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Cuando el agua potable fluye por las tuberías y llega a un vaso, pasa por las juntas de goma del interior de algunos dispositivos de fontanería. Estas piezas contienen aditivos que contribuyen a su flexibilidad y durabilidad, pero estos compuestos potencialmente nocivos pueden filtrarse al agua potable, asegura un estudio a pequeña escala publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters, de la Sociedad Química Americana.
Los autores informan de que los compuestos liberados, que suelen estar relacionados con la contaminación de los neumáticos, también se transformaron en otros subproductos no deseados.
Para aumentar la resistencia y durabilidad del caucho, los fabricantes suelen mezclarlo con aditivos. Los científicos han demostrado que el polvo de neumático puede transportar estas sustancias, como la 1,3 difenilguanidina (DPG) y la N-(1,3-dimetilbutil)-N'-fenil-1,4-bencenodiamina (6PPD), a los cursos de agua.
También se han detectado DPG y 6PPD en muestras de agua potable, aunque no está claro cómo han llegado hasta allí.
En investigaciones anteriores, Shane Snyder y Mauricius Marques dos Santos, de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur), descubrieron que estos aditivos del caucho pueden reaccionar con desinfectantes en agua potable simulada.
Sus pruebas de laboratorio generaron diversos compuestos clorados, algunos de los cuales podrían dañar el ADN. Ahora, el equipo quería evaluar si los accesorios de fontanería de caucho del mundo real pueden liberar DPG y 6PPD y formar subproductos clorados en muestras de agua potable.
En este estudio piloto, el equipo recogió agua del grifo de 20 edificios y detectó aditivos poliméricos a niveles de partes por billón en cada muestra. Los investigadores explican que estos compuestos no están regulados en la actualidad, pero los niveles medidos son potencialmente preocupantes, basándose en los resultados de su estudio anterior en bioensayos con células humanas.
Las muestras de grifos con aireadores contenían las cantidades totales más elevadas. Todas las muestras contenían DPG y uno de sus subproductos clorados, mientras que el 6PPD y otros dos compuestos que contienen cloro se encontraron en menos de cinco muestras cada uno. Según los investigadores, se trata del primer informe sobre subproductos clorados del DPG en el agua potable.
Para comprobar si estos compuestos podían proceder de instalaciones de fontanería, el equipo analizó juntas tóricas de goma y juntas de siete dispositivos comerciales, incluidos aireadores de grifos y juntas de conexión.
En el experimento, las juntas se sumergieron en agua con o sin desinfectantes clorados durante dos semanas. La mayoría de las juntas, excepto las de silicona, liberaron aditivos DPG y 6PPD. Además, las piezas de fontanería asentadas en agua tratada con desinfectantes generaron formas cloradas de DPG en cantidades que coincidían con las observadas en las muestras de agua potable.
Dado que algunas de las juntas de goma de las tuberías liberaban DPG y 6PPD, los investigadores afirman que el agua potable, así como la contaminación de los neumáticos, podría ser una vía de exposición humana a estos compuestos.