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El Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat), dependiente de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana, ha elaborado la guía 'Equipos de protección individual frente a covid-19: mascarillas no conformes' para advertir sobre las mascarillas que no cumplen los requisitos mínimos de salud y seguridad necesarios para combatir el coronavirus.
En ella se recoge un listado de mascarillas que han sido expresamente notificadas como no conformes mediante alertas publicadas por fuentes oficiales de acceso público, según un comunicado de la Generalitat. Asimismo, contempla otras mascarillas sobre las que también se han emitido alertas a nivel nacional, pero que todavía no han sido publicadas en la página web del Ministerio de Sanidad y Consumo.
El listado recoge datos de un centenar de mascarillas de las que se informa acerca del nombre, la marca, el tipo, características del embalaje, país de origen y también especifica cual es la disconformidad que presentan.
Los principales defectos que se han detectado en las mascarillas analizadas son una insuficiente retención de partículas, que no cumplen con el reglamento sobre equipos de protección individual y la norma UNE-EN149; llevan el marcado CE pero no está certificado como equipo de protección por el organismo competente; la imposibilidad o insuficiente adaptación de la mascarilla a la cara; falta de protección en el material filtrante; filtros combinados peligrosos, y falsificaciones.
Sucedáneos de FFP2 y FFP3
El texto resalta que en los últimos meses se han distribuido multitud de mascarillas aparentemente asimilables a FFP2 o FFP3 –aquellas que presentan mayor capacidad de filtración– que en ocasiones ofrecen serias dudas sobre su eficacia protectora debido a la dificultad de verificar su idoneidad respecto a las especificaciones técnicas actualmente aceptadas. Una de las más simbólicas que aparecen en la clasificación es la Garry Galaxy, modelo que utilizaron algunos médicos y enfermeros en España hasta que el Gobierno ordenó su retirada a mediados de abril.
Muchas otras KN95 o N95 se consideran falsificaciones o, directamente, no están certificadas por el organismo competente. Buen ejemplo de ello es la mascarilla 9501V de 3M, considerada una copia de la KN95 de 3M. El producto lleva el marcado CE, pero no está certificado. Además no cumple el reglamento sobre equipos de protección individual. "Es ilegal e insegura", tal y como ya advirtió la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el pasado 20 de mayo.