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Una sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 2 de Madrid declara que la pensión de viudedad reconocida a la viuda del periodista y presentador José María Íñigo deriva de una enfermedad profesional consecuencia del amianto presente en Estudio 1 de TVE. Al presentador se le diagnosticó en 2016 un mesotelioma maligno epiteloide y falleció el 5 de mayo de 2018.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera que existen elementos sólidos para afirmar que el fallecimiento de José María Íñigo fue consecuencia de la exposición al amianto en Estudio 1, y que conllevó que desarrollase con posterioridad la enfermedad que fue la causa de su muerte.
"Por ello, se ha de considerar que la contingencia del fallecimiento es enfermedad profesional", señala el auto, que sitúa la exposición en los años 1975, 1976, 1978 a 1981 y 1982 a 1985.
Así, señala que la actividad de Íñigo se llevó a cabo de forma continuada y prolongada en el tiempo en Estudio 1, que era "el estudio de mayor tamaño y con una gran presencia de amianto friable, como lo acredita el hecho que se depositaron en el vertedero 113.040 kilos de residuos".
"Se ha de destacar que en ese periodo el amianto estaba colocado sin ningún elemento que lo aislara de las personas que trabajaban en el estudio –ya que el primer encapsulamiento colocando placas de virutex se produjo en el año 1986–; por lo que estuvo en contacto con el amianto en el momento de mayor peligro de exposición", apunta la sentencia.
A ello, según señala, hay que unir que por el tipo de actividad que realizaba de presentación de programas de televisión con música y público en directo, que conllevaba aplausos, ovaciones, presencia de ventiladores y aires acondicionados, todo ello generaba vibraciones que impactaban en el amianto azul con la emisión de fibras de amianto que suponían la creación de un ambiente de trabajo pulvígeno.
"La existencia de fibras de amianto friable quedó corroborada por el intenso y necesario trabajo de limpieza desarrollado sobre el sistema de climatización efectuada en el año 2017. Los actos propios de la empresa en los años posteriores evidencia la presencia de amianto no controlado en el medio laboral en el pasado", subraya.
Además, apunta que no se puede obviar que el 90 por ciento de los tumores como el que padeció José María Íñigo viene ocasionado por la exposición al amianto, al tiempo que precisa que el hecho de que no sea desarrollado por otras personas sometidas a la misma exposición en las misma circunstancias, se debe a que existe una predisposición genética que determina o no el desarrollo de la enfermedad.
De este modo, la sentencia estima la demanda presentada por la viuda del presentador y declara que la pensión de viudedad reconocida deriva de enfermedad profesional en lugar de enfermedad común.
En un comunicado, el despacho de abogados Opamianto considera que de esta forma queda acreditado que en los estudios de Radio Televisión Española había amianto. José María Íñigo trabajó intermitentemente para RTVE desde 1974 en programas tan emblemáticos como Directísimo, Fantástico y Estudio Abierto entre otros muchos pasando largas e intensas jornadas de trabajo.