Lorenzo Díaz es un manchego afincado en Madrid desde los años 60. Cursó estudios en la Escuela crítica de Ciencias Sociales con profesores como Tierno Galván, José Luis López Aranguren, Ramón Tamames o José Vidal Beneyto y es Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Es uno de los más prestigiosos especialistas en sociología de la comunicación además de autor de alguno de los best-sellers de la cultura mediática española, como La Radio en España, La Televisión en España, Años de Radio y Recuerdo y semblanzas de los protagonistas del dial, de los que se han realizado diversas ediciones. Es autor asimismo de libros como La España alegre, Informe sobre la televisión en España, y los ya clásicos, Madrid, bodegones, mesones, fondas y restaurantes, Tabernas, botillerías y cafés y La cocina del Quijote. Dos veces Premio Nacional de Gastronomía, Premio Alimentos de España, Premio Bachiller en Fogones y Abanderado del Cochinillo de Segovia. También ha publicado numerosas biografías como Lucio. historia de un tabernero, Jockey: historia de un restaurante y Luís del Olmo protagonista. Asimismo ha publicado Cándido un mesonero de leyenda, La cocina del barroco y Custodio Zamarra, memoria de un sumiller. También es autor de un libro de referencia, Historia de la vida cotidiana de España, realizado en colaboración con Publio López Mondejar: Tras su paso por las grandes cadenas de radio actualmente trabaja en Onda Cero.
PREGUNTA.- Lorenzo Díaz es sociólogo, dos veces Premio Nacional de Gastronomía y periodista. Vayamos por partes, primero, como sociólogo. ¿Estamos preparados como sociedad para la nueva situación que a partir del próximo año nos llevará a tener un 20% de la población mayor de 65 años?
RESPUESTA.- No. No hay cultura de la tercera edad y eso es una tragedia. Además nuestra tercera edad es compleja, con estatus diversos. El desarrollo no ha llegado a toda la sociedad española por igual, hay una clase media urbana que está más pendiente de todo y que ha sufrido en sus carnes la huella de la crisis. Y una clase proletaria que aún no ha alcanzado un nivel de desarrollo suficiente, como también sucede con la España rural. Hay situaciones nuevas que no se perciben, que no se comentan.
P.- Uno de los problemas más graves de las personas mayores es la soledad no deseada, ¿qué opina de ello?
R.- El gran drama de la sociedad globalizada no es la dicotomía desarrollo o subdesarrollo, es la soledad y la depresión. La soledad es el gran activo, negativamente hablando, de la sociedad española y muchas otras sociedades europeas y este es un tema del que no se habla lo suficiente.
P.- Igual que existe discriminación por sexo, opción sexual, color de piel... ¿Existe también la discriminación por edad? ¿Hay edadismo, como hay sexismo, homofobia, xenofobia…?
R.- Sí, estamos en una sociedad a la que le encanta lo joven y lo nuevo y a los mayores se les esconde.
P.- ¿Considera un fenómeno sociológico -y de ser así ¿cómo lo valora?- la movilización de los pensionistas en los últimos 15 meses?
R.- Sí, claro, pero se están creando unas falsas expectativas porque no hay dinero para todos. No creo que por salir todos los días a la calle vayan a tener un nivel de vida más alto, porque el sistema ya no da más de sí. Me parece positivo que salgan a la calle en tanto en cuanto tienen ahí un arma, pero evidentemente no, no hay dinero para todos.
P.- ¿Hasta cuándo puede soportarse que haya 4,2 millones de jubilados que perciben una pensión inferior a los 735,90 euros mensuales del Salario Mínimo Interprofesional?
R.- No lo sabemos, esa es una de las grandes incógnitas que todos tenemos. La sociedad española tiene una virtud excepcional y es que actúa de colchón. Las familias son las que salvan del caos y de la ruina. Han salvado a las clases medias jóvenes de la crisis. Pero no podemos saber lo que ocurrirá en el futuro. Yo lo que veo, insisto, es que el sistema no da para más.
P.- Segunda fase. Como gastrónomo, ¿es usted de la opinión de que, realmente, la cocina hizo al hombre?
R.- Sí, por supuesto. Eso también solía decirlo Faustino Cordón, mi maestro, lo publicó en su día y yo también, porque así lo creo. La cocina hizo al hombre.
P.- Usted dejó dicho que “Cervantes por primera vez dio cuchara a todos los personajes del Quijote y gracias a ello hoy sabemos cómo comían... ¿Qué cree que opinaría un comensal de hoy de aquellos platos y qué pensarían los de entonces del movimiento slow food, la deconstrucción, las esferificaciones, la cocina a baja temperatura...?
R.- En muchas casas de La Mancha se come a diario de maravilla, como se comía en el Quijote, con los buenos guisos, pepitorias, migas y gachas, que son platos que todavía existen. Pero Sancho, Dulcinea y compañía saldrían huyendo de la nueva cocina como despavoridos, como huían del hambre los personajes del Quijote. (Risas)
P.- Usted ha ganado dos Premios Nacionales de Gastronomía a la mejor labor periodística, ¿cuál es hoy la situación del periodismo gastronómico y enológico en España?
La irrupción del enológico es una de las grandes sorpresas. Antes la gente decía que ‘como el vino de mi pueblo ninguno’, mentira, como el vino de tu pueblo había un montón. Se ha evolucionado muchísimo en el mundo del vino. Respecto al gastronómico estamos en el siglo de oro.
P.- ¿De qué parte estuvo en la famosa polémica entre el gran Ferrá Adriá y el tristemente desaparecido maestro Santi Santamaría?
R.- Yo le presenté el libro a nuestro amigo Santi y cuando lo hice parecía que los ortodoxos le iban a asesinar (risas), pero como soy muy cervantino y quevedesco y creo que desde el humor se puede hacer un gran servicio a la patria dije aquello de ‘posiblemente este señor no sea un gran comunicador -hablando de Santi- pero es como esos vaqueros adormecidos a la puerta del saloon que de pronto cuando se abre la puerta, se despiertan, disparan y suelen matar siempre al malo'.
P.- ¿Qué le parece el boom televisivo, editorial y radiofónico de la gastronomía?
R.- Me parece bien, pero se devalúa mucho el producto, parece que vale cualquier cosa. Hubo programas en épocas anteriores, como Con la manos en la masa, que estaban mejor cerrados. No obstante, Master Chef está muy bien, es una franquicia americana, pero está muy bien.
P.- Y tercera fase. Como periodista… ¿Cómo ve la actual situación política en nuestro país? ¿Sobreviviremos a la pre precampaña, la precampaña y la campaña o moriremos en el intento?
R.- La verdad es que es un poco cansino, pero estamos igual que el resto de países europeos. Cuando la poderosa burguesía ve peligrar sus privilegios llega el fascismo y amenazan con que vienen los malos, pero yo soy optimista y espero que todo se resuelva. El mundo occidental ha resuelto todos sus conflictos.
P.- ¿Qué cree que pasará el 28 de abril y, si puede contestarme, qué querría que pasara?
R.- A mi me gustaría que ganase el PSOE (@PSOE), que es el partido más equilibrado, es el retrato de la clase media española urbana, pero lo cierto que no sé lo que va a pasar. Creo que va a ganar el PSOE pero que luego necesitará llegar a pactos. Lo que sí es cierto es que tengo una gran decepción con Ciudadanos (@CiudadanosCs) porque era el aliado perfecto.
P.- ¿Y Cataluña? ¿Cómo ve la situación social y política en aquella autonomía y el juicio al Procés?
R.- Este es un tema tabú en el sentido de que no tiene solución. Ni los servicios de seguridad del Estado, ni nadie, sabe lo que puede ocurrir. Es un castigo que nos ha mandado la sociedad, hemos creado unos monstruos y ahí están. Nadie sabe lo que puede pasar, nadie tiene una respuesta.
P.- ¿Qué opinión le merece la, todo apunta, gran acometida de Vox al tablero político y al Congreso de este país?
R.- Lo de Vox (@vox_es) ya había ocurrido antes en Europa, porque hasta que la extrema derecha no aparezca, la gente no va a rasgarse las vestiduras, y va a venir. La burguesía ha tenido una reacción muy floja y no ha resuelto los principales conflictos que ha tenido siempre.
P.- ¿Cual es el nivel de amor a eso de la Res Publica y el compromiso social de los políticos actuales comparados con los de hace 40 años?
R.- Aquellos eran hombres ilustrados, abogados, tribunos de discurso fácil. Eran una joya. Era la burguesía ilustrada que es la que tenía que gobernar y claro, aquí ha habido un PSOE de los Morancos y otro PSOE ciudadano que es el que tenía que gobernar.
P.- ¿Estamos los españoles históricamente, desde hace mucho más de 20 siglos, avocados a resolver nuestras diferencias a garrotazos?
R.- Pues yo creía que ya no, que se había terminado ya ese ciclo. Yo estaba muy feliz, soy un recién setentón y he vivido una Transición solidaria y extraordinaria, que es lo mejor que hemos hecho en la historia de España, y la verdad es que me ha sorprendido este paso atrás. Ha sido por torpeza mimar excesivamente a una Comunidad.
P.- ¿Se refiere a Cataluña?
R.- Sí.