Jorge Díaz tiene 95 años, pero eso no le ha impedido convertirse en toda una estrella en TikTok. Su nieta Meli y él forman un equipo perfecto que ha encantado a sus más de 460.000 seguidores.
"Si tan solo los abuelos fueran eternos", escribía Meli en uno de los vídeos. Ella es quien graba los vídeos desde Perú y gestiona la cuenta y su abuelo Jorge quien llena de alegría y ternura la red social. Pero además, Jorge es médico, escribe libros y le gusta la tecnología.
"Mi nieta siempre me hacía videos y veía cómo guardarlos en este espacio. Todo lo que digo es completamente espontáneo y natural", explicaba a Trome. La fama le llegó por sorpresa. "Ella me graba sin avisar, a veces no me gusta porque estoy despeinado o haciendo la cama", bromeaba.
Se siente muy agradaceido por todos sus seguidores, y es que aumentan rápidamente mientras sus vídeos se vuelven fácilmente virales. En ellos se lo puede ver haciendo de todo, desde probando sus auriculares nuevos hasta bailando junto a su nieta. Y es ese tono familiar y divertido que tienen sus vídeos lo que parece que ha gustado más a todos aquellos que siguen sus aventuras diarias.
"Todavía quiero vivir un poco más"
"Soy pediatra y ejercí hasta 2003. He sido director de varios hospitales del interior del país como Cajamarca, Huánuco y Tarapoto", explicaba. También escribe libros, tiene tres, algunos autobiográficos. "Me gusta mucho escribir crónicas".
Le encanta la tecnología, y aunque a veces admite que le supone un reto, Jorge no se rinde. "He tomado cursos de informática, y aunque a veces me peleo con Google u olvido mis contraseñas, ahí estoy. Tengo una tableta y una computadora con las que estoy todo el día. Si no estoy mirando mis redes sociales, estoy escribiendo mis libros. Escribo a mano y luego lo pongo en la computadora".
En octubre cumplirá 96 años y Jorge está convencido de que su buena forma y vitalidad se debe sobre todo a su dieta: "Como proteínas y frutas, y solo bebo socialmente un poco de cerveza o vino". TikTok le gusta mucho, y está dispuesto a seguir con él muchos años más, incluso si su nieta un día decisiese parar. "Cuando mi nieta ya no quiera grabarme, tendré que hacerlo solo. La quiero mucho, pero ella también tiene que hacer lo suyo".