El centro penitenciario de Herrera de la Mancha fue testigo el día 12 de mayo de una serie de encuentros confidenciales de Pedro Simón, periodista de El Mundo, en los que participaron José Bretón, encarcelado por acabar con la vida de sus dos hijos, Ruth y José; Miguel Carcaño, asesino de Marta del Castillo, y Sergio Morate, el culpable de la muerte de Laura y Marina.
El encuentro tuvo lugar junto con otros 10 internos, dentro de los talleres de diálogo restaurativo en el salón de actos de la prisión. Estos diálogos pretenden que los culpables sean conscientes del dolor que han causado, lo asuman, e intenten restaurar ese daño.
Miguel Carcaño
Durante estas terapias, Bretón confesó el asesinato de sus hijos, lo que no hizo en el juicio: "Estuve 15 días planeándolo todo, porque quería hacerle daño a ella. Tranquilos, los niños no sufrieron. Yo jamás les haría daño". También admitió que lo que hizo "es lo peor que puede hacer un ser humano".
Por otra parte, Carcaño piensa que cuando acabe de cumplir condena tendrá que irse del país, por el odio y el rechazo que sabe y entiende que le tiene la gente: "Pero no puedo decir dónde está el cuerpo porque no tengo ni idea de dónde está", aseguró. También cree que los padres de Marta del Castillo son conscientes de ello.
Por último, Morate se mostró más frío y se arrepiente del impacto en su familia, y sobre todo en su madre.