Jesús Vicente Díaz nació en octubre de 1931 en Piornal, un pueblecito cacereño en el Valle del Jerte justo al límite de La Vera. “Aquí nací, aquí me crié y aquí he vivido toda mi vida”, explica Jesús que recientemente se ha hecho famoso, no sólo entre sus poco más de 1.500 vecinos, sino en toda España porque ha demostrado tener un corazón enorme.
A sus casi 88 años ha donado los ahorros de toda su vida trabajando en el campo, “en la cereza, la patata y cuando había, también en la madera para completar el jornal”, y lo ha cedido para que la localidad cacereña pueda tener una guardería. “Me habló el alcalde y me dijo que no había dinero para acabar la guardería y entonces pensé que como yo no tengo ni hijos ni nietos ni descendencia próxima, y Sabina, mi mujer, se me murió hace cuatro años. Pues pensé que lo mejor era dar el dinero para poder terminar la obra”, explica Jesús.
Y así fue como este benefactor de su pueblo donó 80.000 euros para poder abrir el Centro de Educación Infantil de Piornal. “Con algo de dinero me he quedado, con un poco porque yo, la verdad, no necesito nada. Pero estoy feliz, muy contento, por poder haber ayudado. Dese cuenta de que ahora hay 50 niños y seis personas trabajando, pero cuando estos chavales sean mayores, vendrán otros 50 y luego 50 más y así, porque esto ya queda para siempre”.
Como es normal, Jesús, que vive en la Residencia Pública de Mayores Tormantos, en Piornal, no es el único en el pueblo que está contento con la nueva guardería. “Todos me felicitan y me dan las gracias y están muy contentos. Además, a mí que no tengo nietos, ahora todos los niños me llaman abuelo… Hola abuelo, adiós abuelo, gracias abuelo y yo marcho por todas partes tan contento”.
También esta es una forma de rendir homenaje a la mujer que le acompañó durante casi 60 años. Por eso la guardería lleva por nombre Jesús y Sabina. “Ha sido un detalle precioso el que hayan puesto su nombre, a mí me gusta mucho y lo agradezco”, confiesa Jesús Vicente Díaz.
Y no sólo lleva el Centro de Educación Infantil el nombre del matrimonio, en su interior hay una placa de agradecimiento con la fotografía de la pareja y un texto que cuenta su historia. Cosas como esta: “Son dos hijos del municipio de Piornal, dos piornalegos que en su niñez pasaron por las penurias del fin de la Guerra Civil y de una economía de subsistencia típica de nuestro municipio. Ambos contrajeron matrimonio el 2 de mayo de 1957 y emprendieron una vida en común, una vida austera y de trabajo duro”.
Gracias a Jesús hemos podido “comprar todo el mobiliario, mejorar calidades y afrontar gastos no cubiertos por los otros fondos recibidos”, explica el alcalde de Piornal, Ernesto Agudiez. En total, el nuevo centro ha costado 250.000 euros, aportados entre la Diputación de Cáceres, el Estado, el grupo de acción local Sociedad para la Promoción y Desarrollo del Valle del Jerte (Soprodevaje) y..., por supuesto, por la generalidad y el gran corazón de Jesús, el ahora héroe de Piornal, y Sabina.