Los adhesivos médicos provocan muchas veces lesiones cutáneas, que para los médicos es cualquier manifestación cutánea anormal que persiste 30 minutos después de retirar el apósito. Los niños, neonatos y personas mayores son los que sufren una mayor incidencia, debido especialmente al uso continuado de apósitos, situándose entre un 3% y un 22% dependiendo de la edad, el tiempo y las características del tratamiento de cada persona.
“Estas heridas, que son cada vez más comunes y pueden darse en cualquier grupo de edad, provocan daños en la piel, infecciones y retrasos en su curación. Además, puede causar lesiones tisulares más profundas, más allá del daño que pueda producir en las capas superficiales de la piel”, explica Carlos Lorenzo, enfermero de Essity y especialista en el manejo de la continencia y cuidado de la piel.
Este estudio, que se ha llevado a cabo en una residencia de mayores de Inglaterra, señala que el 98,6% de las enfermeras encuestadas asegura que las lesiones cutáneas son muy comunes entre sus pacientes. En el caso de los niños y neonatos, la incidencia de lesiones en la piel tras la retirada de los apósitos es un 8%, siendo su principal lesión cutánea.
Lesiones cutáneas
El estudio Medical adhesive-related skin injuries (MARSI) made easy, realizado por la empresa internacional de comunicación en el ámbito de la sanidad Wounds UK, donde destacan que las lesiones cutáneas que provocan la retirada de un apósito son el desprendimiento de la epidermis, es decir, la pérdida de una o más capas del estrato córneo de la piel; las ampollas o flictenas, que son la separación de la epidermis de la dermis; el desgarro de la piel, o sea la separación de las capas de la piel; la dermatitis de contacto; la reacción inflamatoria de la piel causada por sustancias químicas; la maceración, es decir, el ablandamiento y la rotura de la piel como resultado de una exposición prolongada a la humedad; y la foliculitis, reacción inflamatoria en los folículos pilosos causada por bacterias.
Muchas veces estas heridas no se suelen tener en cuenta y el coste de su cuidado suele ser bastante elevado, ya que los pacientes necesitan una atención especial cuando sufren estas heridas.
Prevención de lesiones en la piel
Lorenzo destaca que “para reducir la incidencia de estas heridas, se deben tener en cuenta las técnicas utilizadas tanto para aplicar como para retirar los apósitos”. “Asimismo, el tipo de piel (senil) y el adhesivo médico que se elija son determinantes en las lesiones que se puedan producir en la piel. Los factores intrínsecos del paciente como, por ejemplo, edad o afecciones subyacentes aumentan el riesgo de heridas en la piel y también los factores extrínsecos o de tratamiento como, por ejemplo, ciertos medicamentos o el uso repetido de apósitos durante un periodo prolongado pueden influir en la probabilidad de lesión”, añade.
Heridas
En lo que se refiere a las heridas en neonatos, se suelen utilizar protectores cutáneos que no tengan alcohol, ya que pueden provocar sequedad en la piel y se utilizan los que se elaboran con siliconas. Las toallitas, aplicadores de espuma y espray crean una barrera transpirable que reducen el eritema, una inflamación superficial de la piel que se caracteriza por manchas rojas, y la incidencia de lesiones en la piel.
Muchos pacientes defienden que estas heridas se podrían prevenir con la adecuada selección de apósitos, y la formación profesional sanitario en su correcta aplicación y retirada.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.