Las personas mayores y las TIC

El descubrimiento de la imprenta por Johann Gutenberg (1399-1468) marcó una nueva etapa en la historia de la humanidad. El avance tuvo lugar en el siglo XV, comenzando así la impresión de libros, e hizo salir la cultura de los monasterios medievales, hacia las Universidades primero y luego al pueblo.

Fueron necesarios el transcurso de cinco siglos para que el estadunidense Chester S. Carlson, realizara la primera imagen electrofotográfica, en 1938. A partir de ese momento, la forma de copiar, imprimir y comunicarse utilizando la Xerografía, democratizó la escritura.

Podemos considerar que las TIC tradicionales, un conjunto de herramientas de comunicación utilizadas hasta antes de la aparición de Internet, como la voz humana, papel impreso, sonidos, telégrafo, prensa escrita, teléfono, correo postal, telegramas, fax, copiadoras, radio, televisión y vídeo, nos permitían comunicarnos, recibir y enviar información por estos medios.

En la actualidad, denominamos Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), al conjunto de instrumentos tecnológicos que permiten la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y presentación de informaciones contenidas en señales de naturaleza acústica (sonidos), óptica (imágenes) o electromagnética (datos alfanuméricos). Las TIC evolucionan a una velocidad de vértigo, basta pensar cómo hemos pasado de los grandes ordenadores centrales, a los ordenadores personales y a los dispositivos móviles teléfonos, tabletas, etc.

Las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC), han originado un cambio en nuestra forma de comunicarnos: página Web, Facebook, WhatsApp, Twitter, correo electrónico etc., con una inmediatez y sin obstáculos de distancias geográfica, impensables hace pocos años.

Estos avances tecnológicos representan un progreso social y, sin embargo, no todos los sectores resultan beneficiados, originando una brecha digital con la población de las personas mayores. Por ejemplo, en el impacto de las TIC se ve una evidente diferencia entre los jóvenes de hoy en comparación con generaciones pasadas. De ahí que surja el concepto de brecha digital, que se puede entender como una diferencia en las oportunidades de desarrollo de las poblaciones, sobre todo en el rural y que marca una distancia entre las que tienen y las que no tienen acceso a las tecnologías.

En principio, las personas mayores se muestran prudentes ante las TIC. Sin embargo, cuando conocen el funcionamiento y adquieren unas primeras nociones, la curiosidad y la ambición de saber más son los sentimientos mayoritarios entre ellos. En ningún momento podemos hablar de “tecnofobia”, sino de respeto hacia lo desconocido.

La población española que, es la segunda que más envejece a nivel mundial, se encuentra ante esta situación, con la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, (TIC) las redes sociales y el uso de Internet en la vida cotidiana, por lo que es necesario dar una respuesta de formación a este colectivo. Algunos informes ponen de manifiesto que un escaso porcentaje de personas entre los 65 y 74 años se conectan a Internet, lo que muestra que existe una gran brecha digital intergeneracional. Una forma de integrar a las personas mayores en la sociedad es hacerlas partícipes de esta nueva forma de informarse y comunicarse.

Escribe Enrique Pozón Lobato en el Libro Blanco de CAUMAS:

Las personas mayores que utilizan la red lo hacen fundamentalmente para navegar, buscar información, leer la prensa y consultar el correo electrónico, teniendo una opinión muy positiva de lo que les pueden ofrecer las Tics. Los mayo­res consideran que las nuevas tecnologías les permiten ser más autónomos y mejoran su conexión y comunicación con el entorno (Fundación Vodafone 2010). De esta manera, Internet y la Web, como agentes socializadores, facilitan la integración de las personas mayores en una sociedad impregnada por la tecnología y les hace, a la vez, partícipes de ella.

Richard Stallman. Fundador del movimiento del software libre.

“Compartir es bueno, y con la tecnología digital, compartir es sencillo”.

Alejandro Otero Davila
Vicepresidente de CAUMAS y Responsable de Comunicación

Fuentes para realizar este texto:
El libro Blanco de CAUMAS.  Asignatura pendiente en el siglo XXI. M-2953-2018