Estados Unidos es el único país del mundo que aplica la cadena perpetua sin libertad condicional a los menores de edad. El país lleva años en el foco de la polémica por tratar a estos ‘niños’ como adultos. En concreto, Pensilvania encabeza la lista de estados que han colocado a menores tras las rejas de por vida. Uno de ellos es Joe Ligon, considerado el menor de edad condenado a cadena perpetua más longevo de EEUU.
En el mismo año que Eisenhower se convirtió en el presidente de EEUU, que Marilyn Monroe saltó a la fama por aparecer en el film de Los caballeros las prefieren rubias y que el mundo comenzó a hablar de un tal Elvis Presley que movía las caderas como nadie, Joe Ligon fue condenado a cadena perpetua a los 15 años. En 1953 le encerraron por robo y apuñalamiento en Filadelfia. Ahora, ha conseguido su ansiada libertad a los 83 años. Esto significa que Ligon ha pasado, exactamente, 68 años sin ser libre.
Ligon contó a la CBS News cuál fue su primera reacción al salir: “Casi lloro”. “Estoy bien, pero me derrumbé con una enorme sonrisa en mi cara. Soy un hombre libre. Libre al fin”, añadió. Igualmente, el octogenario reconoció a la BBC que ese día "fue como nacer de nuevo. Porque todo era nuevo para mí".
Condenado a cadena perpetua a los 15 años
Ligon era hijo de unos aparceros de Alabama y se mudaron a Filadelfia cuando él tenía 13 años. En 1953, él y otros cuatro adolescentes, bajo los efectos del alcohol, agredieron a un grupo de personas y la historia acabó en un fatídico desenlace. Declararon a Ligon y a los demás responsables de dos cargos de asesinato en primer grado y este confesó haber apuñalado, al menos, a una de las ocho personas. "Fui culpable de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. No fue con la intención de hacer daño a nadie. No maté a nadie", dijo a la CBS.
"Lamento haber cometido un crimen. Lamento que alguien haya sido asesinado, lo siento", continuó mostrándose arrepentido.
El abogado de Ligon, Bradley Bridge, aseguró que "Joe fue condenado en gran parte por culpabilidad por asociación. Hubo cuatro niños que fueron juzgados juntos y muchas de las pruebas contra uno de ellos se consideraron contra los otros dos o tres niños". "Si este caso llegara a juicio hoy, probablemente sería declarado culpable de un cargo de homicidio involuntario y, tal vez, asesinato en tercer grado. Podría ser condenado de cinco a diez años o de diez a veinte".
A lo largo de su estancia en prisión, Ligon rechazó la condicional hasta en dos ocasiones, porque prefería disfrutar de la libertad plenamente cuando llegara el momento sin tener que ser supervisado el resto de su vida. Por esto, Bridge y él siguieron peleando.
El abogado relató que era inconstitucional condenar de por vida a una persona por un crimen cometido cuando esta era menor de edad y consiguió llevar el caso a la corte federal. Lo ganaron en noviembre de 2020 y, ahora, Ligon ha salido de la cárcel después de casi 70 décadas. A pesar de esto, aún le queda trabajo para lograr volver del todo a la vida real. Para ello, John Pace, un exrecluso que pasó 31 años en prisión y actual coordinador de reingreso para el Proyecto de Sentencia y Reingreso de Jóvenes de Filadelfia, está ayudando a Ligon a enfrentarse a un nuevo mundo muy diferente al que él conocía.
Las cámaras del programa de televisión le graban señalando los autobuses y edificios.
Su estancia en prisión
Durante los 68 años, Ligon pasó por seis cárceles en total. "Nunca he estado solo, pero soy un solitario. Prefiero estar solo el mayor tiempo que sea posible. En prisión estuve en una celda solo todo este tiempo, desde el momento de mi arresto hasta mi liberación", explicó Ligon a la BBC. "No vi ni escuché nada de lo que estaba sucediendo. Cuando nos permitieron tener radio y televisión, esa era mi compañía", añadió.
Pasar inadvertido fue su mejor estrategia para sobrellevarlo. El hombre dijo a este medio que "no tenía amigos adentro. No tenía amigos afuera. Pero a la mayoría de las personas con las que me relacionaba los trataba como si fueran amigos. Y estábamos bien así, estábamos bien el uno con el otro".
Además, el octogenario afirmó que "me encerraron. Lo hicieron. Pero no encerraron mi mente".
Actualmente, la mayor parte de la familia que Ligon tenía a los 15 años ha fallecido. Pero nunca le ha faltado el apoyo de su sobrina Valerie y el resto de los familiares que tiene a día de hoy.
"No hay nada que pueda hacer sobre el pasado. Pero lo único que puedo decir es que espero tener un futuro mejor", concluyó el hombre, feliz por ser libre de nuevo.