Cherry Bomb
Sociedad
Kiko Rivera, destrozado por la muerte de su abuela, se despide con duros ataques a Isabel Pantoja
"No dejan que vaya a despedirme por mierdas de problemas familiares. Órdenes expresas desde Cantora"
Los Pantoja viven los peores momentos que podían imaginar a raíz del fallecimiento a los 90 años de Ana Martín, madre de Isabel Pantoja y matriarca del clan después de haber estado ingresada en el hospital gaditano de Puerto del Real donde recibió el alta para que los suyos pudiesen despedirse de ella en 'Cantora', la finca de la tonadillera.
El fallecimiento se ha producido apenas tres días antes de la boda entre Anabel Pantoja y Omar Sánchez en la Isla de La Graciosa, hasta donde ya se habían desplazado Kiko Rivera, Irene Rosales, Isa Pantoja y Asraf Beno para asistir al enlace.
Ha sido Kiko, totalmente destrozado por la muerte de su abuela materna el que primero ha reaccionado públicamente ante el fallecimiento con un emotivo mensaje en sus redes sociales en el que además de mostrar el amor que siente por su "yaya" lanza envenenados ataques a su propia madre, Isabel Pantoja.
"Hoy te has ido y contigo se ha ido parte de mi vida. No sé qué hacer estoy perdido y en "La Graciosa" Tuve mis dudas de venir pero al final arriesgué y perdí. Yaya de mi alma tantos meses sin verte y ahora ya no te veré nunca mas", escribe Kiko Rivera.
Pero a renglón seguido se despacha contra su madre y apunta: "Mi abuela, a la que no dejan que vaya a despedirme por mierdas de problemas familiares. Órdenes expresas desde Cantora".
"No sé nada sólo sé por la tele porque nadie me ha llamado para decirme nada. No sé qué se va hacer ni donde, ni horarios ni absolutamente nada", se lamenta Kiko Rivera antes de confesar: "Solo quiero que me dejen despedirme de mi abuela. No quiero saber de nadie más, todos los demás me importan una mierda. Porque son unos indeseables todos".
El hijo de Isabel Pantoja acaba su mensaje con unas palabras que dedica a su abuela: "Me quedare esperando y rezándote. Me quedare quieto y callado pensándote. Tus hijos no me dejan despedirme, ni siquiera me han informado de tu estado. Lo siento mucho yaya. Me siento roto, solo y desolado. Tú alma vive en mi y aunque no me pueda despedir de ti (lo hice en su momento) pero ahora lo necesito otra vez, siempre te llevaré en mi. Descansa en Paz Yaya. Por siempre tu nieto favorito".