estudios
Además, comentan los expertos, aún queda mucho por estudiar respecto a los efectos a medio y largo plazo.
Según reconocía la propia Unidad de Prevención del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad en un informe de 2022, todavía no habría suficiente evidencia respecto a estos potenciales riesgos.
"Existe escasa literatura sobre sus efectos en la salud y aún menos sobre sus efectos a largo plazo. Recientemente, han aparecido algunos estudios independientes, que aportan mayor información, hasta ahora sólo emitida por las empresas implicadas y sus propios estudios. En general, las investigaciones publicadas se centran en la toxicidad del producto y de las emisiones que genera al ser consumido. Además, se hace un gran hincapié en la comparación con el cigarrillo tradicional que genera combustión", indican.
En este sentido, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ya advertía en 2020 en contra de este 'producto novedoso del tabaco'.
Por aquel entonces, tras revisar la evidencia científica, concluían que su consumo era tóxico para el organismo.
Una conclusión que la secretaria del Área de Tabaquismo de SEPAR, Esther Pastor, mantiene y advierte: "Se ha demostrado la emisión de componentes volátiles, hollín, alquitrán, hidrocarburos policíclicos aromáticos, nitrosaminas y monóxido de carbono a través de la corriente principal del dispositivo". "Por lo tanto, no se trata de un dispositivo inocuo para la salud", concluye.
En la foto: a la izquierda, Iqos; a la derecha, Glo.
¿Sirven para dejar de fumar?
Por otra parte, existe un debate sobre si el tabaco calentado podría servir para sustituir el consumo de cigarrillos tradicionales o incluso como método para dejar de fumar.
El académico, doctor en Medicina y experto en lucha contra el tabaquismo, José Ramón Calvo, sostiene que esta última hipótesis no está demostrada.
"La Organización Mundial de la Salud ya dijo que esa no era una estrategia recomendada, porque existen medios mucho más fiables", apunta.
Además, argumenta, se ha observado que ciertos consumidores acaban siendo "fumadores duales", ya que no consiguen saciar el "mono" con la nicotina generada por el tabaco calentado y acaban recurriendo, en paralelo, a los productos tradicionales.
Finalmente, denuncia, en los últimos años se ha transmitido la "falsa creencia", incluso entre ciertos profesionales sanitarios, de que es recomendable el uso de estos productos en personas que fuman y que "no pueden dejarlo", para reducir el "daño", puesto que “el número de componentes nocivos es menor”.
“Estamos asumiendo que no hacen mucho daño, y sólo tenemos ocho o nueve años de evolución para entender qué es lo que pasa”, matiza y advierte: "Ya han empezado a aparecer patologías".
Iqos y Glo
65YMÁS se ha puesto en contacto con Philip Morris España (Iqos) y British American Tobacco Iberia (Glo), para conocer qué opinan sobre estas críticas.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Daniel Cuevas, CEO de Philip Morris España y Tadeu Marroco, CEO de British American Tobacco Iberia.
Fuentes de Philip Morris aseguran a este diario que "el cigarrillo tradicional y el tabaco calentado son dos productos totalmente diferentes, precisamente por la forma en la que se consume el tabaco: el primero lo quema y el segundo solo lo calienta. Por tanto, al no haber combustión, el tabaco calentado no genera humo, sino un aerosol que, según los estudios científicos, contiene un nivel medio de sustancias tóxicas significativamente menor que el humo del cigarrillo".
Ahora bien, reconocen, estos dispositivos no están pensados para dejar de fumar sino que se han diseñado como una "mejor alternativa" para fumadores adultos.
"La mejor decisión que cualquier fumador adulto puede tomar es sin duda dejar de consumir tabaco y nicotina por completo. Pero para aquellos adultos que no lo dejan, deben saber que existen mejores alternativas sin combustión y sin humo, como es el caso del tabaco calentado. Hay que saber que cuando se enciende un cigarrillo tradicional y quemamos el tabaco se produce un humo que contiene más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales unas 100 han sido identificadas como nocivas o potencialmente nocivas. Por tanto, cuando el tabaco no se quema, sino que solo se calienta (como ocurre con el dispositivo para tabaco calentado), los niveles medios de sustancias tóxicas se reducen de manera significativa en comparación con el humo del cigarrillo. Por tanto, aunque no son inocuos, cambiar por completo a este tipo productos sin combustión ni humo, avalados científicamente, es una mejor opción que seguir fumando", argumentan.
Por otra parte, sobre el fenómeno del 'fumador dual', desde Philip Morris matizan que los consumidores de Iqos no son duales, sino que dejan el consumo de cigarrillos convencionales para pasarse a este producto, ya que "es una mejor alternativa que seguir fumando".
Por último, indican fuentes de la empresa, el perfil del consumidor "de tabaco calentado es un fumador adulto, predominantemente urbano, de más de 30 años".
British American Tobacco Iberia aún no ha contestado a las preguntas formuladas por este medio.
El mercado del tabaco calentado
Respecto a la evolución de este mercado, la secretaria del Área de Tabaquismo de SEPAR, Esther Pastor, explica a 65YMÁS que este tipo de productos se han popularizado en los últimos años.
"Mientras que entre junio de 2019 y junio de 2020 se vendieron un 4% menos de cajetillas de cigarrillos, las ventas de tabaco calentado subieron casi un 40%", apunta, en base a datos del Comisionado del Mercado de Tabacos.
Los precios de los dispositivos que calientan el tabaco oscilan entre los 20 y los 70 euros por lo general, dependiendo de la calidad y la marca, a lo que habría que sumar los paquetes de tabaco.
El tabaco: un negocio milmillonario
Cabe recordar que el conjunto de la industria de los productos derivados del tabaco en España, que engloba el cultivo, la fabricación y la distribución, mueve varios miles de millones de euros al año.
Según varios informes consultados, se calcula que en 2020, el conjunto de este mercado facturaba casi 3.000 millones de euros.
En este segmento económico destacan principalmente cuatro grandes compañías fabricantes: Philip Morris España, que comercializa marcas tan conocidas como Marlboro, Parliament, Virginia S., L&M, Lark, Merit, Muratti, Philip Morris, Bond Street, Chesterfield, Next o Red & White; Altadis, del Grupo Imperial Brands, con firmas como Ducados, Fortuna, West, Nobel, L&B, JSP, Gauloises, Davidoff, Horizon, Golden Virginia o Rizla; Japan Tobacco International Spain, que posee Winston (fuera de EEUU), Camel, American Spirit, Old Holborn, Amber Leaf o Benson and Hedges; y British American Tobacco Iberia, con firmas como Lucky Strike, Pall Mall, Vogue, Peter Stuyvesant, Winfield, Royal Crown, Dunhill, Rothmans, Royals, Kool, Craven o Viceroy.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.