El proyecto Geros, un año facilitando la vida a los mayores de Chamberí
El parque de la plaza Conde Valle de Súchil, situado en el distrito madrileño de Chamberí, uno de los más envejecidos de la capital, es un lugar predilecto de reunión de muchas personas mayores que, durante el sofocante verano, buscan cobijo bajo sus tupidos árboles.
Por esta razón, fue el lugar escogido en 2018 por las trabajadoras del proyecto Geros de la asociación La Rueca, Alicia, Laura y Patricia, para organizar Los miércoles al sol (de 11 a 13 h., hasta el 14 de agosto), una dinámica que llevan a cabo junto a los Servicios Sociales de Chamberí del Ayuntamiento (@MADRID) con el fin de crear vínculos entre mayores y combatir la soledad, un problema que afecta al 30% de las personas de más 65 años del distrito, en su mayoría mujeres: el 29,71% de los hogares de Chamberí compuestos por una sola persona corresponde a mujeres mayores.
Asimismo, "el programa pretende ser un punto de encuentro intergeneracional", señala Alicia Pestaña, una de las coordinadoras del proyecto. Y añade: "La participación es intermitente. Es abierto, participa quien quiera y esté en la plaza".
De esta manera, se busca que los participantes de más edad se relacionen con los niños que suelen ir al parque. "Hay abuelos que vienen con niños de 0 a 3 años", ejemplifica.
En cuanto al desarrollo de la actividad, las organizadoras disponen en el suelo varias telas donde colocan objetos destinados a actividades lúdicas. "Tenemos un rincón de lectura y otro de juego para distintas edades", apunta. Así, cuentan con clásicos juguetes para niños y otros pasatiempos para mayores como sudokus, sopas de letras, ajedrez, el juego de la Oca, cuentos para adultos e incluso un kiosko con temática relacionada con el medio ambiente.
Marcela y Milagros con Laura, una de las coordinadoras del programa.
Nunca es tarde para hacer nuevos amigos
Para que la dinámica se desarrolle en condiciones óptimas, las organizadoras tratan de intervenir lo justo e imprescindible para que se creen los lazos de la manera lo más natural posible. Por ello, en cierto modo, realizan una función de guías y acompañantes, al mismo tiempo que tratan de captar a nuevos participantes recorriendo la plaza tratando que niños y mayores se unan. "Es la finalidad de un proyecto comunitario como éste: que desaparezcamos y que funcionen de forma autónoma", comenta.
Y en cierto modo lo han conseguido. Prueba de ello es la amistad que ha surgido entre Milagros, Marcela e Inés, con las que 65Ymás conversó en el parque mientras realizaban varias de las actividades propuestas por las organizadoras. Era la primera vez que iban a una de estas jornadas de Los miércoles al sol y se conocían de antes, del Centro de Servicios Sociales Marta Esquivias Tallada donde las trabajadoras de la Rueca realizan otras actividades durante el año para personas mayores (cuentan con 50 inscritos), en el marco del proyecto Geros del Distrito de Chamberí.
"Nosotras vivimos solas. Yo tengo dos hijos que vienen mucho a mi casa, pero tienen su vida y yo la mía", sostiene Milagros (83 años). "La primera vez que vine a este parque fue en el año 56. Eran todo casitas bajas y, en esa época, las señoras salían a coser al sol", recuerda. Ahora, es ella la que se sienta en sus bancos y participa con entusiasmo en las actividades propuestas por las trabajadoras de La Rueca, al cobijo de la sombra de los árboles. "Son muy majas", dice refiriéndose a las organizadoras.
Por otra parte, Marcela (69 años), que conoció a Milagros en un taller de memoria, suele venir "todas las tardes con sus amigas" al parque. "Nos ponemos arriba porque corre un aire muy fresquito", asegura. Pero nunca había participado en este tipo de actividades y se muestra contenta con la propuesta y con que participen niños y puedan jugar con ellos.
Así, el simple hecho de que estas personas, que hace un año no se conocían, hayan quedado, supone que se está cumpliendo el objetivo prinicipal del programa: combatir la soledad fomentando que se creen lazos entre los mayores y un envejecimiento activo. "Nos dimos el teléfono y ahora podemos salir a tomar café", comenta Marcela. Y añade: "He hecho muchas amistades y eso vale mucho".