José Luis Castrillón, así se llama el jubilado lucense que a sus 68 años ha inventado una máquina capaz de desinfectar el aire, y acabar con los componentes perjudiciales para la salud de las personas: el sistema AKC-7.
Castrillón explicó en el acto de presentación cómo funciona su creación, haciendo hincapié en la capacidad del sistema para "hacer desaparecer tanto el CO2 como cualquier tipo de carga vírica presente en el aire de una habitación", según recoge La Voz de Galicia.
El Centro de Empresas e Innovación (CEI-NODUS) de Lugo fue el lugar escogido para la presentación, a la que asistieron la edil de Desenvolvemento Local e Emprego, Ana González Abelleira, y varios representantes políticos y de empresas que están interesadas en el invento de este jubilado. Juan Carlos García, director del departamento comercial del proyecto, y Alfredo Río, encargado del área de publicidad y marketing, participaron en el acto.
El funcionamiento del sistema AKC-7
Este sistema está pensado para hospitales, residencias, centros comerciales... Lugares donde el aire presenta un exceso de sustancias tóxicas. Allí la máquina absorbería el aire contaminado, y lo transportaría por cuatro módulos, facilitando su desinfección, y expulsar el aire limpio al exterior.
Esta idea no ha surgido de la nada, Castrillón lleva un año y medio pensado en cómo contribuir a paliar los efectos de la pandemia: "A día de hoy, la mala ventilación de la mayor parte de los espacios nos impide respirar bien, debido a la elevada concentración del CO2 y de otras sustancias perjudiciales para la salud, que además es la causante del cansancio constante y de numerosas enfermedades respiratorios como, por ejemplo, el asma", explica la mano derecha de Castrillón, Juan Carlos García.
Además, como señaló García haciendo referencia a la situación sanitaria actual, este sistema es una "alternativa al impacto psicológico y económico de las restricciones impuestas a la hostelería y a otros sectores para frenar los contagios por coronavirus".