El virólogo del CSIC Luis Enjuanes (76 años) es uno de los mayores expertos en coronavirus de España. Lleva más de 20 años estudiando este tipo de microorganismos que viven entre nosotros desde hace mucho tiempo causando síntomas de resfriado común, en algunos casos, y enfermedades más graves como las que provocan el MERS o el SARS, dos patógenos, surgidos en los 2000.
Y gracias a este conocimiento de los coronavirus, el microbiólogo ha podido diseñar, junto a su equipo de trabajo del CSIC, su propia vacuna contra el SARS-CoV-2 que todavía está en fase de desarrollo y que será intranasal e impedirá, si pasa todas las pruebas, la entrada en el cuerpo de este microorganismo que provoca la Covid-19.
65Ymás ha conversado con Enjuanes sobre el fin de la pandemia, la quinta ola, el aumento de contagios en residencias, la necesidad de una tercera dosis, la vacuna que está desarrollando el CSIC y sobre si piensa que la sociedad acabará vacunándose anualmente.
Pregunta - ¿Estamos a punto de conseguir con la vacunación el control de la pandemia o debemos mentalizarnos de que vamos a convivir con el virus durante años?
Respuesta - Parecía que habíamos entrado en una etapa nueva, con un número de casos infectados por cada 100.000 habitantes bajo, menos de 90, pero, a pesar de todo, de que estamos con un nivel de inmunización de más del 60% con una dosis, ha venido la quinta ola. Y esto, probablemente, se debe a la nueva variante del virus, delta, que se transmite un 65% mejor que cualquier otra. No obstante, aunque ahora temporalmente estamos viviendo unas dos o tres semanas delicadas con un alto número de infectados, parece que se está controlando la situación y la previsión es que, para este otoño, el número de vacunados haya sobrepasado el 70% y eso se note en dos aspectos: la ralentización de la expansión del virus y que, aunque haya gente que se siga infectando, que lo normal sea que no tengan cuadros de patología severa, no necesiten hospitalización, se recuperen pronto y que a nadie le cause la muerte. Por tanto, en otoño, la situación debería de estar bastante controlada, al menos en España.
P.- ¿La población se deberá vacunar cada poco tiempo?
R.- Las vacunas que hay ahora, si se han administrado las dos dosis, inducen una protección elevada, que está disminuida entre en un 15% y un 5%, dependiendo de cada una, para delta. Pero son efectivas todavía.
Sin embargo, es evidente que conforme vaya pasando el tiempo, el virus no dejará de cambiar y habrá que actualizarlas. Yo creo que todos los fabricantes ya están trabajando con esta hipótesis ya que, posiblemente, este coronavirus ha venido para quedarse y habrá que renovarlas anualmente.
P.- ¿Administrarlas anualmente minimizaría el número de personas vulnerables que mueren al año por Covid-19?
R.- Lo normal es vacunarse, como hacemos con la gripe. Por lo general, un virus, cuando entra a otra especie, suele ser muy virulento y se disemina mal. Luego, con el tiempo, lo hace cada vez mejor, mutando, y suele ir asociado, aunque no siempre, de cierta atenuación.
Así que la previsión para el futuro próximo es que tendremos que ponernos una dosis anual de una vacuna autorizada, aunque, si hubiese suerte, el virus podría atenuarse y provocará una patología más débil. A pesar de todo, este coronavirus está lleno de sorpresas y podría ser que no se atenúe, si bien me parece poco probable.
P.- Viendo el aumento de contagios en residencias se podría pensar que las vacunas que se pusieron en enero están perdiendo eficacia, ¿es así o estos casos tienen que ver más con la quinta ola?
R.- Me parece un poco pronto para que baje la eficacia de la vacuna.
En principio, las vacunas deberían inmunizar fuertemente en las mucosas, especialmente en las respiratorias, que es la puerta de entrada del virus, pero la vía de administración ahora es intramuscular –ya que este tipo de método es aprobado más fácilmente por las autoridades– y esa forma de inmunizar no induce una buena protección en las vías respiratorias.
Osea que es verdad que las vacunas actuales están haciendo un gran beneficio a la sociedad, pero no son perfectas, porque incluso con dos dosis te puedes volver a infectar y una de las causas es porque no se ha administrado intranasalmente.
Así que esto nos va a obligar a vacunarnos con frecuencia. A pesar de todo, en las residencias, aunque para algunas personas haya pasado más de medio año desde que les vacunaron, deberían contar con cierta inmunidad. Eso sí, cuando pase un año sí que hay que considerar muy seriamente dar una dosis de recuerdo.
P.- ¿Pueden estar tranquilos los mayores vacunados estos meses de verano? ¿Están bien protegidos?
R.- Evidentemente, los que están con dos dosis deben estar más tranquilos. Pero creo que las autoridades sanitarias ya están contemplando dos cosas: vacunar al 80% de la población e inmediatamente comenzar la segunda inmunización que debería comenzar por los mayores con más riesgo.
Aun así, por ahora no se deben alarmar, porque todavía están protegidas. Quizá no al 100%, es decir, que no se puedan infectar, pero si se contagian, la patología va a ser bastante débil.
P.- Una vez se llegue a ese 80% de población vacunada, ¿qué pasará?
R.- Deberemos afrontar ese momento con mucha precaución y con el uso de mascarilla, evitando concentraciones de personas y manteniéndose, dentro de lo que se pueda, en espacios abiertos. Esas medidas, en absoluto las abandonaría. Ahora, al cabo de un año y medio, haría una evaluación del estado inmunitario de las poblaciones más susceptibles y eso nos daría una información precisa de qué nivel de protección tienen.
Y cuando eso se haga, podríamos empezar otra vez el ciclo de vacunación, si ha bajado el nivel de anticuerpos o, aunque eso da más trabajo, se podría analizar su respuesta celular de linfocitos T.
Es decir, se debería primero hacer un análisis y luego tomar la decisión de revacunar o no. Por lo pronto, por lo que sabemos y conociendo la existencia de las variantes que se escapan parcialmente, habrá una necesidad de revacunar como con la gripe.
No hay que tener ningún alarmismo con esto, ya se dan estos recuerdos que nos protegen contra las estirpes que pueden llegar.
P.- ¿Podremos convivir con este coronavirus como con la gripe?
R.- El virus de la gripe es muy patógeno. Es el campeón de la diseminación, causa efectos severos en un 2% de la población y hay que recordar que, sólo en Estados Unidos, mueren varios cientos de miles de personas anualmente en invierno, cuando la población se encierra en espacios pequeños.
Entonces, creo que el comportamiento a partir de ahora es mantener precauciones y revacunarse en cuanto estén disponibles las nuevas dosis. Y esto no va a tardar, para este otoño, las compañías ya las tendrán aprobadas y los gobiernos estarán ya pensando en adquirirlas.
P.- ¿Deben temer padecer las secuelas del Covid los mayores que se han vacunado pero que se han contagiado aunque no hayan desarrollado síntomas graves?
R.- El sistema inmune, si te revacunas, sale reforzado. Y cada vez la población tendrá una protección más fuerte y al virus le costará más entrar, y en quien penetre, en principio, deberían padecer una patología mucho menos grave.
Se ha demostrado claramente por el hecho de que el 85% de la gente que se está infectando no estaba vacunada, el 5% tenía dos dosis y el 11% sólo tenía una. Hay una perfecta correlación, en positivo. No hay duda que el efecto es muy bueno y condiciona mucho que te infectes o no.
Así que es muy conveniente vacunarse con cualquier dosis, aunque puedas tener preferencias. Todas protegen contra una patología importante.
P.-¿El hecho de que los países menos desarrollados no estén pudiendo vacunar a toda su población podría generar una pandemia a dos velocidades donde los más ricos se vacunen periódicamente frente a las variante que surjan en estados más empobrecidos?
R.- Va a pasar lo de siempre. Primero, los Gobiernos, por dar cuenta a su población, vacunan a su país y, después, como tampoco somos ignorantes, sabemos que nos conviene ayudar a otros para que se vacunen.
De manera, que la previsión es que primero miren para dentro y después presten más atención a extender la vacunación a los países de los que reciben más personas.
Es lo que ha pasado siempre y probablemente volverá a suceder. Y sería muy poco inteligente que los países que tienen más medios no contribuyan a ayudar a los países sin acceso, porque nosotros también saldríamos perjudicados.
Y es lo que se ve venir ya: están cediendo una parte de sus dosis. Lo contrario, es un error, porque sino estos estados crearán variantes constantemente que escaparán a la protección y estaremos en peligro siempre. Para que todos estemos bien, tenemos que vacunarnos todos, no sólo unos pocos.
P.- Desde el punto de vista científico, ¿por qué este virus se ha transmitido a tanta población?
R.- Este virus que ha emergido es mucho más patógeno que cualquier otro coronavirus humano. Se conocen siete, los cuatro primeros aparecieron en los años 60 y todos están atenuados y producen resfriado común. Los otros tres son mortales. El primero, el SARS de los 2000, a los seis meses, comenzó a atenuarse. Esperemos que con el MERS y este coronavirus también pase.
Pero, ¿por qué este coronavirus no sólo se ha transmitido a 6.000 o 2.600 personas como los dos anteriores? Pues hay una razón científica: han adquirido un pequeño dominio en la espícula que hace que pueda tener más de 50 tropismos en nuestro tejido. Es decir, que puede infectar cualquier órgano ya que la proteasa encargada de activar el virus está en todos los tejidos.
Así que, entre en el órgano que entre, cuando sale de esas células, ya lo hace activado. Y eso no pasaba en los otros coronavirus humanos altamente patógenos. Este puede infectar el cerebro, pulmón, corazón, riñón, hígado... Por ello, es frecuente que te dejen una, dos o tres secuelas en órganos distintos y es lo que lo ha hecho muy virulento y que haya causado muchas patologías.
P.- Por último, cuéntenos, ¿en qué estado se encuentra la vacuna que está desarrollando usted en el CSIC?
R.- Nosotros habíamos hecho una vacuna con el virus MERS que en ratones daba una protección del 100% con una sola dosis. La misma tecnología se la estamos aplicando al SARS-CoV-2 y estamos empezando a vacunar a ratoncitos. Esperamos que pueda inducir una buena protección. Es un poco especial nuestra vacuna, porque va un poco más lenta, pero está basada en varios antígenos, no sólo en las espículas y es autoamplificativa. Es decir, le das una dosis X y esta se amplifica, lo cual hace que, en principio, pueda tener una mayor potencia.
De todas formas, aún no hemos hecho experimentos en humanos. Pensamos que los haremos durante este año en animales y, a lo largo del año que viene, en humanos. El tiempo lo dirá.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.