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La monja francesa Lucile Randon, que tiene 118 años y 76 días, se ha convertido en la persona más longeva del planeta después de que hace unos días falleciera quien hasta ahora ostentaba ese récord, la japonesa Kane Tanaka, que contaba con 119 años y 108 días.
Randon, nacida en la localidad de Alès, al sur de Francia, el 11 de febrero de 1904, ya tenía más récords en su poder, como el de ser la superviviente de Covid-19 con mayor edad. La mujer dio positivo el 16 de enero de 2021 y fue aislada rápidamente en la residencia en la que vive, pero pasó la enfermedad sin apenas síntomas.
Asimismo, cuenta con el récord de ser la monja viva de mayor edad. En 2019 fue nombrada ciudadana de honor de la ciudad en la que reside, Toulon, Francia, donde recibió una carta del Papa Francisco.
La hermana André, como se la conoce, ha vivido una vida plena. En su juventud trabajó como maestra, además de cuidar niños durante la Segunda Guerra Mundial. Luego pasó 28 años trabajando con huérfanos y mayores en un hospital de Vichy, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, antes de convertirse en monja católica.
Actualmente se encuentra en una residencia de mayores, en la cual ha permanecido durante los últimos 12 años. A pesar de estar parcialmente sorda y usar una silla de ruedas, cuenta que le gusta mantener la mente activa. Se levanta todos los días a las 7 de la mañana para iniciar su rutina del día, tomar su desayuno y luego pasarse a su escritorio para ocuparse el resto de la tarde en pequeñas cosas. Es una fiel amante del chocolate y toma una copa de vino todos los días.
Lucile Randon ya tiene en el punto de mira otro récord: el de convertirse en la persona más longeva de todos los tiempos, un honor que tiene la también francesa Jeanne Calment, que murió en 1997 a los 122 años y 164 días.