El 30% de los cánceres que se diagnostican a las mujeres son demama, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Carolina Hernández pertenece a ese porcentaje de mujeres que han tenido que hacer frente a esta enfermedad. Pero también forma parte del grupo de personas que no solo sabe reponerse de las adversidades, sino que es capaz de aportar su granito de arena a la sociedad.
Hernández lo ha hecho en forma de deporte, en concreto, de una modalidad bastante desconocida, el Dragon Boat, una embarcación compuesta, en su modalidad BCS (Breast Cancer Survivors), por mujeres que han tenido cáncer de mama, y que están dispuestas a remar por la vida. "El Dragon Boat me devolvió el control de mi recuperación, y después de mi vida", explica Hernández a 65YMÁS.
Pero Carolina no solo rema, también es la capitana del barco BCS de Madrid, modalidad que gracias a ella ha llegado a la capital. "El equipo es magia porque cada personas es importante y es apreciada", asegura.
Su equipo, formado a finales del años pasado, acaba de ganar el Campeonato de 200 metros que se celebró el pasado mes de mayo en el Parque del Retiro de Madrid, y por si esto no fuera motivación suficiente, la lista de beneficios que reporta este deporte es muy larga, tal y como ella nos cuenta en la entrevista que puedes leer a continuación: "Como supervivientes de cáncer de mama tenemos la responsabilidad de compartir estos beneficios y legar a cuantas más mujeres mejor para visibilizar la cara más amable del cáncer".
P: ¿Cómo surge la idea de formar el equipo?
R: Cuando ya pasaron todos los tratamientos y mi vida estaba a salvo, pensé cómo poder recuperarme de todos los efectos secundarios que también se habían derivado de esos tratamientos, no solo a nivel físico, pues estaba más delgada, tenía menos más muscular, tenía menos movilidad en el brazo... Y además por los tratamientos tenía la posibilidad de desarrollar el linfedema, que es uno de los efectos secundarios como más temidos en las personas que hemos tenido cáncer de mama.
Entonces, bueno, me pongo a buscar y me aparecieron varios deportes bastante idóneos para trabajar, además también el brazo y entre ellos veo el Dragon Boat.
En ese momento ya había bastante literatura de todos los beneficios que tiene, pero específicamente en mujeres que habían pasado un cáncer de mama, por el trabajo que se realizaba en todos los músculos que en ese en esos tratamientos, pues han sido tocados: el pectoral, el dorsal, el escapular. Y aparte, lo beneficioso que eran todos los movimientos que se empiezan a realizar al remar, porque al final es una mezcla de fuerza que viene fenomenal y de intensidad para fortalecer todos los músculos de también del brazo.
Entonces, a partir de ahí, me pongo a buscar y en Madrid no había equipo, pero me encuentro que sí que estaba empezando el equipo de veteranas, pero no de la categoría de supervivientes de cáncer de mama. Y entonces yo me pongo a remar con ellas. Empiezo a remar con ellas y con otra compañera, Espe, que venía de Singapur, y que es la que trae el primer barco a Madrid, y nos ponemos con el objetivo de conjuntamente buscar personas que se vinieran a remar con nosotras para formar un equipo de supervivientes de cáncer de mama.
P: ¿Os costó mucho dar este deporte a conocer?
R: Es verdad que hasta ahora ha sido un gran desconocido, porque aunque sí que había bastantes equipos en España, unos 13 o 14 en la categoría de cáncer de mama.
Pero en Madrid, al haber menos cultura náutica, y en general menos deportes acuáticos, la verdad es que costaba un poco traer a la gente a remar. Entonces, bueno, hemos hecho jornadas, hemos estado con asociaciones de cáncer divulgando y dándonos a conocer. Y bueno, como además nosotras hemos vivido lo bueno que era y los efectos superbeneficiosos que tenía nosotras, también queríamos ser una ventana donde las demás mujeres se pudieran mirar y ver que su recuperación es posible, no a través de esta propuesta de salud.
P: ¿Cuáles son los beneficios de practicar este deporte?
R: Los beneficios físicos son indudables, y aparte de todos los beneficios que tiene en común a otros deportes, aparte de los específicos que comentaba antes de este deporte, el Dragon.
Pero también están los beneficios emocionales, porque al final es ilusión. Es cooperación, es compañía, es viajar juntas. Es compartir experiencias. El equipo al final es magia, sientes que eres una parte importante, que tus compañeras, cada una de ellas, es necesaria, es importante, son admiradas. Te sientes querida, y al final, esa es la magia del equipo, el sentirse necesario, importante e imprescindible, a la vez que tus compañeras y cada pieza lo es.
P: ¿Cuáles son los requisitos para formar parte del equipo?
R: Una de las cosas muy buena que tiene el Dragon Boat, a parte de tener esta categoría BCS (Breast Cancer Survivor), es que lo puede practicar cualquier persona, a cualquier edad.
En nuestro equipo somos 50 palistas, de ellas, 16 somos de esta categoría de supervivientes de cáncer de mama, y el resto es un grupo que supera los 40 años.
Entonces las condiciones físicas cuando empiezas son muy diversas y te puedes incorporar, porque luego se va ajustando la intensidad del ejercicio, la velocidad, la fuerza... Todo eso se puede ir adquiriendo gradualmente. Y tenemos, digamos, varios ritmos de trabajo conforme a eso.
Entonces puedes darle muchísima intensidad y puedes ser un ejercicio muy exigente o puedes comenzar con una forma física muy normalita. Y además, eso, en personas más mayores o en personas que hemos tenido un cáncer de mama, y que a veces cuando llegamos tenemos comprometido algunos movimientos o tenemos molestias, podemos ajustar este ejercicio al momento en que se encuentra la palista cuando llega.
El equipo remando en el Campeonato de 200 metros donde ganaron la medalla de oro (Fotografía cedida por Carolina Hernández).
P: ¿Cómo son vuestros entrenamientos?
R: Nuestros entrenamientos, indistintamente de las. 50 personas que formamos el equipo hacemos turnos, y cuando ya has pasado la categoría de iniciación, puedes indistintamente montarte en cualquier barco, solamente se necesita tu disponibilidad horaria.
Entrenar lo hacemos indistintamente mezcladas, y después, cuando ya va a haber campeonatos, ya nos entramos en nuestra posición y con nuestra tripulación. Por ejemplo, la categoría BCS, somos menos y, por lo tanto, en nuestro barco suele estar bastante prefijado quiénes somos las palistas que vamos a ir a la competición. Ahí, si fijamos posiciones, y la tripulación entrena específicamente un par de semanas antes. Mientras tanto, todo el fondo y la forma, la vamos cogiendo en los periodos anteriores.
P: ¿Qué se siente al competir con el equipo por primera vez?
R: He visto muchas primeras veces, no solo mía, sino también de compañeras, y es muy emocionante porque pasamos de ser pacientes, de ser supervivientes a ser deportista. Pasas a ser una deportista que entrena, que está federada y que compite.
Y esta experiencia la hemos vivido hace poco en el primer campeonato de España de 200 metros en el Retiro, donde hemos conseguido la medalla de oro. Ha sido increíble, porque además no éramos las favoritas, y acabábamos de formar el equipo hacía poco. Pero ha sido ese coraje, esa la mezcla de ilusión con fuerza, con querer llegar y tener esa potencia que nos ha dado el sentirnos como equipo. Cada una de nosotras ha dado lo mejor que tenía y lo ha puesto al servicio de ese barco. Ese día fue confluir todas esas energías, aportando cada una su punto fuerte, fue el barco ganador porque fuimos un equipo con mayúsculas.
Ahora tenemos otro campeonato de 500 metros, que es nuestro siguiente reto, y claro, tenemos que mantener el nivel porque hemos salido muy fuertes. Estamos trabajando con ilusión porque al final, la ilusión no solamente es el campeonato, no solamente son los resultados, si no es este viaje maravilloso que hacemos juntas. Es la magia, es compartir, es vivir juntas, volver a vivir primeras experiencias y experiencias agradables que por mucho tiempo hemos perdido. Es volver a compartir, es volver a viajar, o sea, en muchos casos, es volver a empezar.
En estas situaciones aprender a ver lo bueno de cada una, y se crea una especie de admiración por cada una de ellas, que es lo que consigue que esto sea posible. Se dan todos los ingredientes para que puedas ser amiga de estas personas con las que compartes, porque hay admiración, cariño y confidencias.
Es un ambiente muy agradable, y de hecho cuando pisas el pantalán, llegues como llegues, tengas los problemas que tenga, llegas al pantalán y el barco te secuestra. Te secuestra tu mente y ya piensas en tu equipo, en las paladas, en la dureza del entrenamiento y te concentras plenamente.
Fotografía cedida por Carolina Hernández
P: ¿Ha crecido el interés por este deporte entre las mujeres con cáncer de mama?
R: Definitivamente. Le estamos dando una visibilidad enorme a este deporte, se está dando a conocer como una propuesta de salud para las mujeres que han superado un cáncer de mama, y entonces la acogida está siendo tremenda.
Al principio costaba mucho más, pero ahora hacemos jornadas con mujeres que quieren probar. No hace falta ningún requisito, solo interés por saber en qué consiste.
El boca a boca funciona muchísimo, tenemos compañeras médicas que recomiendan el deporte porque lo han probado, también la repercusión de los campeonatos nos ayuda a presentar este deporte como una propuesta importante en la recuperación y la salud integral, porque como decíamos no solo se trabaja la parte física, sino que hay un trabajo emocional, social, que está detrás, y que es la palabra superación con mayúsculas.
P: ¿Qué mensaje le darías a aquellas mujeres que estén dudando en apuntarse?
R: Yo les diría a todas estas mujeres que están pasando a lo mejor por un proceso de cáncer, que esto es otro de nuestros objetivos, que nos puedan ver y demos una mirada de esperanza, porque lo peor que te puede pasar, ya lo sabemos. Dar otra mirada, otros modelos de recuperación en los cuales nosotras hemos estado como otras personas están ahora.
Decirles que pasan los meses y no solamente te puedes recuperar, sino que puedes estar mejor que antes, porque si esta propuesta de salud la conviertes en tu estilo de vida, al final tu calidad de vida aumenta mucho porque se convierte en nuestra prioridad. Y lo que decíamos: se tocan tantos palos en este deporte, que es una recuperación integral.
Puede que ahora te sientas muy afectado por los tratamientos, es duro, pero saber que se puede salir, que hay propuestas, que hacen falta algunos cambios, pero esto es una manera idónea para volver a recuperar, primero, las riendas de tu recuperación, y luego las riendas de tu vida.
Así que, animo a que todo el mundo a que se anime a pasarse, porque el estado físico no es lo más importante. Evidentemente, se necesitan unos mínimos para poder empezar a remar, pero cuando hayas consultado con tu oncólogo que no hay ninguna contradicción, puedes empezar a hacerlo.
Poco a poco irás cogiendo intensidad en el ejercicio, e incluso hay compañeras que se animan a hacer otros deportes. La mayoría llegamos con condiciones físicas justas, hay mujeres de diferentes edades, y eso tampoco es una limitación, al contrario, queremos que odas se animan, que seguro que luego se enganchan, y además les reportarán muchísimos beneficios.
Fotografía cedida por Carolina Hernández
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.