La edad no es un impedimento, o al menos no debería serlo, porque no hay límites si uno se lo propone. Lo ha dejado claro Malcolm Hanson, un abuelo de 80 años que ha conseguido cumplir su sueño de volar gracias a su nieto de 12 años, Harrison Gurney, quien no ha dudado en hacer todo lo posible para lograrlo.
La historia comenzó cuando la mujer de su abuelo, Malcolm Hanson, tuvo que ser trasladada a un centro de mayores debido a la enfermedad de Alzhéimer, situación que provocó un gran vacío y una enorme tristeza en Malcolm, según informan medios ingleses. La situación era tan sencilla como que el joven quería ver feliz a su abuelo, y el sueño de este siempre había sido volar en Spitfires.
Sueño cumplido
Malcolm había amado los Spitfires desde que fue testigo de una pelea de perros sobre su cabeza que involucró a uno de estos aviones antiguos cuando era un niño que vivía en el Londres de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
Es por ello que Harrison quiso celebrar su 80 cumpleaños ayudándole a cumplir su sueño. Así comenzó un proceso en el escribió cartas a aeródromos y propietarios privados de Spitfire en todo el Reino Unido pidiendo ayuda, recaudando dinero suficiente a modod de realizar las tareas del hogar y ofreciéndose a trabajar en el jardín para otros miembros de la familia. “Me rompe el corazón verlo tan triste. Quiero que vuelva a sonreír”, se leía en la carta de Harrison. Los jefes del aeródromo de Goodwood en West Sussex estaban tan conmovidos que se ofrecieron a llevarlos a los dos en el avión clásico.
Lo que está claro es que al joven no hay nada que se le resista, como dice su abuelo: “pone la mente en algo y lo sigue hasta el final. Estamos muy orgullosos de él”. “Fue absolutamente fantástico, fue la experiencia más asombrosa que he tenido. Haber podido tomar el control del Spitfire”, dijo Hanson, cuyo padre estuvo en la Royal Air Force durante la guerra. "El piloto hizo giros de barril y algunas inmersiones, fue muy divertido, un día brillante, todo gracias a Harri".