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La patronal de residencias Aeste considera que los PGE presentados por el Gobierno no responden a las necesidades que requiere el sector, ni a las carencias expresadas por sus profesionales y usuarios. Los 600 millones de euros anunciados para reducir listas de espera y mejorar prestaciones han producido un desencanto en el sector de la atención a la dependencia.
La Asociación ha señalado que, actualmente, hay 234.000 personas que están recibiendo prestaciones a la dependencia, mientras que 149.000 están a la espera de valoración para ser incluidos en la retribución. Para eliminar la lista de espera, se calcula que haría falta un incremento presupuestario casi cuatro veces mayor, con un mínimo de 2.380 millones de euros de inversión.
Actualmente, el Estado aporta el 16,1% de la financiación total a la dependencia, mientras que las CCAA aportan el grueso de ésta: un 83,9%. Aeste señala que este hecho genera desigualdades que sufren los mayores, quienes se ven condicionados por la falta de financiación estatal.
Financiación del sector y modelo a seguir
En relación con la transformación del sector hacia un “modelo de tipo nórdico”, la Asociación subraya que, para ello, “es necesaria una financiación que esté a la altura”. Mientras que en España se dedica un 0,7% del PIB a cuidados para personas dependientes, estados como los Países Bajos o Noruega aportan, respectivamente, un 3,7% o un 3,3%. De nuevo, “España está a la cola de la Unión Europea en inversión para atender a las personas mayores”, ha explicado Jesús Cubero, secretario general de Aeste. “Asociaciones, patronales, sindicatos y colectivos profesionales coincidimos en la crítica a estos presupuestos por su limitada aportación social”, ha añadido.
Es necesario tener en cuenta que el sector de la dependencia emplea a 250.000 personas, en su gran mayoría mujeres, con una tasa de empleo indefinido del 80%. Asimismo, por cada euro invertido en el sector, el estado recupera 0,7 euros a través de impuestos, seguridad social y ahorro de subsidios.
Los centros residenciales: seguridad ante la segunda ola
Al mismo tiempo, las residencias se han mostrado como entornos seguros ante la segunda ola de la pandemia. Los centros se han convertido en uno de los entornos más especializados en la lucha contra la Covid-19, estando preparados con protecciones, test, planes de contingencia ad hoc y personal formado para atender a las necesidades de los mayores en un contexto como el actual.
Jesús Cubero ha apuntado: “Este esfuerzo ha supuesto una gran inversión económica por parte de las empresas que gestionan las residencias, y los resultados se están viendo de forma patente por el reducido número de contagios y fallecimientos que se están produciendo en los centros. Según estudios como el último informe publicado por Red Nacional de Vigilancia epidemiológica de España, hoy en día hay menor riesgo de contagio para una persona mayor en una residencia que en un domicilio privado”.